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Categoría: Románticos

historia de amor en los 70 y el reencuentro

Eran tiempos difíciles y contradictorios, corria la década del 70. La separación de los Beatles, la revolucion hippie y el sexo, droga y rock and roll. A su ves tiempos violentos, la guerra de Vietnan y los movimientos estudiantiles en todo el mundo. En un día convulsionado, se conocieron en una revuelta universitaria.
Eran dos jóvenes de diferentes estratos sociales,se llamaba Adriana, de cabellos castaño claro, ojos color miel y de cara aniñada. parecía, a esas modelos de revista Vogue; como toda mujer de su generación influenciada por Simone de Boubiar y su libro "El segundo sexo" era una biblia en su epoca. Pretendía ser libertaria, a su ves contradictoria; pertenecía a una clase media alta.En ese instante cuando los estudiantes atrincherados oponiendose a toda razon. La policía entra a los claustros, ella corre despavorida, se topa cuerpo a cuerpo con Abel un joven desgarbado, alto, de barba rala y cabello corto. La antitesis a un galan de TV, era obrero formado en una familia de trabajadores católicos. El impacto al ver a ese ser eterio ante sus ojos y riendose, pensó. ¿Que hace este angel por aca? sin mediar palabra, la tomo entre sus manos y partieron de aquel infierno. Alejados de toda violencia, van a tomar un cafe en la calle Corrientes y Montevideo. LLamado La Paz, un lugar donde estuvo Julio Cortazar antes de su exilio. parecido a cualquier cafe del mundo. El Cafe de la Paix y del Barrio Latino, donde se mezclan protistutas y exiliados. Alli, centro de reunión de poetas, artistas y militantes politicos en el centro de Buenos Aires, donde discutian sobre la revolución. Abel no comprendía, como una mujer tan bella y fragil de buena familia, pretendía siendo de una clase social tan diferente; ser tan contradictoria.
Tomando un cafe mientras ese aroma a granos de cafe recien molido, invadia los sentidos. Ella agradecida le pregunta:
¿Que hacias allí?
Responde Abel: Soy obrero catòlico y milito en esas filas. ¿cual es el problema? ya su coarzon latia aceleradamente, sin darse cuenta que esa mujer no respondía a sus ideales.
Adriana era una mujer que hablaba de la liberacion de los sexos, aborto y de pastillas anticonceptivas de la violencia buena o mala sin discriminar que no existe eso en realidad sino violencia al fin.
Abel como todo católico no de misa, pero sí; creyente en la trascendecia del ser. Podía llegar a fundirse en un amor, pasó el tiempo esa amistad se transformó en algo más, discutían, peleaban y se amaban con vorágine pasión. El con la experiencia de un hombre trabajador, ella con la soberbia de los intelectuales de salón. En un momento crucial de sus vidas, Adriana le plantea, que decidió pasar a la clnadestinidad.
Abel como todo enamorado y conocedor de la vida le dice:
- !Por favor medita y piensa, si cruzas ese camino de lo legal a lo ilegal, lo nuestro estará terminado.
Adriana contesta: !Tu eres un católico de salón no eres un revolucionario. mientras pacientemente abel la escucha y en un momento se para y le contesta:
-!yo te amo por eso te digo esto.
adriana con la soberbia de aquella epoca le contesta:
Solo he tenido sexo contigo, nunca te amé.
Abel dolorido en su fuero íntimo y desconsolado ante tamaña respuesta le contesta:
!Nunca! una revolcuion cambiará nada, es condicíon natural del hombre, el poder, el egoismo,la envidia, la honestidad y deshonestidad siempre habrá miserables, leales y traidores. sin esperar repuesta, se levantó y se fué.
Pasaron los años, exilios y muertes. Abel iba todos los martes a tomar cafe, ponia la nariz contra el vidrio, viendo pasar tras los ventanales, cualquier silueta que le dijera que estaba viva. Escribiendo sobre la mesa y suspirando deja escrito:
" Abel estuvo aquí, murió el mismo día que partió su amor".
Un dia otoñal cuando la llovizna rozaba una veta rosa, entró una mujer, la vio y sus pupilas brillaban encendidas. La llamó :
!Adriana! !sos vos Abel! le responde ella lo reconoció al instante sus cabellos entrecanos, sus bigotes con hilos blancos, sus arrugas todavia siendo joven. ella le contesta:
! Si Abel soy yo! ! que se ha echo de vos! ya no tenía essa cara angelical, fresca y juvenil. La vida habia echo mella en ambos.
Sin querer Adriana le dice:
- !siempre mi querido Abel me acordé de tí , cada palabra, a cada hora, a cada minuto en mi exilio en europa.
¿ Cual era tu recuerdo? le pregunto inocentemente, esperando otra contestción.
Adriana: - querido amigo, querido amante siempre tuviste razón. La condición humnana será la misma con revolución o sin revolución. ! no te puedo ofrecer nada, estoy vacía interiormente. Abel la juventud pasó solo quedan rsatros o quizá sombras de lo que fuimos. Abel responde:
Es así mis padres murieron, fuí alcoholico y mi mujer me abandonó A veces pienso a veces lloro, a veces recuerdo mi amor por vos. Lo unico que me mantuvo en pié fue ese amor por vos.
- te esperé cada martes, cada hora lo único que supe en ese momento, si me hubieras pedido morir por tí, lo hubiera hecho,solo con pedirlo, me hubiera inmolado por vos.
-!Ahora! querida mia, el único amor que me queda para dar son mis hijos y tan solo a veces hablo con loa animales, ellos siempre seran fieles.
- Lo unico que supe es que nunca fuí feliz.
Alli sin mediar palabra como una sombra se levantó y se fué.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.38
  • Votos: 60
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Carolina
invitado-Carolina 27-04-2004 00:00:00

Es un relato triste, escrito a trompicones y sin hilo argumental lógico. Lo mejor de este relato es la música.

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