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~El rancho de Don Diego no era muy grande, pero estaba progresando, el trabajo ya era demasiado para Rodrigo, el único peón del lugar, quien le contó a su amigo Julián sobre la oportunidad.
Ese mismo viernes Julián esperaba en el camino hasta que el peón saliera, pues habían acordado que así el patrón no dudaría en contratarlo, ya que Rodrigo pasaba los fines de semana en el pueblo con su familia y volvía hasta el lunes, dejando el rancho sin cuidado durante esos días.
Después de darse el saludo al cruzarse en el camino, Julián se dirigió al rancho, era todavía un camino de veinte minutos. Cuando llegó al lugar antes de poner un pie fuera de la camioneta, un perro, negro y fornido, le ladro con furia apoyando sus patas en la puerta. El hombre intentaba calmarlo, pero el perro estaba desquiciado, ladraba repetidamente, jadeando sin cesar, se le erizaban los pelos del lomo, y la abundante espuma que salía por su boca le hizo enterarse a Julián de que el perro estaba rabioso.
Sonó la bocina en varias ocasiones pero no obtuvo respuesta, así que mejor le dio por marcharse, para su mala suerte la camioneta no respondía. La dejó descansar un rato pero el sol que le daba directamente convirtió la cabina en un horno, el calor era tan intenso que empezaba a sentir síntomas de desmayo, no llevaba consigo ni una gota de agua. Como nadie respondía a sus llamado pensó que el animal ya habría atacado al pobre viejo haciéndolo pedazos, o no tendría ningún tipo de ayuda hasta el lunes que Rodrigo volviera.
Entonces tendría que resistir hasta el lunes pues no quería morir así nada más, de sed, atrapado por un perro rabioso que no dejaba de dar vueltas alrededor de su camioneta. El cual se volvía cada vez más loco con el aumento de la temperatura. Afortunadamente cayó la noche y Julián se quedo dormido, al despertar el siguiente día lo único en su cabeza fue encender el motor, que de nuevo no respondía, con la desesperación y el intenso calor de la mañana, no tardó en caer desmayado por la falta de agua.
Cuando Rodrigo llegó el lunes, ahí estaba Julián inconsciente en su camioneta, Don Diego despedazado en la puerta trasera de la casa, y la bestia negra muerta debajo de la camioneta.
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