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Categoría: Infantiles

Mamá se cayó mi estrella.

Melina todas las noches, antes de irse a acostar, le gustaba mirar por la ventana para jugar a contar las estrellas. Reía y se divertía mucho mientras las contaba. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve diez. Llegaba hasta cien.Ya cansada de tanto contar las estrellas, sintió sueño. Los ojos se le cerraban. A ella le hubiera gustado seguir jugando hasta que la sorprendiera la mañana, pero no podía, además el sueño la vencía. Melina se fue a dormir. Esa noche soñó que todas las estrellas se metieron a su cuarto para jugar con ella. "¿Te gustan los ositos? le preguntó una estrella.
"Si, pero los de peluche. Los osos de verdad me dan miedo porque te atacan."
"¿Por qué te gusta jugar con nosotras?"
"Porque me gustan mucho las estrellas, su brillo, su color. Pero ustedes son muchas y no las puedo contar."
"Ni yo misma sé cuantas hermanas tengo. Pero sé que somos muchas, no todas estamos aquí. Las niñas juegan con muñecas, ¿cuántas muñecas tienes tú?"
"Tengo más de quince. Vengan conmigo, les enseñare mis muñecas. Mi favorita se llama Estrella, como ustedes. Yo les quiero regalar algunas de mis muñecas."
"Gracias Melina, pero no podemos aceptar tu regalo - dijo la estrella más grande - Nosotras no necesitamos muñecas para jugar, las niñas como tú si pueden jugar con muchos juguetes y tener muchas muñecas."
"¿Qué les puedo regalar para que sean mis amigas?"
"Nada, que sigas dándonos tu amor y siempre mires al cielo y juegues a contarnos. Eso nos hace feliz. Nosotras tenemos con que jugar. Somos muchas hermanas y nos divertimos haciéndole broma a la luna, apagando el sol, mojando el cielo cuando llueve y mirando hacia la tierra para disfrutar de la oscuridad, y después ya cansadas, cuando empieza a amanecer y sale el sol, nos vamos a acostar." Asombrada Melina dijo: ¡Como me gustaría ser estrella! ¿Me puedo ir con ustedes?"
"Eres nuestra amiga Melina y vives en este hermoso planeta llamado tierra. Nosotras pertenecemos al cielo. A pesar de la distancia seguiremos siendo amigas. Jugaremos desde el cielo hasta la tierra, tú trataras de adivinar cuantas estrellas somos. Nosotras te miraremos y nos reiremos, porque no es tan fácil adivinar cuantas estrellas hay en el cielo."
Melina dijo un poco triste: "Nunca las puedo terminar de contar porque solo sé contar hasta cien." Una estrella muy bonita respondió: "No te pongas triste amiga Melina, cuando seas grande vas a conocer todos los números. Podrás contar hasta más de un millón. Nos tenemos que ir, no debemos estar en la tierra, pertenecemos al cielo. No dejes de buscarnos y sigue contándonos, así jugaremos como buenas amigas."
Melina abrazo a todas las estrellas. Ellas la besaron y poco a poco se marcharon. Una estrella pequeña se quedó un ratito más con ella. "Me quedare contigo hasta que amanezca. Anda duérmete muñeca, mañana tienes que ir a la escuela."
Melina se durmió por un rato abrazando a su estrella. Despertó cuando la sintió marcharse. La estrella le dijo adiós. Melina miró hacia el cielo y con dolor pudo ver cuando su estrella tropezó con un árbol y se cayó. Melina la busco con la vista, pero no la pudo volver a ver. Se puso a llorar con mucha tristeza y llamó a su mamá a gritos: "¡Mamá, mamá, se cayó mi estrella!"
La mamá se acerco a Melina, la movió, y dijo: "¡Despierta, despierta hija, has tenido una pesadilla!"
Melina abrió sus inocentes ojos, se abrazo a su mamá y le dijo: Mamá, ¿Sabes cuantas estrellas hay en el cielo?" "No hija, son tantas que no se pueden contar."
"Es cierto mamá, y ahora son menos porque se cayó una estrella, mi mejor amiga."
Mamá sonrió y dijo: "Ya aparecerá tu estrella hijita. Hay muchas estrellas en el cielo y si tu quieres pueden ser tus amigas, aunque no sé si algún día puedas contarlas a todas."
"Es cierto mamá, esperare a ser grande para volverlas a contar. Primero tengo que aprender a contar bien. Mejor jugaré con mis juguetes y de vez en cuando mirare a las estrellas y le mandaré un saludo. Ellas seguirán siendo mis amigas."
"Si hijita mía, prepárate, tienes que ir a la escuela." Melina abrazo a su madre y le dijo:
"Mamá, tú eres mi estrella y eres la más bonita. No quiero que como mi amiga, tú también te me pierdas. No podría estar sin mi estrella favorita."
Mamá la besó con ternura y le dijo: "Tú eres mi lucero, lo más bello que tengo, el mejor tesoro que mi Dios me regaló. Nunca me perderé, porque no te voy a abandonar."
"Gracias mamá, llévame a la escuela. Hoy quiero dibujarte una estrella que se parezca mucho a ti."

Fin.

"En los ojos de nuestros niños somos mariposas, somos las flores más hermosas, somos las estrellas que más brillan, y también somos lo mejor del mundo."
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 5.5
  • Votos: 143
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Lágrima Azul
invitado-Lágrima Azul 18-10-2007 00:00:00

Acabo de toparme con tu cuento y me ha parecido precioso, lleno de luz y dulzura. Felicidades!! tu cuento es entrañable y tiene una buena enseñanza para todos nosotros. Este cuento es como una buena estrella que nos guía :-) Un abrazo

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