Erase una vez un país llamado Chile, donde todos celebraban los acuerdos comerciales alcanzados, de caracter históricos, con la superpotencia imperial dominante y ejemónica a nivel planetario. Los sacerdotes imperiales encargados de la economía, que es la religión del reino terrestre, dieron a este pueblo, el caracter de "país en en vías de desarrollo" sacandolo del profundo y hambriento "tercer mundo". Ésta calificación significa que Chile se convertirá en una ciudad oficial del imperio y no será más una aldea de pobres e incapacitados salvajes.
Sus habitantes viven alienados , viven fuera de su natural contacto con la naturaleza, la que, desde el Big-Bang les moldeó y dotó generosamente de razonamiento y sensibilidad. Han internalizado ( como dice Merton) la omnipotencia del dinero como medio y fin de todas las metas y esfuerzos humanos, filosofía heredada del Imperio y los sucesivos, gobernantes militares u oligarcas, quienes ejercían su cargo de modo "herodiano" osea como mediador y apasiguador de los ánimos del pueblo ante los dejámenes del emperador.
Hoy en el Chile imperial, se estrena Subterra, una pelicula basada en el libro del mismo nombre creado por unos de los escritores más destacados de esa localidad terrestre " Baldomero Lillo". Quien resalta la explotación a que fueron y son sometidos los obreros del largo y angosto país , en pos de alcanzar el vital elemento..... "el dinero". En ella, se aprecia como siempre a lo largo de la historia de ésta comunidad, la vil y despiadada labor de protección que realiza el ejercito, de los intereses de las cupulas sociales asociadas al régimen imperial....tengo que dejarlos pues la película ya comienza, y nuestra historia sigue.