Los Tres Reyes Magos.

(Relato Religioso, 69.)

Imagínese la escena: Pese a la incomodidad que suponía para su esposa, quien en ese momento estaba embarazada de nueve meses, José viajó a la ciudad de sus antepasados para inscribirse de acuerdo con el decreto de César. Al llegar a Belén, el matrimonio no encontró alojamiento, pues la ciudad estaba abarrotada de gente. Asi que las circunstancias los obligaron a acomodarse en un establo, donde Jesús nació y fue acostado en un pesebre. A fin de fortalecer su fe, Jehová Dios proporcionó a los modestos padres una confirmación de que aquel nacimiento realmente había cumplido la voluntad divina. ¿Envió una delegación de ancianos prominentes de Belén para alentar a la pareja?. No. Por el contrario, Jehová reveló el acontecimiento a unos pastores laboriosos que pasaban la noche a la intemperie vigilando sus rebaños.

El ángel de Dios se les apareció y les dijo que fueran a Belén, donde encontrarían al Mesías recién nacido “acostado en un pesebre”. ¿Les sorprendió o incomodó a estos humildes hombres oír que el Mesías recién nacido estaba en un establo?. !Desde luego que no!. Sin tardanza dejaron sus rebaños y partieron hacia Belén. Cuando hallaron a Jesús, contaron a José y María lo que el ángel de Dios les había dicho. Sin lugar a dudas, su relato reforzó la fe de la pareja en que todas las cosas se estaban realizando tal y como Jehová se había propuesto. Por su parte, “los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios  por todas las cosas que habían oído y visto”, como lo registra el Evangelio de Lucas, capítulo 2, versículos 8 al 20. En efecto, al revelar lo sucedido a aquellos pastores temerosos de Dios, Jehová estaba anunciando al mundo el nacimiento de su Hijo aquí en la Tierra y que El había tomado la mejor forma de decirlo a la humanidad.

En las escenas de la Navidad por lo general se representa a tres hombres vestidos de largos ropajes y montados en camellos, que llegan a un establo donde encuentran al niño Jesús acostado en un pesebre. A dichos visitantes espléndidamente ataviados se les conoce popularmnete como los Tres Reyes Magos. ¿Quiénes fueron estos Tres Reyes Magos y qué dice la Biblia sobre ellos?.

Bueno, según las Escrituras, los denominados reyes magos provenían de “las partes orientales” y fue allí donde se enteraron del nacimiento de Jesús, como se nos explica en Mateo 2:1, 2 y 9. Debió tomarles mucho tiempo llegar a Judea, ya que no se encontraban cerca de Belén. Cuando finalmente encontraron a Jesús, ya no era un bebé que acababa de nacer en un establo. En realidad, hallaron a María y al “niñito” viviendo en una casa, ya no estaban en el establo, ni Jesús en un pesebre, según se indica en Mateo 2:11. Por lo tanto, esta escena del encuentro de ellos con Jesús acostado en un pesebre, no es verdad, no sucedió de esa forma.

La Biblia llama a estos hombres magos, o “astrólogos” y no indica cuantos eran, pudieran haber sido dos o muchos mas de tres. La obra The Oxford Compansion to the Bible, (Guía Oxford de la Biblia) explica: “La relación entre la magia y la astrología se refleja en la fascinación que sentían los visitantes por la Estrella que los condujo hasta Belén”. Las Escrituras condenan claramente cualquier tipo de magia, así como la práctica babilónica de intentar obtener información de las estrellas. Puedes buscar en tu Biblia, por favor,  Deuteronomio 18: 10 al 12 e Isaías 47:13). Los cristianos de hoy día tampoco debemos de buscar información sobre el futuro inquiriendo a las estrellas o de ningún otro medio de adivinación lo cual es contrario a la voluntad de Dios, condenado en los textos ya citados.

Es más, si ya Dios había anunciado el nacimiento de Jesús, si ya había hecho público el nacimiento del Mesías, por medio de un ángel a los pastores cerca de Belén, ¿por qué tendría que decirlo de nuevo algún tiempo después por medio de agentes que eran parte de la adoración falsa, que no eran adoradores verdaderos?. Piense en esto: La revelación que recibieron aquellos hombres no tuvo buenas consecuencias. Despertó la cólera celosa del malvado rey Herodes, lo cual a su vez, provocó la huída de José, María y Jesús a Egipto y resultó en el asesinato de todos los niños varones de Belén “de dos años de edad para abajo”. (Lo cual nos muestra que el encuentro de los reyes magos no fué recién nacido Jesús). Herodes había averiguados cuidadosamente el momento del nacimiento de Jesús por medio de los astrólogos. Puede comprobar este punto leyendo en su Biblia Mateo 2:16.

En vista de todas las desgracias que acarreó la visita de aquellos hombres, es razonable llegar a la conclusion de que tanto la Estrella, concocida como la Estrella de Belén, que vieron como el mensaje sobre “el que nació rey de los judíos” (Mateo 2:1, 2) procedían de alguien muy interesado en matar y destruir a Jesús, el enemigo de Dios, Satanás el Diablo.

Si ves por tu vecindario o en un lugar póblico a los Testigos de Jehová, puedes pedirle que te dén más información sobre éste tema y así llegar a tener un mayor conocimiento de lo que realmente enseña la Biblia y  a no realizar las tradiciones creadas por humanos. Es por eso los cristianos verdaderos de hoy día no debemos de creer ni participar en nada que tenga que ver relacionado con esta festividad de los reyes magos. Y lee la Biblia diariamente para que recibas bendiciones de parte de Dios.