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Vampiro Scout

(Para Pame)

10 de enero de 2012
3 de la mañana
A pesar de que su dormitorio estaba en el primer nivel de la casa de los abuelos en algunas ocasiones se atrevió a entrar en su dormitorio. Esperaba inmóvil en el rincón más alejado de la cama oculto por la penumbra junto al closet, observándola mientras dormía. El espejo de cuerpo entero que colgaba justamente a un lado del closet no reflejaba su figura, al menos eso era una de las características de los de su especie No se atrevía a tener ningún tipo de contacto físico y con eso se refería a tratar de besar sus labios. Simple y sencillamente, estaba fascinado.
Aunque pareciera una contradicción, durante el día se ocultaba bajo la apariencia de un estudiante de preparatoria y se limitaba a estudiar su comportamiento y gustos.
Pero llegó el día que no pudo resistir y se atrevió a tirar un poco de la sábana que le cubría deslizándola desde su cintura hasta cubrir sus hombros. Necesitaba proteger su cuerpo, no permitiría que el frío matinal la despertase y pudiera ser descubierto. No sabría cómo respondería ante la presencia de un si no ciertamente desconocido si de alguien que no tendría que estar ahí en ese momento. ¿Gritaría o se asustaría?¿O simplemente pesaría que sería parte de una de sus tantos sueños locos?. Y a pesar de que constantemente pensaba en ella, en realidad no tenía ningún derecho a interrumpir su sueño aunque pensaba que para él era una obligación el velar su descanso.
Ahí estaba tendida boca arriba a diferencia de lo que acostumbraba ya que en realidad descansaba abrazada de su almohada favorita, ladeaba su cabeza invariablemente al lado izquierdo como deseando no ver el televisor que infaliblemente dejaba encendido sintonizado en algún canal de música de su agrado. A decir verdad ese deleite variaba con la misma frecuencia con la que se movía su horario de clases, de manera que no era difícil escuchar la más variada gama de ritmos que iban desde Regeton, Música Clásica hasta Pasito Duranguense y desde luego sin saltar las baladas románticas de las que era realmente fanática tal y como su temperamento le marcaba como principal característica desde los tiempos remotos en los que literalmente suspiraba al ver historias infantiles animadas en las que por supuesto no podía haber faltado el clásico de Disney de Blanca Nieves y los Siete Enanos. Suspiraba con la aparición del príncipe, con el vals ejecutado al ritmo de tres por cuatro de Bella y la Bestia, con las ocurrencias de Aladin así como también con la aparición en pantalla, posters o revistas de los protagonistas de “Crepúsculo” o “Luna Nueva” y qué decir cuando se sentía transportada en su imaginación al mismo escenario donde los Jonas Brothers se presentaban en uno de sus tantos conciertos siendo el más loco de sus Sueños Imposibles el verse casada con Nick Jonas.
Pues ahí estaba tendida boca arriba, su pecho se movía relajadamente al ritmo de su respiración. La sabana que cubre su cuerpo dibuja a la perfección sus femeninas formas. Hubiera deseado tocarla, pasar su mano por su terso cutis o al menos por encima de la tela que la cubría, era en realidad su ambición pero sabía que no estaba preparado.
Recordaba perfectamente la noche en que se cruzaron.
Paseaba con sus compañeros y en su distracción se encontraron en los bosques de El Ocotal, ya entrada la noche, la luna apenas en cuarto creciente, la temperatura propicia para tratar de descubrir las maravillas que la oscuridad ofrece cuando risas los volvieron al mundo al que pertenecen. Las risas provenían de un grupo de chicas exploradoras que practicaban juegos propios de su formación dentro del “Escultismo”. La silueta de Pame apareció entre los arbustos. Una segunda salió tras ella mientras reían ahogadamente tratando de no ser descubiertas.
Un momento de sorpresa para él, evita que siquiera alcance a ver la cara que es muy blanca casi como esculpida en un hueso, cierra los ojos que son como llamas que bien pudieron haberse confundido con el resplandor reflejado de la fogata del campamento, algo punto menos que imposible ya que el mismo se encontraba en la ladera opuesta de la colina de su encuentro. En realidad sus ojos resplandecían como cegadoras llamas dentro de una calavera.
Aprovechando una de las tantas características de su mundo se mueve a una velocidad imperceptible para el ojo humano y se oculta tras una roca y detrás de unos matorrales que le permiten seguir contemplándola.
Se siente indescriptiblemente atraído por ella. Su camisola en tono azul oscuro desabotonada, sin la pañoleta clásica de los Scouts, la frente perlada con gotas de sudor propiciada por el ejercicio y con una sonrisa que resplandecía cada ocasión que reía.
