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Categoría: Románticos

una pareja mas

Era un día cualquiera, un caluroso día de verano. Paula se asomaba al balcón como cada mañana para ver amanecer. Desde que se habían mudado a la casita de la playa era uno de sus mayores placeres, levantarse temprano para ver salir el sol, era una estampa preciosa, el mar en calma, el sol saliendo, los barquitos que llegaban de la pesca, gente que hacia deporte, gente que se disponía a tomar los primeros rayos de sol, los chiringuitos abriendo.... Y si giraba la cabeza podía observar otro mundo completamente distinto, una gran avenida, los primeros atascos, la gente corriendo para ir a trabajar, los kioscos de prensa abriendo...Eran las dos caras de aquella ciudad cosmopolita donde ella había decidido vivir.

Paula era una mujer joven, morena, alta, de unos brillantes y llamativos ojos marrones. Trabaja para una productora de cine. Era la directora del departamento de informática. Ella era la máxima responsable de todos los proyectos de digitalización de los movimientos de cuerpo para las películas de animación. Le encantaba su trabajo, estaba rodeada de un buen equipo de trabajo y también de los mejores actores, de esos se dedican sobre todo al teatro y que ocasionalmente graban movimientos para películas de animación donde nunca aparecerá su rostro. Estaba casada con Alberto, el subdirector de unos de los mejores periódicos del país. Alberto tenia su misma edad, pero aparentaba más, tenia unas canas que le hacían más mayor y a la vez le daban un toque que le hacían muy atractivo. Era uno de los hombres más deseados en el circulo periodístico. Era un hombre muy atento, muy trabajador y educado. Lo tenía todo, todo lo que una mujer pueda desear de un hombre. Por eso se había casada Paula con él. Lo suyo fue un flechazo. Se conocieron en la presentación de una película, ella iba como portavoz de la productora y a él le tocó casualmente estar en el evento. La productora había firmado un contrato con su periódico para promocionar la película y allí estaba el como máxima representación del periódico. Hubo una cena después del preestreno. Paula ya salía del salón cuando se cruzo con él que también salía.

-¿Ya se va la chica mas guapa de esta fiesta? –le dijo
-¿Es a mi? –preguntó ella.
-¿A quien si no? ¿Por qué te vas tan pronto?
-Ha sido un día muy duro, y ya aquí no pinto nada, es la noche de los actores.
-Opino lo mismo. Me llamo Alberto Frutos, soy el subdirector de “Actualidad”.¿me dejas que te invite a una última copa?
-Muchas gracias, pero hoy estoy cansada.
-¿Me puedes decir tu nombre? ¿te puedo llamar otro día para cenar?
-Por supuesto, soy Paula Tierno. Aquí tienes mi teléfono, llámame cuando quieras.

Sus miradas se cruzaron de una manera muy especial. Se dieron dos besos y cada uno desapareció por un lado de la calle.

De camino a su apartamento, pensaba en aquel momento. En la mirada de aquel hombre tan educado. Llevaba mucho tiempo sola, su último novio la dejo cuatro meses antes de la boda porque había decidido que tenía vocación espiritual. No pudo reprocharle nada, ¿qué podía reprocharle a un hombre que había decidido dejarlo todo por estar al servicio de los demás? Sin embargo para ella aquello fue un duro golpe, llevaban siete años juntos y ya tenían un proyecto de vida en común. Desde entonces vivía sola en un lujoso apartamento del centro de la ciudad. Justo cuando iba a meterse en la cama sonó el teléfono.
-¿quién es? –preguntó asustada porque era muy tarde.
-Soy Alberto, perdona que te moleste de nuevo tan tarde.
-No importa.
-Me ha encantado conocerte. Te invito mañana a cenar.
-¡Estás loco! Pero venga.
-¿Dónde te recojo?
-En el edificio azul de la avenida de los clarines a los 8. ¿te viene bien?
-Estupendo. Nos vemos allí entonces. Hasta mañana Paula.
-Hasta mañana Alberto.

Mirando al mar aquella mañana de verano, ella sabía que aquel era diferente. Alberto se había ido antes como de costumbre. Termino de desayunar y se marcho también a trabajar. Al llegar a la oficina se encontró con sus compañeros. Adriana era su mano derecha y su mejor amiga.
-Buenos días Adriana
-Hola Paula ¿Qué tal?
-Bien, ya sabes que hoy hay que dejar listo lo de Walf listo. Yo me marcho mañana de vacaciones y tiene que estar terminado. Avisa a los demás para que vemos que es lo que falta.
-Estarás deseando coger vacaciones, te lo mereces, ya sido un año duro.
-Imagínate
-¿Y donde vais a ir?
-Pues aún no está decidido del todo. Alberto quiere un viaje por el centro de Europa y a mi me apetece mas ir a la playa. Hemos quedado para comer para concretarlo. Luego hablamos, primero vamos con lo de Walf, ¿te parece?
-Estupendo, en cinco minutos los tienes a todos en tu despacho.
-Gracias Adriana.

Efectivamente a los cinco minutos tenia a todo el equipo en el despacho.

-Como sabéis mañana empiezo las vacaciones. Y el proyecto de Walf tiene que salir la semana que viene. ¿Creéis que estará listo? Juan,¿tú que tal llevas lo de los fondos?
-A punto, si no hay imprevistos creo que a lo largo del día estará.
-Maria ¿tú como vas con los enfoques?
-Ya le he comentado a Adriana que un poco flojo, aún no termino de captar lo que quiero. Pero creo que un par de días estará a punto.
-Confío en vosotros. Si ocurre algo ya sabéis que Adriana estará al frente de todo.
CONTINUARA.....
Datos del Cuento
  • Autor: Maria
  • Código: 11006
  • Fecha: 24-09-2004
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.39
  • Votos: 57
  • Envios: 2
  • Lecturas: 1846
  • Valoración:
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