La vida es sumamente prometedora, te pone los recursos cerca, pero no al alcance... Parece estar lo suficientemente próximo como para que de puntitas de pie se pueda coger, sin embargo está más lejos de lo esperado. Tratando de alcanzarlo, uno se sube en una rama y comenzamos sin darnos cuenta a balancearnos en ella, hasta que perdemos el equilibrio y nos precipitamos al suelo. ¡Cuánto dolor produce la caída! Pero que alivio se siente, al darnos cuenta que nos encontramos bien, dentro de lo que cabe, sólo un orgullo herido y unos cuantos raspones.

Pero nos ponemos de pie... Quizás el miedo a la primer caída nos detenga a volver a la rama de inmediato, pero existe un espíritu de lucha en el interior de cada uno de nosotros y es el que nos incita a regresar a intentarlo otra vez.

Si caemos nuevamente la decepción se hace mayor y la herida se profundiza, me refiero a la herida ocasionada por un orgullo quebrantado, herido de muerte. Es cuando uno debe coger valor, además uno no se encuentra solo... Gracias a Dios la mayoría de cada uno de nosotros contamos con una familia que nos respeta y ayuda. Ninguno de ellos se burlará de nosotros por caer una y otra vez, siempre y cuando lo hagamos por tratar de lograr ese objetivo.

La vida da sorpresas, nos recompensa a veces y en otras ocasiones sigue golpeando, nos vuelve a herir de muerte y uno comienza a ahogarse en nuestras propias lágrimas. Lágrimas que inundan el vacío ya formado por esa pena, que más que pena ya parece un hábito... Una triste costumbre. Mas sin embargo sólo el fuerte persevera y da por acabado su trabajo. Ha llegado a la rama, se ha mecido en ella y como todo un valiente a pegado un salto para alcanzar su meta, y luego como el campeón que es cae parado, elegantemente como la haría un gato.

“Un gato es una criatura bien dotada, un cazador nato que persigue sin tregua alguna, las distintas oportunidades que le brindan las circunstancias en la vida”. Ha sido un gran sobreviviente con el pasar del tiempo. Y es que si nos ponemos a reflexionar... “Sólo el más apto sobrevive, lo demás se extingue”...


Dedicado a todas aquellas personas que viven luchando contra la vida y contra sí mismas. Amigo se fuerte y no te des por vencido, ya que el que es débil perece siempre.