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Categoría: Historias Pasadas

De sangre ladina.

bien, como ya contamos el episodio pasado, la historia comienza asi;
era un dia caluroso de mayo, los campesinos regresaban de rendir las cosechas y de las pizcas de limon y tomates; pues hacia mucho calor por ser casi primavera y eso alegraba a la gente de los alrededores, ya que asi ganarian creditos los que trabajaban para los hacendados y otros, tendrian de que comer esa primavera. una joven mestiza,esbelta, morena y de cabello negro en crenchas que relucian a la luz del sol; la cual contaba en ese año de gracia 17 años; se disponia a darle de comer a los cerdos y otros animales de corral que esa familia, compuesta por casi 9 miembros, pues aparte contaba uno que otro tio o primo y/o concuños: eran los Perez Matos, labriegos y gente aldeana la cual era conocida en la region porque la madre de julia, Doña Tomasa, era quesera y vendia en la plaza del mercado. cuando de pronto la saco una voz de sus ocupaciones matutinas:
- apurate ya, mujer; mama Tomasa esta esperandonos pa' que le ayudemos a la comida. va a hacer mole de pipian con queso de jocoque.- dijo su hermana Maria Juana, la cual era la mayor.
- ¿pos que, va a haber jolgorio? si estamos juntos no se pa' que tanta comidera.- dijo Julia con aire festivo y jocoso. estaba de buen humor.

- no, nomas asi. ya ves tu que ma' es la eminencia en San luis con su queso.-contesto la otra, en el mismo tono- bueno, yo ya voy pa' la casa. y en diciendo esto, se marcho paso raudos a la casa. julia torno aun mas rapida a su labor. eran cuatro hermanos; Maria Juana, Ana, Julia,Juan, y al ultimo Cosme. su padre de ellos, Don Justino hacia poco que habia fallecido dejando a sus hijos, ya todos mayores pues contaban desde la mayor con 25 años y el ultimo 15 no se llevaban muchos años y por eso se habian mudado con ellos otros familiares pues este habia sido muerto en las revueltas de 1820 cuando aun existia el descontento con los criollos. cada uno tenia su ocupacion; los varones eran arrieros y peones de hacienda, mientras las mujeres le ayudaban a la madre a repartir los quesos fabricados en su mismo caseron o bien a venderlos, ayudando a los chicos con la cria de animales u otras ganancias.asi, volviendo al relato julia regreso a la cas para ayudar a sus hermanas una vez terminada su labor. entre chanzas y bromas terminaron el jolgorio. cuando, ya al atardecer cuando el sol aun se asomaba entre las montañas les llego una notica y el que la traia era su hermano Cosme:
- mama! mama! Tios!- gritaba el chico, alebrestado y corriendo entre surcos cual si fuera pluma.
-que pasa, chamaco? ¿porque vienes con esas deshoras?- le pregunto uno de los tios que salia al oir al chico; era Matias, un tio de unos 35 años; bronceado, huraño y a veces algo severo.
-¡que ahi vienen, ahi vienen ! ¡ahi vienen los gringos, los del norte!
- ¿y quien te lo dijo, muchacho?- agrego otro de los tios, Martin, al llegar Cosme a pasos de horcajadas a la casa- lo que sabemos , que la gente de alla nomas pelea por su rumbo.
- naiden. yo mesmo lo oi, lo oi de los viejos que andan por la pulqueria y las gentes que iban pasando. incluso dicen que en la mañana llego una tropa con gringos armados hasta los dientes y que han sitiado el centro.- dijo Cosme, ya recuperado de la corrida que habia hecho, agitado. Martin fue el primero en avisar a la familia y entro en la casa. mientras el primero en haber salido al oir a sus sobrino se habia quedado un momento en la entrada, no creyendo lo que acababan de oir; la batalla ya empezaba a aletear en ese pueblo tan apacible y humilde desde siempre. no lo parecia ver en serio. mientras, en la tierra rival, y en una aldea texana un hombre rubio y menudo miraba con curiosidad a un elocuente callejero que incitaba con palabras diplomaticas al gentio que se iba juntando para escucharlo, a luchar por su tierra y arrebatarsela a Mexico o bien, a los dominos españoles:

