Hoy te dibujaste en mi mente. Hace tiempo que no hablo contigo y me gustaría romper este silencio conmigo mismo. Que difícil es la vida cuando la distancia se mezcla con nuestros quehaceres diarios, lo siento, aquí sentado me ahogo en la inmensidad de este absurdo mundo.
Saqué esta peluda cabecilla cuando apenas contaba con ocho meses, no sé por que tenía tanta prisa, creo que era el principio de mi emancipación, que tonto fuí. Según pasaban los años... recuerdo mi infancia, aquellas mañanas oscuras en la cocina cuando preparabas el desayuno para nosotros y lo devorábamos sobre una mordisqueada mesa de fornica, o en el mismo escenario, esas cenas que mataban el hambre arrastrada desde la hora de la comida, maldito comedor del colegio, nunca encontré en el tu dulzura. También recuerdo con cariño el primer sopapo merecido que me diste, cuando influido por tres chiquillos estuve desaparecido por la calle en un alarde de hombría mal entendida... como me dolió el alma cuando vi tu rostro de desncajada preocupación.
Tantos quirófanos recorridos, (que yo recuerde seis veces y seguramente me dejaré alguna minucia), y tu siempre a mi lado, bueno todas menos una. La lejanía y la premura del echo impidieron tu presencia, lo sé. Recuerdo especialmente cuando estuve en el hospital militar en Granada, despues de unas semanas interno, viniste a mi lado, para sacarme por unas horas de aquel duro encierro, lo recuerdo como uno de los días más bonitos de mi vida, mil gracias.
Y ahora aquí lejos de ti, con mi propia familia, quiero que sepas que te echo de menos y que aunque ya no puedas cuidarme, (ya aprendí yo solo), siempre seré tu niño,y que te quiero.
Dentro de seis días es el día de la madre y quiero felicitarete de corazón, eres la mejor mami del mundo, un millón de besos de tu hijo mayor que siempre será pequeño a tu lado.
P.d. Felicidades a todas las madres en su día y sobre todo a la futura mama de mis hijos, estoy locamente enamorado de ti.