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Categoría: Ciencia Ficción

Sentencia

~~Zacarías Lucerna, aún aletargado por los efectos de los tranquilizantes miraba con temor los monitores que sonaban insistentes a su alrededor.  Desde ellos una maraña de cables se desprendían como delgados tentáculos hasta su cuerpo que  permanecía atado a una camilla en el centro de la Sala de Análisis Médico. Esta era una habitación amplia de  paredes blancas y brillantes en las que solo una diminuta ventana dejaba ver los rostros difusos de quienes estaban del otro lado analizando la información que recogían desde los monitores.
 Entonces una puerta se abrió.
- Hemos completado todos los análisis - dijo el oficial medico mientras se acercaba-  y ya tenemos la resolución definitiva del departamento de Justicia.
 Zacarías palideció y un sudor frío le recorrió el cuerpo al mismo tiempo que su corazón parecía detenerse.
- Su caso cumple los requisitos para ingresar al programa de Retribución y la resolución concluye que a las 18:00 horas de hoy viernes 21 de febrero de 2020,  le serán extraídas ambas corneas, un riñón y 2/3 de su hígado para ser entregados al Centro de Distribución de Órganos para Personas Justas. Ambas manos le serán amputadas y desechadas. Desde ese mismo momento comenzará a recibir la pensión mínima de invalidez destinada para estos fines.
 El oficial se detuvo un instante frente a la puerta antes de abandonar la sala.
-Siempre me pregunté qué hay en la mente de personas como usted, con qué derecho asesinan y le arrebatan la vida a otras personas, cómo concilian el sueño después de provocar tanto daño, como respiran y a que le temen, si es que en verdad le temen a algo.
 En la ciudad la vida transcurría pausada, como habitualmente sucedía durante el caluroso verano de Febrero. Muchas familias descasaban en las cercanas playas de la costa disfrutando de las vacaciones por lo que las calles lucían tranquilas muy  lejanas del tráfico infernal de otras mañanas.  Pocos acontecimiento rompían la rutina de sus habitantes y desde que la justicia era administrada por la Gran Reforma los hechos delictivos eran aislados. La alta tasa de delincuencia que existía con anterioridad había obligado  al gobierno a implementar  no sin críticas el Programa de Retribución. Un complejo software y una compleja red computacional reemplazó la parcialidad e inoperancia corrupta de los sistemas de justicia. La información del imputado ingresaba a este sistema y luego de una serie de análisis médicos la computadora emitía, sin posibilidad alguna de apelación sólo dos posibilidades de sentencia.
 Si estos análisis eran positivos para enfermedades infecciosas o genéticas, la anulación total era el veredicto y equivalía a la pena de muerte de otras épocas. En caso contrario el imputado ingresaba al Programa de Retribución.
 Zacarías miró el techo. En el se desplegaban las imágenes de todas sus víctimas una y otra vez, pero era fácil cerrar los ojos para dejar de verlos. Pensó que luego de un tiempo se acostumbraría a la ceguera, que no lamentaría la ausencia de sus manos y con una dieta adecuada podría sobrevivir con una función renal y hepática disminuidas. No podía decir si era justa o no la sentencia por los robos y asesinatos que cometió en su vida y en realidad poco le importaba ya que sabía que nada, absolutamente nada podía cambiarla. Pensaba en todo eso cuando la puerta nuevamente se abrió.
  - Hay algo mas que no le hemos  dicho- dijo el oficial médico mientras Zacarías nuevamente palidecía. - Se le implantará un chips que estimulará ciertas áreas de su corteza cerebral  y desde ese momento y hasta que su vida termine, cada 30 segundos los últimos minutos de las personas que asesinó se desplegarán en su mente. Usted revivirá la angustia y el dolor de esas personas  una y otra vez en un ciclo infinito y nada, absolutamente nada de lo que haga lo detendrá.
 Zacarías miró hacia el techo y gritó desesperado. Clamó entonces por la anulación y rogó por el perdón. Sus gritos aterradores solo cesaron cuando los oficiales lo adormecieron para llevarlo al pabellón.

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