Quedó prendido de ella y aunque sabía que era un fruto prohibido.
Vertiginosamente ausculta dentro de las pertenencias de los exploradores masculinos y astutamente husmea en las vestimentas abandonadas momentáneamente y desvalija una mochila y escoge con precaución ropaje que lo aparentará como uno más de la expedición.
Fingiendo distracción aparenta un casual encuentro, le coloca la mano sobre el hombro y Pame voltea un tanto asombrada.
- Hola
Simula un encuentro casual.
- Hola. Esta no es área de “Troperos” o ¿Me equivoco?
- Perdón, creo que me perdí
- Todo te puedo aceptar menos que te pierdas. Un scout nunca se pierde
- Si, verdad que pena. Sinceramente estoy contrariado pero es que no resistí saludarte
- ¿? ¿Nos conocemos?
- Por supuesto, soy . . . Luis David y tú eres Pame
- Mh, si aunque no te recuerdo
- Perdón, la verdad es que pertenezco a otro Grupo pero . . .
- ¡Aja!
Pame se dio la vuelta y corrió en dirección de las demás integrantes de la Patrulla Antares.
- ¡Espera! ¿De qué Grupo eres?
- Averígualo ( ¡Que torpe soy eso es fácil! Aunque . . . no está mal)
Luis David con una atrevida palmada en el hombro y apenado se despidió y se alejó caminando mientras Pame se abotonaba su camisola azul.
En la oscuridad comenzó a seguirle. Su sombra proyectada en el caprichoso terreno por la escasa luz de la luna, se encogía y se alargaba hasta casi tocar sus píes. Pame caminaba deprisa con la camisa pegada a su cuerpo por el viento que empezó a silbar extraña sinfonía al recorrer entre los troncos del bosque, en esos momentos el pelo corto de color castaño claro de Pame reflejaba destellos de luz de las llamas consecuencia de la ya cercana fogata del campamento.
Luis David sintió que se aproximaba una tormenta. A lo lejos entre los cobertizos de teja roja del cercano poblado, estallaban relámpagos que iluminaban por décimas de segundo el cielo y el campanario del templo local. El viento cargado de electricidad estática, de pronto cambó de dirección y en ese instante grandes gotas de agua empezaron a chocar contra las pizarras levantando el calor acumulado durante el día. Esa lluvia no era propia de la temporada. Un trueno retumbó encima del campamento del grupo de Pame y las nubes antes ausentes dejaron caer de golpe la lluvia. Cualquiera desde las inmediaciones de la fogata pudo haber visto a dos figuras correr bajo la cortina de agua, solo que en direcciones opuestas, obviamente nadie lo notó.
Pame seguía dormida, no era día de clases o de algún temprano compromiso, a Luis David le hubiera gustado echarse a su lado pero tenía que retirarse. Estaba a punto de amanecer y no quería arriesgarse a que lo viera. Todavía no. El sol no lo iba a matar, ese es uno de tantas leyendas urbanas que los rodean como el huir del olor a ajo o enloquecer ante la presencia de un crucifijo de plata y aunque evidentemente su imagen no había sido reflejada en el espejo de la recámara de Pame no quería arriesgarse.
Las cortinas de la ventana se agitaron suavemente por una leve brisa matinal e insensiblemente se descolgó por uno de los cipreses que flanquean la entrada de la casa de Pame y se alejó de su obsesión.

12 de enero de 2012
8 de la mañana
Hoy la ha vuelto a ver. No ha podido quitarse la de la cabeza. La estuvo esperando a que saliera a la Prepa. Simuló ejercitarse en el Jardín de la Paz y semioculto tras unos matorrales volteaba a la casa de Pame y solo alcanzaba a ver como la cortina de su ventana ondeaba por el viento prevaleciente ya hacía algunos días, viento que por otra parte limpiaba la contaminación sello distintivo de las grandes ciudades.
Por fin la ventana se cierra, acción inequívoca de su ya inminente salida. Lleva el pelo mojado y unos jeans, una camiseta con estampados juveniles muy propios de su edad y zapatillas deportivas en tono rosa y de marca reconocida además de las llamadas “De Moda” son de marca “Converse”, regalo de Chellín y Lian sus primos lejanos pero no por parentesco sino por la lejanía ya que ellos residen a unos seis mil kilómetros, en el norte de los Estados Unidos donde la mayor parte del año se deja sentir un frío que es capaz de ahuyentar a los mismos vampiros. ¡Glup! Creo que ese no es un comentario adecuado.
