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El Duelo

El Duelo

Comienza a aclarar el día.
La cita es en aquella colina.
Contra el cielo, todavía azul oscuro, se dibuja la silueta de un formidable guerrero.

Su espada clavada a la tierra, sirve de apoyo al guerrero.
El escudo cuelga de sus espaldas.
Puñal, yelmo, cota de maya, maza y cadena.
En su vestimenta predomina el púrpura.

El cielo va aclarando rojizo. El sol comienza a elevarse desde aquella colina como una bola de fuego anaranjada.

Cascos de caballo al galope se escuchan.
El guerrero levanta la cabeza, reconoce al enemigo y baja el yelmo.

Tres amazonas llegan al pie de la colina. Se apean de sus cabalgaduras y miran con fiereza al guerrero de la colina.

Las tres mujeres realizan una especie de ejercicios previos al combate.
Cada una por su lado desenvaina y comienzan su rutina.
Con ambas manos blanden la pesada espada con singular destreza y fuerza.

Al cabo de un tiempo... las tres miran al guerrero púrpura. Ni un atisbo de temor en sus miradas, están listas... suben a enfrentarlo.

El guerrero quita de sus espaldas el escudo y lo empuña en la izquierda.
Su espada corta el aire con una especie de silbido al pasar por derecha e izquierda en un movimiento de preparación al combate.

Por horas se escuchan las espadas chocando furiosamente unas con otras, las respiraciones agitadas, los quejidos ante heridas que se abren.

Cada tanto se oye a alguna de las guerreras gritar al gladiador púrpura... "Ríndete ya, no tiene caso que luches... insensato". Al rato otra... "Hasta cuándo te resistirás. Ya no pelees, únete a nosotras, se razonable."
Más luego... "No seas tozudo. Entiende de una vez que estás equivocado. ¿Ya olvidaste aquel fantasma ciego?..."

Como respuesta el gladiador púrpura golpea con más fuerza haciendo gemir a las guerreras.

Así pasan las horas... de a una las guerreras extenuadas bajan, vencidas, la colina.

En el atardecer ya las tres abandonaron el combate.

El gladiador adolorido, cansado y herido se apoya en la roca a descansar.
Se quita el yelmo.
De una grieta en la roca saca una bota, le quita el tapón, la inclina en el aire delante de su cara y bebe del chorro. Moja su cabeza y cara.

A lo lejos se divisa una nube de polvo que se acerca.
Llega al pié de la colina un guerrero vestido de negro. Se baja de su montura... sube desenvainando una espada muy filosa.

El guerrero púrpura lo ve subir. Endurece el rostro y vuelve a ponerse el yelmo. Sus manos adoloridas vuelven a empuñar la pesada espada.

El guerrero de negro se ve muy... muy fuerte.
Descarga despiadados golpes que el gladiador púrpura apenas logra bloquear.
El cansancio va minando las fuerzas del guerrero púrpura que recibe una herida tras otra.

Jadeante mira al guerrero negro que lo observa con una sonrisa de triunfo.
Él no muestra ni señas de cansancio, paladea la victoria, prepara su golpe.

¡¡¡CHIAAAAAKK!!!

Ambos guerreros levantan la vista...

Desde el cielo y en picada baja veloz un halcón.

El guerrero negro apronta su espada... el gladiador púrpura extiende el brazo.

El halcón detiene su vuelo en el brazo del gladiador púrpura... trae un pequeño pergamino.

El gladiador lee y luego guarda el mensaje, mira detrás de él y sonríe, mira al caballero negro y le dice... "Prepárate... te venceré"

El guerrero negro lo mira sin entender como se permite amenazarlo si ya está vencido.

Vuelven a cruzar armas por horas hasta que el sol se vuelve a poner...

Aparecen las primeras estrellas cuando el caballero negro baja la colina, malherido y extenuado.

En su mente cruzan preguntas sin respuesta...
¿Qué decía el mensaje?,
¿De dónde sacó las fuerzas para vencerme?
¿Qué significa la Cabra de Monte en su escudo?

Aquel mensaje decía... "Las tres guerreras son Desilusión, Sensatez y Razón. El caballero negro es Orgullo, hijo de Ego y Soberbia.

He visto tu combate que comienza con el amanecer de cada día.
He visto tus heridas... profundas, muy profundas.

Debes cuidarte de otra guerrera que aparecerá mañana y es invisible, se llama... "Resignación", ella puede penetrar tu memoria y llevarse tus recuerdos a una tierra lejana... que se llama "Olvido".

¿Has visto el cielo hoy?
¡Fíjate! Apareció la "luna llena", la fuente de tus amarguras, la fuente de tus alegrías... la fuente de tus fuerzas.

Mañana no pelearas solo... estará a tu lado "Esperanza" y quizás pronto llegue "Perdón".
"Perdón" puede llegar de manera imprevista o tardar, pues él carece de piernas y va sobre los hombros de un anciano llamado... "Tiempo".

No dejes que maten a "Esperanza" porque ella es mi pareja. Habitamos en ti, me llamo Amor pero sin ella no valgo nada porque solo sería... un Amor sin Esperanza...
Datos del Cuento
  • Categoría: Metáforas
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7 comentarios. Página 2 de 2
Carmen
invitado-Carmen 04-12-2004 00:00:00

Deseo felicitar este autor por su propia virtud y su propio ingenio. He leido otras de sus obras y sigue siendo igual de singular en su arte.

María Eugenia
invitado-María Eugenia 04-12-2004 00:00:00

Tal vez pase al olvido como una estrella fugaz, pero no podré olvidar esa luna que algunas noches será llena y me extasiaré al mirarla. Hoy he mirado hacia Belén y he visto un niño. Tres hombres con sus manos temblorosas le acunaban, y aquella madre con júbilo miraba, tres nobles corazones que lo amaban.

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