Michael era un chico que se fue a vivir a una calle espantosa, los vecinos parecían zombies que los miraban como si quisieran comerselo. Solo su nuevo vecino le parecía de lo más normal. Tenía un perro muy simpático llamado Sprinkyy el,Jake. Michael siempre quería conocer a este extraño chico y poder ser amigos. Sólo confiaba en sus padres y en Mary, su pesada hermana. El dueño de la casa, David Roberts, le pareció de lo más peculiar. Tenía las cuentas de los ojos salidas y un tono de piel putrefacto.
Jake se presento un dia para que vinieran a jugar con él. Parecia tener malhumor y les entró miedo pero vieron que este chico era de un pueblo pequeño de Alaska. Entraron a la casa de Jake y escucho a su madre decirle: Michael, vamos a cenar con David, pórtate bien.Entraron a la casa de Michael y alli cerraron la puerta y jugaron en la habitación. Pero al cabo de un ratoo, escucharon muchos ruidos y vieron en la ventana...
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