Se ha detenido en la puerta hasta en tres ocasiones. Seguramente olvidaba sus llaves o su credencial o su Lap-Top. Pame es medio distraída. Pero se preocupa por revisar varias veces su bolso en el que no pueden faltar una cabeza de ajos envuelta cuidadosamente en papel celofan, una astilla de madera, un crucifijo, un ojo de chupamirto, una Ankh (También se la denomina cruz ansada, cruz con la parte superior en forma de óvalo, lazo, asa o ansa), crux ansata en latín, la "llave de la vida" o la "cruz egipcia"), una campanita, una Cruz de una pata de conejo, un trebol de cuatro hojas del jardín de Kity y unas hojitas de verbena. Bueno no es que sea superticiosa pero desde tiempos pasados ha llevado eso cuidadosamentee oculto en el bolso de mano, en su morral o en su mochila de Scout. Por fin empieza a caminar rumbo al Parque de la Paz y Luis David finge seguir practicando su gimnasia calistenia.
La ha seguido a una distancia prudente, ha soportado el tedioso viaje en Metro.
En la estación de correspondencia lo han bajado y lo han subido en vilo. En cambio Pame parece estar habituada a ese medio de transporte. El calor es insoportable y es increíble como en escasas tres estaciones han abordado un sinnúmero de vendedores de toda clase de artículos, desde cortaúñas hasta discos compactos de música clásica sin faltar los discos de música norteña, o romántica o los videos de Michael Jackson.
La ha seguido hasta la Prepa. Allí se ha encontrado con sus amigos y compañeros que la han saludado efusivamente. Es una chica querida por los demás. Se nota en la forma de actuar de todos ante ella. Su carisma es genético y lo hereda en línea directa de su abuela.
Entre el barullo que reina en la cafetería de la Prepa se ha acercado lo suficiente para conocer el nombre de sus amigos y amigas e inclusive del semestre y grupo que cursa, cuáles son los exámenes en puerta y hasta los planes para el fin de semana.
Hace muchos años, tantos que se pueden considerar siglos, cursando la Preparatoria en un lejano país en Europa, uno de sus maestros le dijo que su nombre original Shaitan/Adriel no tenía traducción para los humanos, pero sí la hubiera tenido, esta habría sido el equivalente a; “Guerrero Glorioso y Amado” en español, Luis David
Shaitan/Adriel llegó a México y se proclamó a sí mismo Huitzilopoctli, dios azteca de la Guerra, pero ahora Luis David no deseaba tener ninguna relación con la guerra, solo quería y deseaba estar junto a Pame para lo cual inició sus trámites para ingresar al mismo grupo en el que cursaba ella. Desde luego no fue problema aprobar el examen de evaluación ya que como eterno adolescente había cursado los estudios Preparatorianos en múltiples ocasiones.
Estaba realizando los trámites para su inscripción cuando le pareció haberla visto y que casualmente sus miradas se cruzaban. Estaba seguro que los ojos de Pame se habían posado en él y que se habían detenido durante un momento en los suyos, era difícil de explicar pero sus labios no se movieron, solo habían sido sus ojos. Luis David bajó la mirada hasta el suelo y al instante volvió a la casual reunión en la que se encontraba con algunos de sus condiscípulos. Desde ese momento notó miradas de soslayo hacía él, sin embargo, le cuesta enfrentar directamente la mirada de Pame. Posee algo poderoso que lo hacía desfallecer. Ha tenido que hacer como que estaba leyendo uno de los periódicos gratuitos que siempre encontraban en un estante a la entrada del Campus. Estaba sentado cerca de una de las salidas de la cafetería pero estaba seguro que pasaría cerca de donde se encontraba al regresar a su salón, el 328c lo que significaba que regresaría al tercer piso con alumnos del segundo semestre en el salón ocho del edificio “C”.
Hubiera podido haber conseguido practicar una de sus cualidades, pero el hacerse invisible en ese momento y ante tanta gente lo hubiera delatado.
Creía que Pame ya se había dado cuenta de su existencia y aunque reservada en cuanto a su muy estrecho círculo de amistades era evidente que siendo compañeros de salón algo debía de haber desviado su atención hacía él.
La imagen de Pame recostada en su cama ha vuelto a su mente y se ve de nuevo escondido en el rincón de su recámara y retorna el deseo de acariciar su terso rostro, la piel se le eriza y siente un fuerte cosquilleo por todo su cuerpo. No se explica por qué le sucede esto si es que está consciente que es una dimensión prohibida para él, para los de su especie. Pero la quiere y eso es inevitable.
La clase concluye y casualmente es encomendado para apagar el proyector conectado a su Lap-Top después de haber presentado el trabajo que le tocó en suerte exponer precisamente ese día.
Pame y sus amigos han salido y se han dirigido a su café favorito ubicado en el tercer piso de la Plaza conocida como Reforma 2.
