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EL AUTOESTOPISTA

La Pequeña Laura golpeaba la ventanilla del coche colocada de rodillas sobre el asiento. Había llovido y el asfalto devolvía los reflejos de los faros del coche.

A lo lejos se veían las luces de una pequeña población rural .
“Laura , siéntate bien , por favor”.
“¿Mamy?” “¿Qué Cielo?” “¿Tu crees que habrá muchos niños en ese pueblo? yo creo que sí, que podré jugar con ellos” Laura golpeó de nuevo la ventanilla con el dedito. “En esa Ventana Mamy , veo a un niño. Se llama Javier , Mamy. Está en pijama, pero no quiere dormir, le da miedo la oscuridad . ¿Qué tonto , verdad Mamy?” “Si , Cielo , si.” .
“Si quisiese jugar conmigo yo le diría que no tiene que tener miedo por nada. Le cogería de la mano y jugaría con el para quitarle el miedo” .

El coche giró y las luces del pueblo desaparecieron tras la montaña. “¿Vamos a ir allí? ¿vamos a ese pueblo, mamy?” “Laura Cielo, tenemos que encontrar un sitio donde poder dormir. Ya lo sabes, a lo mejor si es allí , Reina” .

Las luces de los faros chocaron contra la silueta de un hombre. El padre de Laura movió bruscamente el volante. “Pero hombre , está loco . Casi le atropello ¡!!” , el extraño les miro alternativamente con ojos opacos. “¿puede llevarme? creo que voy hasta el pueblo” “Uhmmm, si por supuesto” el Padre de Laura dudo, pero aún así abrió la puerta de los asientos de atrás.

Laura se quedo callada , mirándole fijamente . No le gustaba ese Señor no le gustaba para nada . Era delgado, parecía viejo , muy viejo , pero en el fondo no debía llegar a los treinta.
“¿De donde viene amigo?” El padre de Laura intentó entablar conversación . “De muy lejos , de muy muy lejos”. La mano del extraño salió del bolsillo y un destello brillante cruzó por la cara de Laurita . “Mamyyyyy ¡!!” gritó la niña , a la vez que el extraño la cogía por detrás y la amenazaba con una navaja en el cuello. “Venga , para el coche , para te digo , que me pongo muy nervioso si me enfado” “Vale , vale , de acuerdo . Voy a parar de acuerdo . Pero no nos haga daño ni a mi familia ni a mí”

El coche se detuvo y todos salieron.
Todo pasó muy deprisa, Laura casi no se percató de lo que estaba ocurriendo . Su padre , en un descuido del desconocido se abalanzó sobre el y le cubrió por completo . Ella quedó desenganchada del enemigo y fue directa a los brazos de su madre .

Un grito , un horrendo grito de dolor mezclado con terror se deslizó por la oscuridad de la noche .
Del bulto que formaban los dos hombres , brotó un hilo de sangre que fue cubriendo la carretera ....... y entoces Laurita lo oyó , ese sorber , ese ruido de succión que siempre precedía a su hora de la comida .

Ella siempre comía después de sus padres , la dejaban beber la sangre cuando casi ya no salía con fuerza , cuando el cuerpo inerte de la víctima no podía oponer resistencia.

Cuando hubieron terminado subieron al coche .
“¿Cómo está el mundo Querida? el mundo de los vivos está cada vez más y más loco” “Si , Cariño , dentro de poco, si esto sigue así no tendremos de que alimentarnos”.
Laurita sonrió y besó a su madre desde detrás del asiento . “Mamy quiero ir a ese pueblo . Quiero ir a jugar con esos niños . ¿iremos mamy? ¿por favor vamos a ir?”
Datos del Cuento
  • Categoría: Urbanos
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