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Categoría: Hechos Reales

La Verdad

Un día Caminando rumbo al trabajo como acostumbro ir a pie tuve la oportunidad de observar lo que las personas nunca ven por tener siempre demasiada prisa, ese día iba caminando por la calle cuando tu ve la oportunidad de ver como la gente no tiene tiempo para lo que realmente importa, ya que no les importa si tienen diez minutos de atraso para tomar el autobús se tienen que enterar de cómo va a terminar el partido de fútbol pero si su hijo les pide que ate su zapato o que mire el dibujo que hizo para el simplemente no tienen tiempo y dicen llevaselo a tu mama. La verdad es que solo nos importa lo que nos distrae por un momento y no lo que nos acompaña todo el tiempo.

Seguí mi camino y pude ver como la gente se dirigía a sus destinos con una cara de obligación en ves de ir con alegría a laborar al lugar del que dependen sus familias, no entiendo como pueden molestarse por trabajar solo ocho horas si es el lugar donde pasan mas tiempo y del cual depende el bienestar de su familias, pero en cambio si un amigo los invita a tomar un trajo van con gusto y pasan mas tiempo que con sus familias. La verdad es que apreciamos lo equivocado de la vida.

Ya iba ala mitad de mi camino cuando me encontré con unas muchachas alas cuales se les había detenido el coche, me detuvieron y preguntaron si podía ayudarles a empujarlo yo respondí que si, me dispuse a empujar el coche por la calle llena de gente que solo se quedaba mirando sin intención alguna de ayudar me observaban con rareza como diciendo “porque les ayuda en esa dirección hacia donde empujan el coche el se regresa, de seguro quiere quedar bien para irse con ellas”. La vedad es que nos preocupa mas juzgar la razón que tiene la gente para ayudar, que ayudar ala gente que tiene la razón.

Seguí mi camino con una moneda en mi bolsillo y un “gracias por tu ayuda” en mi conciencia me dirigí a un establecimiento comercial para comprar un refresco al entrar la muchacha me recibió con un “hola espero que encuentre todo lo que busca”,con una sonrisa enorme y una sinceridad mayor, me dirigí hacia el mostrador de los refrescos donde a un lado se encontraban dos muchachas que platicaban de la escuela, una decía ya no aguanto a mis padres no dejan de molestarme diciendo que debo de ser una gran doctora con un excelente por venir, tu crees yo doctora yo lo único que quiero es salirme a divertir, pero bueno si me convirtiera en doctora tendría para divertirme siempre que quisiera, tome el refresco y me dirigí hacia la caja a pagar, la muchacha de nuevo me pregunto si había encontrado todo lo que buscaba yo respondí que si y me retire del lujar pensando como las “personas correctas tienen los destinos equivocados”, quizás si esa cajera tuviera la oportunidad que tiene la otra muchacha tendríamos siempre una sonrisa para curarnos cundo estemos enfermos. La verdad es que no decidimos el camino pero si la dirección, tampoco decidimos el destino pero si cuando llegar.

Ya a unas cuadras de mi trabajo había una especie de accidente al parecer un joven motociclista había muerto atropellado por un auto, decidí no quedarme a ver a diferencia de toda la gente que ay se encontraba, camine unos cuantos metros y pude ver una cartera en el piso pensé que seria de aquel joven la levante y sin querer callo una fotografía de una mujer y una niña deseguro se trataba de su familia al reverso de la foto decía “ para la persona mas especial del mundo te amamos tu esposa e hija por que tu siempre tienes tiempo para nosotras a pesar de tu trabajo como repartidor siempre llegas con una sonrisa a pesar del día que hallas tenido por eso te amamos por ser la persona mas maravillosa del mundo”, me acerque al oficial mas cercano y le entregué la cartera y le pregunte que había pasado a lo que el respondió, ve aquella señora que abrasa con fuerza a su hija al parece ala niña se le escapo su gatito ala carretera, ella al correr atrás de el no vio un coche que venia, dicen que el joven la vio des de el otro lado de la calle y corrió a empujarla quedando el en medio del coche, me despedí del oficial y seguí mi camino pensando que quizás si aquel joven hubiera sabido que hoy moriría solo desearía haber amado mas a su familia de lo que los amo y que a un sabiendo que hoy moriría por rescatar a aquella niña lo volvería hacer pensando que podría ser su hija. La verdad es que nadie sabe si mañana vivirá para amar, pero si sabemos que es mejor vivir amando.

Ya en mi trabajo agradezco esta manía de caminar una hora diaria por que gracias a eso pude saber que “la verdad nunca será absoluta mientras que las mentiras sean absolutamente verdaderas” por eso sigo caminando y sigo descubriendo la verdad.
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.06
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