Suena el celular de Pame lo contesta y a una señal suya el grupo se adelanta. Termina su corto viaje por la escalera eléctrica que la transporta al primer nivel e inicia a caminar lentamente prendida de su aparato, es Chellín que desde París comienza una platica que al menos durará hora y media.
Luis David lo ha seguido abordando el elevador que está ubicado a contra esquina dentro del complejo. Comienza a caminar también en sentido opuesto al de ella, pasa junto a ella y casi roza su codo al momento que siente un arañazo sobre su brazo. Se vuelve sin poder evitarlo y se ha encontrado con esos ojos castaños fijos sobre los de él. Luis David hace el ademán de hablar, pero se ha detenido al instante. La mirada increíblemente fría de Pame lo hace pensar dos veces antes de animarse a dirigirle naturalmente la palabra, pero solo queda en un discreto saludo que no interrumpe la conversación telefónica, aunque está seguro de que se ha fijado en él y a partir de ahora tendrá que ser más precavido con sus intenciones.
Pame sigue su camino mientras Luis David se queda pasmado viendo como ella se mete a la cafetería. Trata de seguirla, no se anima y prefiere fingir ver un aparador sin dejar de admirarla más que mirarla hasta que se pierde en el interior o tal vez se confunde con los concurrentes aficionados a deleitarse con el aroma y desde luego el sabor de una magnifica taza de humeante café de grano cultivado y procesado en Coatepec pueblo de tradición cafetalera asentado a escasos veinte minutos al sur de Xalapa, Capital del Estado de Veracruz. Su único pensamiento ha sido que no puede seguirla más que se tiene que quedar en el área de comida rápida y ahí esperar a que salga sola lo que considera casi imposible ya que por lo general son grupos de dos o tres que se acompañan estratégicamente en el camino de regreso a casa, tiempo el cual invierten en seguir comentando las experiencias ocurridas durante su permanencia en la Prepa.
Una suerte de pena le invade
Intenta de nuevo entrar a la cafetería cuando se da cuenta que Pame camina en dirección a él seguida de la mitad de sus amigos siendo que la otra mitad ya la espera justo en la entrada de aquel su centro de reunión preferido. Sin embargo, se le queda mirando, lo saluda de nuevo y le dice;
- ¿Te conozco?
Pregunta a boca de jarro. Raro pero su boca no acierta a articular palabra. Eso se sale de su guión, hasta que empieza a reaccionar.
- Quizás me hayas visto alguna noche. –
Contesta enigmáticamente, arrepintiéndose inmediatamente de su respuesta. Se queda pensativo durante un instante y de repente sonríe
- Es una broma.
- ¿En serio? No lo creo. Me acordaría de ti.
Dice Pame
- ¿Tú crees?
- Por supuesto. Pero te puedo decir que sí la luz matara a los vampiros, la de su sonrisa me fulminaría al instante. Pero si que me acordaría de ti
Se arma de valor y da un paso inesperado y casi inconsciente hacía ella
- Yo sí me acuerdo de ti, cada día, cada noche
El rostro de Pame cambia la expresión de inmediato. Dentro de ella se genera una cierta confusión.
- No, no lo puedo creer. Estoy segura de que me acordaría. Además, no tengo tantas cosas en mí mente como para olvidar.
Dice con voz poco más o menos preocupada.
- - No, no digo que te tengas que acordar tú, Pame.
Ha pronunciado su nombre con toda la intención. El juego ya está en marcha. No hay vuelta atrás.
- ¿Quién eres?
Pregunta casi implorante.
- ¿De verdad quieres saberlo?
Le contesta.
- Pues claro. Dime, por favor.
- Te he visto alguna vez, bueno a decir verdad te veo a diario en la Prepa y hoy te he encontrado aquí. No puedo evitar fijarme en ti. Por eso sé tu nombre. No pienses que te ando espiando.
Trató de explicarse, pero con un tono que ni él mismo se lo creía.
- Espero que no seas un chiflado, maniático, perturbado, excéntrico, estrafalario, estrambótico o extravagante, de esos que deambulan por ahí. Créeme que no tienes esa apariencia.
Dice Pame esbozando una ligera sonrisa.
- Tranquila, soy peor que todo eso.
No sabe sonreír, pero procura dedicarle una de las miradas más enigmáticas que tiene. Creé que la convence por su expresión de alivio.
- Soy Luis David… bueno, supongo que ya lo sabes.
Contesta.
- Encantada Luis David. Efectivamente, te conozco, no creas que pasas desapercibido en una clase de tan solo veinte alumnos, de cualquier manera es todo un placer para mí el que por fin te hayas animado a platicar. No sabes cuánto.
