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Categoría: Románticos

La cola del mapache

Nunca había cococido a nadie igual.
Tiene un aura tan...es blanca y transmite tranquilidad, amor.
Él brilla;aunque esté enfadado y se quiera esconder del mundo real dentro de su caparazón de mimbre. No lo puede evitar, aunque quiera amordazar a esa luz, ésta se escapa por las rendijas de su alma para que yo pueda sentirla, sin verla y sin saber por qué sólo aparece ante mí.

ésa luz me hace buscar esos ojos, y el brillo de estos tiene el poder curativo de darme fuerzas para seguir adelante, por el camino hacia mi destino.Y ese brillo es lo que hace que al andar por ese sendero levante instintivamente el pié para no pisar esas hermosas setas venenosas.
Él es como la primera luz de la mañana, esa que entra por la ventana inundandolo todo de una alegría contagiosa y te hace ver las cosas de otra manera.Esa luz se refleja en un cristal esconchado, creando mil prismas de colores que hacen que ese momento se te grabe a fuego en la mente, como cuando por primera vez escuchas una canción que hace que se te ponga la piel de gallina y una multitud de recuerdos acudan a tu mente bajo destellos de infinitas lentejuelas iluminadas por focos de colores en plena noche.
Aunque te encontraras perdido en la espesura de un pirinaico bosque en el que la niebla de la mañana todavia no se ha disipado, su luz llegaria hasta tu corazón; hasta mi corazón.Reviviendo el brillo de esos ojos que me miran queriendo esconder emociones, ya que no logro descifrar qué hay detras de ellas.
Quiero estar detras de ellas,en lo mas profundo de su ser, donde nisiquiera el mismo sabe que hay un espacio libre donde yo pudiera cobijarme de las frias nieves sin que se me enfriase la naríz.

Quiero inundarlo;que esté lleno de mí.
Quiero poder cobijarme tras sus ojos cuando empiecen a caer los primeros copos blancos; cuando florezcan las flores en los verdes campos; cuando llega el tiempo de las sandías y las fresas, y cuando caen las hojas de los árboles, formando así una eterna alfombra amarronada que cruje sólo de pensar pasar por entre sus escasos huecos intentando ser discreto para no despertar a los mapaches, que duermen acurrucados en sus madrigueras.
Quiero pasar tras sus ojos las cuatro estaciones, simplemente allí, con mas estrellas fugaces cada dia posándose sobre mi pelo, cada vez mas largo, agitándose al viento y oliendo a eternidad, a libros viejos, a sueños de juventud siendo recordados por un abuelo bonachón con una de sus muchos nietos senteda sobre su regazo.

Así quiero pasar yo mis madrugadas:acurrucada junto a él en nuestra madriguera, viendo el mundo desde mis ojos, que estan tras los suyos, porque siempre; desde que nuestras almas se cruzaron llenas de libertad, han estado juntas bajo un manto estrellado, con el aullido de un lobo como única compañía.
SOY metafísica, y esto lo escribí para un antiguo profe, el hombre al que mas he querido en mi vida, mi amor platónico.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.66
  • Votos: 38
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Marcela
invitado-Marcela 17-12-2003 00:00:00

Te felicito, lograste un relato muy bello, me encantaron tus metáforas, la manera tan radiante y cristalina como lo describiste todo. Y también te felicito por albergar tanta fuerza en tu sentir.

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