- ¡no dejemos que otras tierras nos sigan dominando! ¡america para los americanos!- era su principal conseja, seguida de vitoreos y exclamaciones. Era Rusell Anderson S. quien pese a haberse matriculado hacia 3 años en una escuela de Boston para notarios y contadores publicos, aun seguia sin empleo y ademas ya pasaba de los 18; acababa de cumplir 27. y vivia con un primo menor, Mathew, el cual a su edad ya trabajaba de boticario en la farmacia del pueblo. ahora lo acompañaba para hacerlo cambiar su idea de unirse a ese ejercito patriota, pues no le gustaba la idea por las matanzas que habian sucedido recien declarada la guerra por el desacuerdo con Mexico desde 1836.
-¿no crees que exageras, primo? yo creo que deberias ver de nuevo si hay opcion de que trabajes en Boston y asi te evitarias caer en manos de esos.- dijo, mirando despectivamente al grupo de jovenes que reclutaban jovenes en el pueblo.
- para nada, Mathew. ya llevo tiempo que mi carrera no me abre camino y en el ejercito, cuando mucho convencere a mis padres ¡uh, vieras como bufon de que su hijo amado no ha conseguido empleo!- contesto Rusell, quien solo queria que su primito lo dejara con su decision.
-bueno, como quieras. tal vez tengas razon, primo.
- tu lo dices,primo.- murmuro, tranquilo y dejando esperar a su primo se metio a la fila de los aspirantes, los cuales eran de diferente rango de edad; desde jovenes hasta cuarentones, puesto que era un servicio militar voluntario. cuando le llego el turno;
-¿ tu nombre?- dijo el sargento Ryders, su jefe de ahora en adelante.
-Rusell anderson Swithson.
-edad?
-27.
- empleado en?
- no trabajo. por ello busco plaza.
-ah. bien. bueno, ve a la fila para que te den uniforme.
-sea.- y se alejo para que le dieran equipo, algo ambiguo por cierto. terminandod e reclutar jovenes y hombres, al llegar el ejercito a 100 mil partirian hacia El paso, para arribar hacia el rio Bravo y asi combatir con los otros ejercitos que ya los esperaban en San lLuis Potosi, los cuales habian sitiado llegando por el desierto el centro de la ciudad. esa decision, la cual le habi costado noches insomnes y algunas negaciones de su familia pues arriesgaba su vida combatiendo en el frente sin mucha experiencia en guerras, solo para los numeros pues. no le daba mucha suerte. pero su perseveracion y su temple de joven estoico habian ganado y ahi estaba, apenas entendiendo la causa pero no habiendo de otra. asi, faltaba poco para encontrarse con esa joven morena, la cual le haria cambiar de reforma y ella tambien; de una joven provinciana, rustica y casi niña se convertiria en una mujer joven decidida y rebelde ante los principios de su prole, asi con el tambien cambiaria la idea que desde niño le habian infundido de los mexicanos o bien" huespedes indeseables. por ahora, llevaba en mano el uniforme y habiase despedido del primo; quien le ofrecia aun asi la casa para ambos de nuevo, si cambiaba de opinion de ultima hora. le habian asignado un compañero, Francis y dormian las horas de la madrugada en una posada cercana al Paso. ya mañana prolongarian la marcha e irian hacia Mexico. descansaba en un camastro, su compañero quien habia intercambiado unas cuantas palabras de amistad ya se habia recostado y dormia. el, asi reflexionando en la decision tomada hacia horas, pensaba, pensaba. y asi: se quedo dormido, apaciblemente. (continuara)
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