Puede sentir una especie de mirada de deseo en su rostro, en su enigmático rostro, enigmático y pálido casi blanco rostro aunado a su cuerpo delgado, bastante delgado, el pelo lacio un poco más largo de acuerdo a la moda imperante entre los jóvenes de su edad.
Ha apostado fuerte con esta afirmación y piensa que él ha caído.
¿Qué le pasa? No contesta, se turba y por fin después de un interminable lapso de tiempo, término raro para los de su especie, atina a contestar
- Te digo lo mismo.
Casi balbucea y pregunta.
- ¿Cómo te llamas tú? Quiero decir, cuál es tu nombre completo
- ¿Te parece Pamella, con doble ele?
Pregunta no sin cierta malicia.
A pesar de la frialdad nata de Luis David, por dentro se siente débil y sin fuerzas. Sin embargo ríe. Su risa es cálida y franca. Lo que lo hace debilitar aun más.
-Pamella y Luis David.
Vuelve a reír.
- Mh, suena bien, muy bien. Me parece bien, Pame.
Y toma cortésmente el codo de ella y la conmina a proseguir con su camino mientras él arde en sus adentros.
- Luis David.
- Mh, si
- Oye, disculpa casi te pego, pero es que venía hablando con mí primo y has de saber que todo es empezar que nos cuesta además de dinero, mucho trabajo dejar nuestra conversación, con decirte que en ocasiones nos sale más barato tomar un avión y encontrarnos en un aeropuerto intermedio y mientras nos deleitamos con un cafecito, junto con Lian mí prima platicamos hasta que casi perdemos el vuelo de regreso. Por cierto que mí primo se llama Chellín, bueno su verdadero nombre es Marcello Santiago pero le cambiamos el nombre.
- Si, algo sé de eso
- ¿Perdón?
- No, nada, decía que algo sé de conversaciones largas, de esa que aparentemente pueden durar siglos
- Exageras
- Mh creo que si exageré
- Creo que coincidimos en algunas clases
Ya no puede seguir. El juego lo ha dejado exhausto. Usa uno de mis viejos trucos aprendidos y la hace mirar el reloj para que vea la hora equivocada.
- ¡Oh my God! ¡Qué tarde!
Pame exclama.
- ¿Cómo ha podido pasar tanto tiempo? Llegaré tardisimo a casa. Kity y Norsi deben estar preocupados Me tengo que ir casi volando, espero pase rápido el Metrobús. ¿Nos volveremos a ver?
Su mirada entre picara e inocente es casi de súplica.
- Te espero esta noche en el parque. Al lado de la estatua del Niño al Sol a las doce.
Dice sin más, muy natural.
- Conozco una estatua como al que dices, está en el Parque enfrente de casa, es el Parque de la Paz, pero por qué a esa hora
- Ve la hora, alcanzaras a merendar y a dejar de preocupar a Kity y a Norsi
- Mh. Esta bien. Nos vemos allí. Me tengo que ir… Luis David.
Por la entonación piensa que no cree que acudirá a la cita. No importa, la. entiende
- No faltes, por favor.
Le responde, despidiéndose.
- Allí estaré.
Pame materialmente vuela en dirección al Metrobús despidiéndose de sus amigos. Se vuelve y le hace una seña levantando el brazo a manera de despedida. Él sin dejar de mirarla hasta el ultimo momento y sale a toda prisa de la Plaza. El tiempo es algo relativo sobretodo para él, empieza a deambular por la Avenida de Paseo de la Reforma, mete las manos en os bolsillos. Sabe que en cuanto se decida estará puntual a la cita así que puede ser poco mucho tiempo hasta la cita de esta noche. Se tiene que preparar. Su inquietud es demasiado grande. Quedan minutos. Quedan horas. Quedan siglos…
Luis David acude a tiempo, desde el campanario observa el lento y pausado aunque firme caminar de Pame. Ella toma asiento en la banca de piedra que rodea el monumento iluminado en plenitud por la luna llena y por la serie de farolas tipo colonial que alumbran el parque en toda su extensión. Ella no se percibe de su llegada y cuando se percata se altera un tanto cuanto, su ritmo cardiaco aumenta desmedidamente, siente ya que no puede verse que palidece.
- Disculpa, no fue mi intención
- No te preocupes, ya pasó
- ¿Cierto?
- Créeme
Luis David le deja tiempo a Pame para recuperarse, empiezan a platicar, ella sentada y el de píe, al principio temas triviales hasta que él le pregunta que si esta lista para escuchar una historia diferente, ella acepta y así comienza su narración la que identifica como “La Historia del Vampiro”.
 Esta es la historia de Shaitan/Adriel.
