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Categoría: Ciencia Ficción

Hijo de las estrellas

El momento estaba llegando, el momento sería una respuesta, un porqué, el porqué de obsesivas visiones repitiéndose en sus sueños, reales y nítidas más que su vida misma.
Sensaciones extrañas, ideas obsesivas, sentimientos acerca de su feminidad, del sentido de su ser, Predeterminación.
Incertidumbre por ella, incertidumbre por Todos. 
Una vez más despierta de su sueño, inocentemente se refugia de lo desconocido en el oleaje nervioso de sus sábanas.
Mira, observa y espera.
Más allá, a los pies de su cama, una brisa suave filtrándose por la ventana mal cerrada. El aire juega con ondulantes formas en la cortina iluminada por la Luna. 
Noche de verano, aire tibio que se hace denso, casi irrespirable… el aire cobra forma, una parte de él se delimita en contorno plateado…
El momento había llegado, pero ella esta en calma, tranquila.
Hilos invisibles mueven su consciencia y mitigan sus miedos.
Ondas de una mente extraña manipulan y excitan la materia gris de su deseo. 
Mira, observa y espera.
El aire se irisa, espesa, casi es palpable… plateado como la Luna. Danza, se retuerce y se hace forma…solidifica.
El aire ya no es aire es plata pura, es un torso perfecto, es una faz de fría belleza coronada con una cabellera del más bello dorado. El tiempo parece detenerse, su mente está en calma y su alma tranquila por fin
Iris esmeralda la hipnotizan con su mirada, atraviesan su consciente y juguetean con su alma.
Hilos invisibles hacen un títere su deseo.
Mira, observa y siente. 


El ser plateado como la Luna juega con sus sábanas como Esta con las mareas, acaricia con sus frías manos, ella arde del deseo.
El Señor de la Luna conoce los secretos de su alma, conoce la melodía de sus sentidos y hace de su piel, instrumento del placer. 
Ella abandona su cuerpo, lo entrega, lo entrega a la danza de los sentidos. Su cuerpo baila al ritmo del músico de largo cabello dorado y de dulce pecho plateado…
La melodía de placer hace bailar cada célula de su piel, mientras el Ángel de la Luna continúa su vaivén.
Ama, gime y siente.
Orgasmo plateado… luego la calma.
El ser yace a su costado, ella intenta ver dulzura en el frío verde de sus ojos, sonrisa en el gélido rojo de los labios que la han saciado… 
-¿Quién eres?
Pero la respuesta ya la sabe.
Las piezas del rompecabezas de sueños y visiones desfilan y se ordenan en el tablero de su mente. 

El Astro Rey ansía el trono de la Dama de la Noche, empieza a conquistar el horizonte reavivando la moribunda Tierra con su poderosa luz.
Recorre bastos océanos ,antaño fuente de vida, ahora fuente de dolor para las escasas especies que mutan desesperadamente para sobrevivir en ese infierno líquido, basurero global en que la especie humana ha decidido convertir el medio que dio origen a la Vida. 
Recorre valles y montañas, estercoleros antes llamados ríos, desiertos y mesetas pobladas ahora por los fantasmas de especies desaparecidas.
Recorre orgullosos rascacielos despuntando sobre mares de hormigón, edificaciones o quizás templos a la diosa Vanidad.

Un rayo de sol se filtra como un tentáculo por una ventana mal cerrada.
La ventana está a los pies del lecho donde Ella hace horas que duerme. 
El Estraño de torso plateado hace horas que marchó, se evaporó delante de sus ojos artificialmente enamorados.
Tras su marcha, ella continúo relajada, su mente estaba todavía siendo la marioneta del Estraño, pero se durmió con una sensación real y nítida, con una certeza: un nuevo Ser nacería de su vientre.
Su vientre sería la primera cuna de un nuevo Enviado. Un nuevo embajador de una cultura alienígena, que da una segunda oportunidad a una especie errónea, una especie que ha hecho tanto mal que su mejor destino… que su mejor castigo es ser aniquilada por ella misma.
Un nuevo y último Mensaje para la Humanidad se encuentra en ese vientre. 

General Hospital (Washington D.C) año 2142

En la habitación del hospital una anciana llora desconsoladamente sobre el pecho de su Hijo de 33 años, fallecido en extrañas circunstancias. 
-Necios!!! susurra con la cara desgarrada por el dolor…. 

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