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Categoría: Románticos

morir con los ojos cerrados

me encuentro a cerca de 1000 metros de donde respire por ultima vez, ahi estaba yo, tirado en el suelo, junto a la chica que queria darle un ultimo beso, pero ¿valia la pena estar alli?. dejar que un disparo silencioso te hiriera en lo mas profundo del corazon, las llamas semejantes al infierno debieron haber consumido a ese tipo en el momento de la explocion, Dios no pudo controlar esa alma demoniaca, pero no fui solo yo, para desgracia de todas las almas que volaban alrededor mio, por que nadie pudo evitarlo.
POR QUE!!!

Era un viernes de febrero, el amor y los corazones se repartian por todos lados, y por suerte fui de los pocos que recibian esos abrazos, pero por lastima solo eran de amistad, varios de mis profesores se tomaron el dia libre, aunque por lastima, la primera clase de la mañana, y la penultima no se encontraban libres, pero eso apenas paso por mi mente, me la pase divirtiendome con un grupo de amigos en las canchas de baloncesto, jugamos hasta el limite, pero debiamos admitirlo estabamos demasiado cansados ahora, al terminar el partido perdimos por solo tres puntos, la cabeza me daba vueltas y me recoste en las gradas que estaban junto, todos se fueron a las cooperativas a comprar algo de beber, pero decidi mejor esperar, aunque no estaba solo, otro tipo quedo bastante golpeado y subio a lo alto de las gradas para no ser molestado, recuperandonos de los golpes, me recoste, y me quede viendo las nubes, mi cabeza aun daba vueltas, pasados cinco, minutos pude levantarme, miraba hacia arriba, abajo, tenia que relajar de alguna forma mi cuello, mire hacia arriba otra vez, pero la luz directa del sol fue demasiado fuerte para mis ojos, solo veia iluciones por todos lados, pero hubo algo que si pude sentir, una chica se estaba acercando a las canchas, estaba botando un balon de basquet, no podia reconocerla al principio pero me fui dando cuenta despues, al parecer era Cristina, la niña que me tenia muerto, aunque creo que ella no lo sabia, pero no creo que nunca halla notado que siempre estaba nervioso cuando me veia, cuando me saludaba, hasta cuando platicaba con ella, si que estaba enamorado, pero sabia que yo no podria conseguir nada con ella, tenia un novio bastante celoso, y nada amistoso, no se como fue que se enamoro de el.
Era increible verla jugar, aunque claro no era muy buena, pero tampoco perderia ante cualquiera, su cuerpo atletico, su sonrisa de color rosa de ese bendito lapiz labial, el chino de de su cabello, sus hermosas caderas envidiada por las demas chicas, su pequeño pero bien detallado busto, y por supuesto tambien su tersa piel, parecia que era mi elixir verla todos los dias, la esperanza de volver a verla me hacia levantarme, hacer una diez lagartijas diarias para ponerme en forma para lucir bien, el sentir el calor de su cuerpo cuando estoy en la ducha, y ver el alzar de sus alas al verla llegar por la puerta posterior de la escuela, eso era vida para mi.
Regresando al tema de las canchas, ella se encontraba practicando lanzes de tres puntos, aunque en la mayoria de ellos acertaban, algunos eran digamos pesimos, pero gracias a esos pesimos lanzamientos fueron los que me acercaron a ella, fue uno en particualar, lanzo la pelota en direccion al aro, pero lo unico que hizo fue que rebotarla con gran fuerza, el balon fue directo a su cara, agachandose rapidamente, y tirando un grito. Eso me provoco mucha risa, el balon fue hacia a mi.
*Cristina-de que te ries maldito
*Victor-creo que de la torpez del balon
Enojada con mi respuesta ella me respondio de una manera bastante increible.
*Cristina-acaso eres tan bueno para reirte
*Victor-por lo menos para no agacharme y gritar
Crei que la habia regado en ese momento, y que e iba a hablar a su feroz novio, pero mayor fue la sorpresa con lo que me respondio.
*Cristina-si acaso eres tan bueno ven a demostrarmelo.
*Victor-espero no te averguences de lo que dices.
O eso me parecio una cita con ella o solo una invitacion a jugar, me acerque a la linea de tre puntos y lance el balon, y si
*Victor-tres puntos
*Cristina-tan solo eso
*Victor-superalo, demuestra que me equivoque
*Cristina-no necesitas decir eso
ella tambien acerto tres puntos, y lanzandome un gesto de superioridad me lanzo con fuerza la pelota.
*Cristina-intenta ganerme
esta vez yo no dije nada, lanze la pelota a la misma distancia y... demonios no acerte, ni siquiera toque el aro.
*Cristina- mi turno
Esta vez si que me sorprendi, lanzo la pelota con gran facilidad esta vez, y volvio a acertar, pero esta vez el lanzamiento fue limpio ni siquiera toco la red.
Ella, mirandome en tono de burla,
*Cristina- ya se agoto el valiente.
Creo que con lo que me dijo solo esperaba a que me fuera y la dejara volver a practicar, pero ahora parecia un reto.
*Victor- y que tal eres en el verdadero duelo.
*Cristina- mejor de lo que crees.

Parecia que el estar con ella me dejo volver a competir algunas horas, pero por mas que le seguia el paso ella siempre iba adelante.
Jugamos hasta que solo faltaron unos minutos para entrar a clases de nuevo, pero el marcador no podia quedarse asi, asi que propusimos un trato, volveriamos a jugar mañana en un parque lejano a la escuela y ambos hogares, quedamos a las seis de la tarde, ese dia seria sabado por lo que podriamos aprovechar toda la tarde.

POR FAVOR SI LES INTERESA LA HISTORIA ESPEREN HASTA MI PROXIMO CAPITULO.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.72
  • Votos: 25
  • Envios: 0
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