“Corría el año de mil setecientos noventa y uno Shaitan/Adriel tenia veinticinco años vivía en tierras de Rodarim con su hermana, su hermano y su madre, se había convertido en el hombre de familia al morir su padre, eran dueños de una propiedad que era trabajada por los esclavos, su madre y hermana asistían a muchas fiestas en Etiletás Daduic, pero su hermano siempre estaba sumido en la religión y en los libros de santos, tanto que Shaitan/Adriel decidió construirle un pequeño oratorio donde su hermano empezó a pasar todo el tiempo, entonces el empezó a tener visiones donde le decían que vendieran todas las propiedades de la familia y se fueran a Colonia, Alemania, Shaitan/Adriel no le tomo interés a esto, lo que el calificaba como fanatismo.
Su hermano se enfureció con él, discutieron y cayo de las escaleras al llegar al suelo él estaba muerto
Shaitan/Adriel se sintió culpable de la muerte de su hermano y contrató una agencia que se encargaría de todo y se mudo a Etiletás Daduic.
Shaitan/Adriel cayó en las redes del alcohol, una noche deambulaba por un callejón cuando un vampiro le chupo la sangre dejándolo casi muerto.
Lo encontraron tendido en el piso, lo llevaron a su habitación pero esa noche el vampiro regreso y le hizo la oferta de convertirlo en vampiro, Shaitan/Adriel sabia que era inevitable él se convertiría en vampiro, con nostalgia sentado frente a la ventana de un tercer piso presenció su último amanecer.
El vampiro de nombre Ovatsug, rumano, considerado como uno de los más poderosos. Se dice que tiene la capacidad de causar eclipses lunares y solares. Pueden aparecer como un ser humano con la piel pálida y con la piel seca. Pueden transportarse astralmente y que a todo esto era un vampiro medio locochón ya que hasta se presentaba en “Toquines” de Rock aprovechando que eran en la noche y en ocasiones se aficionó al Fútbol Americano inscribiéndose en una Liga que solo jugaba de noche, pues este vampiro necesitaba plantaciones para poder llevar a su padre a vivir.
Shaitan/Adriel al principio se negó a probar sangre humana, el no tenía deseos de matar, Ovatsug constantemente se burlaba de él, Shaitan/Adriel se empezó a alimentar de cuanto animal se le atravesaba en la campiña lo que originaba la furia de Ovatsug que no podía creer que alguien despreciara la sangre humana.
Ovatsug se alimentaba principalmente de jovencitas pero su platillo principal eran los jóvenes fuertes, pero lo que realmente Ovatsug disfrutaba eran las familias completas, Ovatsug era un sádico.
Shaitan/Adriel no pudiendo mas, amenazo con sacar a Ovatsug de la plantación, pero este lo convenció de que él era su maestro y todavía tenia muchas cosas que aprender, Ovatsug había encontrado la manera de retener a Shaitan/Adriel por siempre.
Ovatsug cometió un grave error una vez, llego a la casa de un esclavo y ataco a una familia completa, generando la desconfianza entre los esclavos, y organizándose, fueron a atacar la propiedad donde los vampiros Vivian, Shaitan/Adriel tomo una antorcha y le prendió fuego a la propiedad obligándose a sacar los ataúdes donde dormían e irse a una cueva por esa noche.
A la noche siguiente viajaron a Etiletás Daduic, Shaitan/Adriel estaba enfurecido, deseaba matar a Ovatsug, pero sabia que no podía ya que Shaitan/Adriel todavía no conocía todo lo que debía de conocer.
Una noche Shaitan/Adriel estaba hambriento y enfurecido y cegado por su ira salió a caminar y entonces vio a lo lejos a una niña sola, llorando por su madre que había sido atacada por la epidemia y ahora estaba muerta, Shaitan/Adriel recordó que no había probado sangre humana en cuatro años y se acerco a la niña hasta que pudo sentir su corazón latiendo con el mismo ritmo que el suyo.
De repente escucho una risa y encontró a Ovatsug riéndose de él, Shaitan/Adriel se arrepintió mortalmente y empezó a correr detrás de él, no pararon hasta llegar al hotel, ya casi iba a amanecer, así que Ovatsug le dijo a Shaitan/Adriel que hablarían la mañana siguiente, Shaitan/Adriel no lo podía creer, Ovatsug quería hablar.
La noche siguiente tuvieron una discusión muy fuerte en la que Shaitan/Adriel se dio cuenta que seguía enamorado de la naturaleza humana y se dio cuenta que todavía había algo vivo dentro de él, Ovatsug no podía comprender así que obligo a Shaitan/Adriel a abandonar la casa, horas después llegó Shaitan/Adriel y al entrar al cuarto se encontró con la niña a la que le había chupado la sangre, para sorpresa de Shaitan/Adriel, Ovatsug la convirtió en vampiro.
