Una rosa y un adiós 31-5-06
Esta noche podría ser la más triste de mi vida. Una rosa y un adios delatan tu corazón yaciente. Mi silencio, el silencio que cruzó en nuestro amor, logra suscitar una lágrima, pena y añoranza que secas con tu sudadera, que te regalé.
Mi mirada marchita, me has roto el aliento. Quisiera acercarme a ti, tocar ese rostro con mis labios, húmedos por soledad reciente, acariciar tu cabello que se agita con el viento queriendo desaparecer del enredo entre mis dedos.
Estoy descalza, y el frío nos ha congelado los pies. Es el adiós más triste de mi historia. Miro atrás, y sólo escucho el susurrar de los árboles, mientras que en su son, comienzo a llorar.
Quiero caer otra ve en tus brazos, fundirme en ti y lograr hacerte volver a sentir. Quiero caer ante ti para que tu consigas rescatarme otra vez de las tinieblas. Pero ya, no va a ser así.
Y pienso lo que a ser de mi de nuevo, sin ti. Te alejas y desnudas mi alma, estoy sola, así ya perdí mi fé en el amor. El tiempo va a hacer crecer en mi corazon telarañas, mientras sigo de pie esperando tu regreso. El frío congela mi cuerpo, y mi alma. Mis labios se secan, muy lejos de ti. Recuerdo cuando estabas junto a mí.