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Categoría: Ciencia Ficción

Impaciencia

Estaba sólo en el laboratorio, esperar hasta el Lunes para probar el prototipo era demasiado tiempo para él. Ante si la pantalla del ordenador mostraba una cifra creciente, tras la cual apareció un mensaje

Compilación completada 0 errores detectados, programa preparado

Memoria necesaria para ejecutar el programa: 38.460.357.145 Bytes Memoria disponible: 38.353.889.003 Bytes Se recomienda cerrar algunos programas para proceder a la ejecución

La mano temblaba mientras el ratón trazaba arcos en la alfombrilla, cerrando programa tras programa que considerara innecesario para la ejecución del proyecto. Tras comprobar que quedaba suficiente memoria libre lanzó el programa, quedando la pantalla totalmente en negro. Los segundos se hicieron eternos pero finalmente apareció el logotipo de "Nuevos Mundos" ante si y una serie de mensajes de conformidad.

Saltó de la silla y se lanzó al sillón que había en el centro del laboratorio. De su derecha asió una diadema dorada que se colocó con suavidad, tras lo cual conectó el cable de la diadema al terminal que había en la izquierda. Lanzó un suspiro profundo y pulsó un botón verde en el reposamanos, cayendo en un suave trance.

Se hizo la oscuridad, más no completamente. Frente a él un bosque virtual de unos cientos de árboles rompía la monotonía de la rejilla que cubría el suelo. Temerosamente se acercó a uno de los árboles y le pasó la mano. El rugoso tacto a madera recorrió sus dedos sin que estos llegaran a atravesarla. Ejerció presión y por más que lo intentó no consiguió atravesar la superficie del tronco. Parecía un árbol de verdad.

Realizó un gesto con su mano y un menú tridimensional se abrió ante si. Pulsó varias opciones y lo cerró, tras lo cual la temperatura del ambiente se elevó unos cuantos grados, casi la de un día primaveral.

Lanzó un grito de alegría como jamás lo había lanzado, al fin lo consiguió.

Seis años de investigaciones llegaron a su cenit. A partir de ese día la realidad virtual tomaría un nuevo rumbo, ya no se sería ectoplasmático, se podría sentir sensaciones como hambre, sed, calor, etc. Es más, habría que cambiar el nombre a otro más preciso: "realidad digital" sonaba bien.

Realizó el típico gesto con la mano para que el menú de opciones apareciera. Nada sucedió.

Lo intentó nuevamente. Nada, por más veces que repitió la operación no conseguía nada, ¿qué sucedía?.

Entonces un comecocos gigante surgió frente a él a lo lejos comiéndose todo a su paso y por fin entendió, era el conocido virus que atacaba los sistemas de realidad virtual, el más antiguo de todos.¿Pero cómo se había introducido?

Súbitamente recordó, había tenido que desconectar todos los programas residentes en memoria, entre ellos el anti-virus, para poder ejecutar el programa de simulación.

El comecocos seguía comiendo a su antojo todo aquello por donde pasaba, dejando en su lugar un rastro de baldosas amarillas. Y no pudo hacer otra cosa que esperar, porque en un sistema virtual normal bastaba con quitarse el casco, pero en este había que despertar. Las horas pasaron y empezó a sentir sed, mientras el bicho seguía con lo suyo, esperando que alguien le encontrara en el laboratorio, pero claro eso no pasaría hasta el Lunes...
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2 comentarios. Página 1 de 1
Mario Solano Cota
invitado-Mario Solano Cota 25-05-2003 00:00:00

La historia parecia interesante hasta ke llegue al final... Habra una segunda parte???? See You

Juan Andueza G.
invitado-Juan Andueza G. 25-05-2003 00:00:00

Harto aburrido el cuento...qué más se podría decir de este envío...

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