Ovatsug había encontrado otra manera de retener a Shaitan/Adriel, mientras tuvieran a la niña Shaitan/Adriel no podría irse.
Masani era el nombre de la niña que al convertirse en vampiro cambió su nombre a Masani, Vampiro femenino de la India, se dice que es el espíritu de la tierra de las tumbas. Su piel es de color negro y su cacería comienza en la noche generalmente por algún rezo a un difunto. Cualquier persona que pase por el sitio del entierro será atacada.
Masani al convertirse en vampiro resultó ser una asesina nata tal como era Ovatsug los dos salían a acabar con familias enteras y se deleitaban de esto, pero al regresar a la casa, Masani compartía con Shaitan/Adriel todo, las lecturas, su gusto por la música inclusive llegaban a tocar dúos el piano, contaban historias inventadas e improvisadas por ellos mismos.
Una noche el día de todos los santos, Masani, vio a una mujer hermosa bañándose, deseo ser ella y tener ese atractivo y se dio cuenta de que ella nunca crecería y seria una persona atrapada en ese cuerpo de niña.
Al regresar a la casa les preguntó que quien la había convertido en vampiro, Shaitan/Adriel no podía aceptar su parte de la responsabilidad y cayó pero Ovatsug le explico todo, y ella confesó su odio por los dos, alterando la tranquilidad de la casa para siempre.
Una noche Shaitan/Adriel y Masani hablaron largamente y Masani se dio cuanta de cómo Ovatsug la había usado para impedir que Shaitan/Adriel se fuera, juntos hicieron un plan para escapar del Malvado Ovatsug, solo que Shaitan/Adriel sintió un mal presentimiento.
Masani había planeado chantajear varias veces a Ovatsug pero, el día llego y Ovatsug supo lo que tramaban y sintió miedo de quedarse solo así que los amenazo de muerte si se iban, pero Masani que ya esperaba eso le entrego un niño para que le chupara la sangre como signo de arrepentimiento pero el niño ya estaba muerto, y cuando un vampiro le chupa la sangre a otro vampiro se debilita terriblemente, cuando se debilitó, Masani le corto la garganta dejándolo desangrarse, acto seguido prendió la casa y salieron corriendo, ella ya había planeado un pasaje para Venecia, ya que el sueño de ambos era, encontrar otros vampiros.
Ya en el barco, Masani sintió compasión por Ovatsug y muy adentro de él, se arrepintió de haberlo matado, aunque él sospechaba que Ovatsug no había muerto.
Llegaron a un puerto y una góndola los estaba esperando, subieron los ataúdes y se pusieron en marcha a buscar nuevos vampiros, llegaron a una cercana isla en la que no se veía a nadie en la calle, ellos necesitan un lugar en el que quedarse, y tocaron en una casa en la que estaba llena de ajo y crucifijos y había mucha gente llorando por alguien en un ataúd, Shaitan/Adriel se emocionó al parecer habían encontrado vampiros, se acerco con la señora de la casa y esta le contó que habitaban vampiros por la zona del cementerio y que mas valía que no se acercaran haya.
Shaitan/Adriel no pudo contener su emoción y salió corriendo al cementerio, al llegar no encontró nada, entonces lo vio, era un vampiro pero de algún modo no era como ellos, no parecía tener conciencia y parecía que solo buscara sangre, el vampiro se acercó para atacarlo pero Shaitan/Adriel, lo mató rápidamente y quedo decepcionado de haber encontrado esa clase de vampiros, ese día se sintió solo en el mundo.
Regresaron a Venecia, se hospedaron en un hotel lujoso donde, por una buena cantidad de dinero los sirvientes no hacían preguntas.
Con solo estar en Venecia, Shaitan/Adriel se sintió animado, ya que se sentía en casa.
Pasó mucho tiempo hasta que tuvieran su encuentro con un vampiro verdadero quizás unos cinco años, un día que Shaitan/Adriel iba caminando por un callejón abandonado sintió unos pasos atrás de él, por un instante pensó que era Ovatsug, pero inmediatamente ese pensamiento se esfumo.
El vampiro era de estatura mediana, muy flaco y de cabello largo, actuaba como el espejo de Shaitan/Adriel, imitaba todos los movimientos de este así que Ovatsug se empezó a desesperar, de repente con una rapidez impresionante el vampiro se acercó a él y lo empujo haciéndole perder el equilibrio a Shaitan/Adriel, este enojado intento soltarle un golpe pero el vampiro era mas rápido que el, entonces se escucho una voz que le daba ordenes al otro vampiro de dejar en paz a Shaitan/Adriel.
