De pronto la niña llegò a aquel lugar, llego de un camino que tardò en transitar.Sus pasos cansados quisieron lograr echar sus raìces en ese lugar. Pasaron los años y ella creciò, fueron muchos sueños que su vida acompañò. Pensò que el mundo era asì, asì de difìcil y que era duro vivir. Con tantos desvelos, con tanto sufrir quiso esa joven compartir su vida con un alma buena que a su vida llegò. El era su fuente de luz y esperanza, era su sueño de amor encantado y junto a èl empezò a vivir una rea lidad que en otro tiempo creyò que no iva a llegar. Fueron muchos dìas, años de trabajo y aquella familia fue su refugio, su ancla en un mundo que le quitò muchas cosas.
Hoy en otro tiempo, no es facil ver aquella pequeña de dulce mirada, quedò en otro tiempo, muy lejos quedò.
Es fàcil ver que es todo mucho màs sencillo de lo que ella imaginò.
La vida no acaba, la vida transcurre en una sucesiòn de dìas, ellos nos moldean segun circunstancias que nos tocan vivir, hasta que termina todo este camino que un dìa comenzamos a seguir.
Era una niña, hoy es ya mujer,esposa, madre, amiga e hija tambièn, pero ella no es ninguna de todas esas, es un alma libre sin tiempo y sin nombre que muchas veces se escapa para reencontrarse en el aleteo de una mariposa, en la flor que acaricia, en el agua del mar.Ella no detiene su paso ante la tristeza, rescata el momento en que el hilo infinito de la creaciòn la puso en el mundo y sola la dejò.