Howard, ¿estas bien? Sabes que puedes contar con migo para lo que quieras –

escuchar esas palabras en su amigo le tranquilizaron.

-Sebastián espérame en tu casa, estoy allí en menos de una hora y te cuento, ahora

tengo que dejarte –Howard nervioso colgó el teléfono.

El olor a amoniaco era insoportable, alguien se habría dejado abierto algún bote del

producto. El Teniente se armó de valor y salió del cuarto de la limpieza en dirección al

parking. Afortunadamente nadie lo detuvo en el camino, tampoco supo donde se

encontraba el General así que supuso que no habría querido actuar de esa forma

contra él, y quedar así en evidencia delante de quien pudiera oírles o verles.

A la mañana siguiente en un comunicado a las diez salió el Teniente Howard en directo,

desvelando para todo el mundo los grandes riesgos que puede provocar el consumo de

Fixina en determinadas personas y también todo lo que sabia sobre la trama que se

escondía detrás de este medicamento.

Veinticuatro horas después, el Presidente del Gobierno y varios de los gobernadores

del país presentaron sus dimisiones. El General Perskin fue destituido de su cargo y fue

acusado de violación de los derechos humanos, ocultación de información y

obstrucción a las autoridades. El Teniente Howard fue nombrado General y recibió una

medalla en honor a su trabajo.

Nota del autor: Espero qué hayáis disfrutado con el relato. Es el segundo que escribo y me gustaría que me hicierais algún comentario, tanto para bien como para mal. Si lo importante es aprender y corregir los erros.

Muchas gracias por vuestra lectura.

Riper.