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Categoría: Tradicionales

Una boda fue la causa

Ni él mismo supo cómo empezó todo. En un principio cada copa significaba alegría, olvido y buen vivir, claro según sus propias palabras; pero la realidad era muy distinta.
Francisco en sus años mozos, vivía bien. Tez morena clara, ojos zarcos, cejas pobladas, alto, pero sobre todo, un hombre formal.
Desde los quince años había abrazado la profesión de peluquero -misma que heredó de su padre-, y con el paso del tiempo, adquirió su propio negocio, el cual le redituaba jugosas ganancias. Precisamente, en el lugar frente a su peluquería, trabajaba Yolanda. Era bella, de andar coqueto y accionar similar. Servía como mesera en una fonda y ahí fue donde se conocieron. Ella no era mala, las circunstancias la hacían que actuara de esa manera. También ella en su niñez, había sido víctima de las maldades de la vida. Hija de un padre con problemas de alcoholismo, la mayor parte de su pubertad y posterior juventud, la pasó entre golpes, gritos y desamparos.
A Francisco, por su parte, la vida le había sonreído siempre y todo empezó a ir mal después de ... su tragedia....llamémosla así.
Su sino funesto comenzó aquél 25 de diciembre de 1947. La boda iba a celebrarse en esa fecha, porque fue escogida por ella para que la felicidad fuera eterna y la Navidad les recordara su vida feliz.
Él se presentó quince minutos antes de la ceremonia. Vestía un impecable traje negro y camisola magenta. Sombrero lustroso de copa alta de un color aperlado. Zapatos escrupulosamente lustroso, sólo la corbata se distinguía del demás ropaje: ésta era de satén color cian. Sudaba copiosamente y sus manos temblaban, manifestando síntomas de nerviosismo natural ante tal compromiso.
La hora de la cita llegó, no así la novia. Pasaron 10...15...30 minutos y todo seguía igual. Los murmullos crecieron de intensidad a medida que transcurría el tiempo. Pero, ella, jamás se presentó. Nunca supo la razón de porque Yolanda no acudió a cumplir el juramento que meses antes le había hecho a Francisco frente a un altar, además de que no le importaba la razón.
Decepcionado y triste, Francisco abandonó la iglesia y se refugió en el único lugar en el cual supuestamente se encuentra el olvido: El alcohol.
Desde ese momento la bebida se posesionó del hombre que meses, días antes, con la felicidad del que ama a una mujer y confía en ella, cumplía cabalmente con su profesión de peluquero.
Se la vivía en las cantinas, al principío tomando de las bebidas más caras y de marca. Pero al transcurrir del tiempo, el dinero ya no fue suficiente para cumplirse sus gustos. Adquirió la terrible enfermedad del alcoholismo: Incurable, progresiva y mortal, y en su ingesta de alcohol diaria, fue degradando personalidad, perdiendo amistades, familiares y más.
Ahora no sólo deseaba beber whisky, no importaba, ahora también tomaba alcohol puro. Los años de bebedor lo fueron convirtiendo en una piltrafa humana.
Garras de ropa, que un tiempo atrás fueron elegantes, ahora apenas cubrían su maltrecho y delgado cuerpo. Descalzo, sucio, maloliente, greñudo y lanzando incoherencias al hablar, era lo cotidiano. Así pasó más de veinte años desde ese infausto día, hasta que Dios se compareció de él, y una tarde lluviosa, fue encontrado muerto en una de tantas calles por las que deambuló. A Francisco no lo mató la desdicha de una boda inconclusa; no lo mató Yolanda con su informalidad, no lo mató la sociedad; a Francisco se lo llevó el alcoholismo, una enfermedad que día a día mata a miles de personas, hombres y mujeres. Francisco fue una víctima más de esa enfermedad.
Datos del Cuento
  • Categoría: Tradicionales
  • Media: 6.1
  • Votos: 115
  • Envios: 12
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Comentarios


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4 comentarios. Página 1 de 1
ANA LUISA
invitado-ANA LUISA 31-05-2004 00:00:00

Primeramente te extiendo un saludo y te felicito por la magnifica redacción, es indudable que el alcoholismo es una terrible enfermedad que no solo daña al alcoholico, sino tambien arruina la vida de muchos, tambien yo tengo mucho que contar a cerca de eso, pero como dicen eso es otra historia. Felicidades!!!

Sergio Angulo
invitado-Sergio Angulo 30-09-2003 00:00:00

Como siempre no me defraudaste. Al momento de leer tus cuentos siempre sé que encontraré algo novedoso y genial. Sigue adelante con ello Saludos gran escritor

Crystal I
invitado-Crystal I 27-09-2003 00:00:00

para hacernos ver los peligros del alcohol. Me encanta el cuento porque haces que uno se meta en el personaje y su desgracia. Felicidades

Mariannela Solis
invitado-Mariannela Solis 26-09-2003 00:00:00

No sé si sea ficticio o real tu relato,loúnico que sé, es que es excelente. He leído tus demás cuentos y no cabe duda de que tienes talento para la escritura. Se te da. Tienes en mí a una admiradora y sigue escribiendo tan bonito como hasta ahora lo haz hecho. Felicidades. Tu fan No. 1. Saludos Ventura....

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