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¿Guía yo?

(Para Pame, Chellín y Lian)

- Bueno y cuál es la urgencia
Preguntó Lian a Pame
- ¿Cuál urgencia?
Contestó Pame, frunciendo el ceño
- Pues el que me dices en tu mail
- ¿Mí mail?
Ahora con cara interrogativa.
- ¿Será que lo envió Chellín?
- Yo no envié nada, tu Lian me lo enviaste
- ¡Nopi! ¿Es otra de tus bromas, Pame?
- Para nada, se los prometo.
- No indagues. Yo no envié nada, Tu tampoco y ¿Tu Lian?
- Menos
- ¿Entonces?
- ¿No será una broma de Norsi?
- Ya ven que hasta la Bis Lancho siempre la anda bromeando.
- Si, pero Él tardaría un buen en enviar un mail, ahora imagínate tres.
- Eso si que es un dieciséis menos que imposible
- Además me llegó a la dirección que solo nosotros conocemos.
- ¿Y tu?
- Igual
- ¿Entonces?
- ¡Pues que no fue Norsi!
- Eso que ni que. Ya ven que se hace bolas con el teléfono de botones.
- Si, ja, ja, ja. Por eso tiene un teléfono de disco de esos antigüitos.
- Ja, ja, ja.
- Pues sí no fueron ustedes, no fue Norsi-Bo ¿Quién fue?
Pócolo trepado en la rama más alta de un ciprés, se desternillaba de risa y poco faltó para que sintiera en su “Gnominidad” que no humanidad una caída de cuando menos tres decenas de metros. Hubo de afianzarse a veinte uñas para que eso no sucediera.
Efectivamente Él era el autor intelectual y material de aquella reunión en el mismo centro de “Foresta”
La tarde iba cayendo poco a poco las sombras de la noche paulatinamente invadían el ambiente.
Los tenues destellos de miles de luciérnagas trasladaron en pocos segundos un firmamento estrellado a un nivel al alcance de la mano de Pame, Lian y Chellín. Era un verdadero espectáculo fascinante en alto grado y lo que sigue comparable solo con el presenciado por Gaby, mamá de Pame, Gussy, tía de los tres y Alberto, Papá de Chellín y Lian cuando hace muchos años en una de las aventuras familiares se vieron obligados a transitar por una alejada y solitaria vereda cita en la parte media del Estado de Veracruz. Bueno, esa obligación fue generada por el espíritu aventurero de Norsi-Bo que en su necedad exploratoria tomaba camino e invariablemente tomaba cuanta desviación se presentaba e infaliblemente siempre tomaba la de la derecha con la única preocupación de contar con suficiente combustible al grado que guardaba en un compartimiento secreto en la cajuela del auto, un garrafón como medida preventiva.
Chellín presuroso localizó unos leños y con unas lianas, que no tiene nada que ver con Lian, improvisó unas antorchas. Ahora el problema era encenderlas y eso considerando que no tenían cerillas ni mucho menos encendedor. Fue cuando afloraron las “Prácticas de Supervivencia” que Pame hubo de haber practicado y con mucho entusiasmo, a lo largo de casi catorce años. Con dos piedras comenzó a golpearlas hasta que provocó la formación de chispas que a la postre generaron primero una incipiente llama que avivada con un suave soplo se convirtió en una luminosa tea que les permitió avanzar en dirección hacía un claro que matizaba en tonos naranja, una generosa fogata.
Lo raro era que no había nadie.
Un coro de voces en diferentes tesituras se empezó a escuchar, primero como un rumor que “In Cresento” reconocieron como un cántico bien conocido en el ámbito del escultismo. Era un Himno de Bienvenida.
Literalmente y como por arte de magia fueron apareciendo uno a uno todo una tropa de . . .¿Gnomos?.
- ¿Gnomos?
- Ya sé quien nos envió los mail’s
- ¡Pócolo!
- ¡Pócolo!
- ¡Pócolo!
Exclamaron al unísono; Pame, Lian y Chellín.
Ahí estaba; Ba-thú, Prashat, Balu, Vakira, Simba, Akela, Vakira, Tarem, Zui, Traca, Anti, Abimesi, Titab, Huitzi, Zunni, Thior, Terva, Sheli, Yatel, Mino y Shila.
Fueron saliendo de la espesura del bosque una a una las integrantes de las “Patrullas”y en parejas fueron formando una valla. Pame empezó a caminar en medio quedándose Lian y Chellín al principio de la valla. De la nada fueron sacando unas antorchas que se encendían al paso de Pame y de ellas brotaban miles de chispas de varios colores. Al final y junto a la fogata, parado estaba Pócolo portando un estandarte con la imagen del patrono de las Guías Scout nada más y nada menos que se trataba de San Jorge cuya festividad es precisamente el día veintitrés de abril.
La corte de Tropa formo haciendo una fila al frente.
Las demás Troperas empezaron de nuevo a cantar. Primero un susurro que al llegar al tono audible coreaban;
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
- ¡Ya es Guía!
Si, Pame ya era Guía
Lian se dio vuelta en su cunita. Chellín abrió sus ojos. Lian pensó, hay que recordar que aún no hablaba, ¡Ya es Guía!, Chellín gritó; ¡Ya es Guía!.
Pame en su cama se dio vuelta a la la voz de Gaby que la despertaba;
- Pame, Pame ya es hora, recuerda que tienes que planchar tu uniforme de Scout.
- Si Mami, ya voy
Y se dijo para ella misma;
- ¿Yo Guía?
Pócolo en la ventana sonreía y murmuraba;
- Aún no pero espérate a tu junta y ¡Ya serás Guía!
Marzo de 2010
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 6.33
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