Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento

Nogotor, el extraterrestre juguetón

Había una vez un extraterrestre llamado Nogotor al que le gustaba mucho jugar. Nogotor vivía en el planeta Frixión, un mundo apartado por el que nunca pasaba nadie. 

Nogotor era de color verde. Tenía solo seis dientes en la boca, tres arriba y tres abajo. Sus grandes ojos salían de su cabeza con el periscopio de un submarino. Tenía dos brazos más bien cortos que terminaban en una mano con un solo dedo. Nogotor no tenía cuello, ni cintura ni piernas ni pies, aunque eso no le impedía ser muy flexible. Para desplazarse, Nogotor daba saltos o rodaba sobre su redondo cuerpo.

Los habitantes de Frixión eran terriblemente aburridos, todos menos Nogotor. Harto de no tener con quién jugar, a Nogotor se le ocurrió la idea de construirse una nave espacial para explorar el espacio en busca de otros planetas.

A pesar de que todo el mundo le decía que viajar por el espacio era peligroso, Nogotor estaba decidido a irse en busca de aventuras.

-Si no fuerais todos tan aburridos no tendría que irme de aquí -les decía Nogotor.

Cuando Nogotor terminó de construir su pequeña nave se fue de Frixión. Durante días estuvo viajando por el espacio sin encontrar ningún planeta. Todos estaban muy lejos. Aburrido ya de tanto viajar decidió posarse en un gran asteroide que pasaba por allí. 

Nogotor se bajó de su nave a explorar el asteroide. A pesar de que era bastante grande, Nogotor lo recorrió en menos de una hora. Pero no encontró a nadie por allí.

Nogotor decidió que tal sería buena idea regresar a casa. Al menos tendría compañía. Pero cuando se subió a la nave y la quiso poner en marcha, el aparato no reaccionó. ¡Se había estropeado!

Nogotor bajó de la nave dispuesto a arreglarla, pero con las prisas se había olvidado de meter la caja de herramientas. 

-¿Qué voy a hacer ahora? -lloraba Nogotor-. Ahora me quedaré solo para siempre.

En ese momento apareció una nave que se posó junto a Nogotor. ¡Era su hermano mayor!

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Nogotor.

-Te traigo la caja de herramientas -dijo el hermano de Nogotor-. Llevo semanas buscándote. Veo que te hace falta.

-Gracias, hermano. Eres el mejor.

Nogotor arregló la nave con la ayuda de su hermano. Se lo pasaron en grande buscando el fallo y mejorando algunos detalles que Nogotor había pasado por alto.

-Vuelvo a Frixión -dijo el hermano de Nogotor-. Ya me contarás cuando vuelvas qué tal funcionan esos nuevos inventos que hemos instalado en tu nave.

-Creo que volveré contigo -dijo Nogotor-. Viajar solo no es tan divertido como yo creía.

Nogotor y su hermano regresaron a casa. Por el camino, hicieron carreras y piruetas. Inventaron juegos y exploraron algún que otro asteroide.

Así fue como Nogotor encontró un nuevo pasatiempo y un amigo que no le fallaría nunca: su propio hermano. Juntos construyeron nuevas naves e inventaron nuevos aparatos que hicieron su vida mucho más interesante.

Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 447
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 54.173.214.79

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815