El vampiro alto y fornido le extendió una invitación a Shaitan/Adriel invitándolo a un teatro, asegurándole que estarían seguros ya que él los protegería de los demás vampiros, y le sugirió llevar a Masani también.
La noche siguiente llegaron al Teathres des Vampires, un teatro en el que solo se entraba con invitación. La obra consistía en una sátira del mundo de los vampiros y acababa con el sacrificio de una joven que entregada al vampiro que una noche antes había tumbado a Shaitan/Adriel.
Al acabar la obra fueron invitados a un sótano donde, Lugat el vampiro que le había dado la invitación los saludó cordialmente y los presentó a todos los demás, Shaitan/Adriel sintió el desprecio de los demás, no se sintió bien aceptado pero también le tuvieron respeto ya que Lugat era el vampiro de mayor edad con una vida de unos cuatrocientos años y ejercía una especie de matriarcado entre ellos, Masani percibió celos ya que sintió el entendimiento que había surgido entre Shaitan/Adriel y Lugat y decidió no regresar mas al Teathres des Vampires, mientras que Shaitan/Adriel regresaba cada noche a pesar del rechazo de Santiago que era el vampiro que lo había empujado, Shaitan/Adriel sabia que lo único que impedía que Santiago lo atacara era la protección de Lugat.
Lugat se dice que es una mujer vampiro albanés razonablemente inofensivo y aficionada a las Bellas Artes.
Una noche Shaitan/Adriel llego al cuarto del hotel y encontró a Masani con una señora joven, Masani le pidió a Shaitan/Adriel que la convirtiera en vampiro para así ella poder irse y dejarlo con Lugat.
Shaitan/Adriel lloro rogando por que ella no se fuera y para que dejara de pedirle eso pero ella le rogó tanto que al acepto y convirtió a la mujer en vampiro.
Shaitan/Adriel arrepentido salió del hotel y lloró como nunca había llorado y deseó nunca haber salido de Etiletás Daduic.
Cuando llego al hotel encontró todo tirado y ninguna señal de las dos mujeres, inmediatamente sospechoso de Santiago y corrió hacia el Teathres des Vampires, al llegar hay se entero de que Masani y el vampiro iban a ser asesinados, a él lo amarraron y lo encerraron en un ataúd.
Días después Lugat lo liberó y se disculpó, pero Shaitan/Adriel no quería escuchar razones y decidió vengarse de todos, le pidió disculpas a Lugat por lo que iba a hacer y le advirtió.
La noche siguiente llegó con petróleo e incendio todos los ataúdes prendiéndole fuego a todo el Teathres des Vampires, matando así a todos los vampiros.

Shaitan/Adriel regresó a Etiletás Daduic más triste que nunca deseando morir y sintiéndose mas solo que nunca, hasta que un día se sintió atraído hasta una vieja casa, en la vieja casa encontró a Ovatsug abandonado oliendo a putrefacción, Ovatsug le suplico que por favor regresara con el pero Shaitan/Adriel se rehusó y nunca mas volvió a ver a Ovatsug.
Shaitan/Adriel y Luis David son el mismo”
- Este es el fin del relato
Le dice Luis David a Pame que está realmente extasiada con el relato.
Pame cierra los ojos y en su sueño le pide a Shaitan/Adriel que la convierta en vampiro por favor, Shaitan/Adriel pensó que la iba a agarrar fuertemente y tiernamente le giraría la cabeza, le hincaría los colmillos y le chuparía la sangre hasta dejarla inconsciente.
Pero en vez de toda esa fantasía él toma una “Ankh” de plata, le practica una incisión en la muñeca y repite la operación consigo mismo, junta sus muñecas y se establece un intercambio de fluido sanguíneo.

13 de enero de 2012
6 de la mañana
Al día siguiente Pame despierta al escuchar el timbre de llamada de su celular mientras contesta se pasa la mano izquierda por la frente perlada de sudor. Eran Chellín y Lian felicitándola por su cumpleaños, mientras se levanta y se dirige al espejo a examinar su cuello, no nota nada, se examina la muñeca derecha, lo mismo hace con la izquierda y no nota cambio alguno. Están tersas..
Enciende el televisor y se pone a escuchar las noticias una de las cuales es en referencia al regreso vacacional de fin de año de varios millones de estudiantes desde educación elemental hasta postgrado. Sigue tocando su cuello, sus muñecas y no tiene nada ni una cicatriz, ni un rastro de mordida alguna, ni un rastro de sangre.
Todo había sido un sueño.
Tenía que apresurarse para llegar a tiempo a la Universidad, hoy expondría una teoria sobre la gastronomía y sabía que Luis David estaría en primera fila.

Mayo de 2010
Datos del Cuento
  • Categoría: Sueños
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