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Categoría: Hechos Reales

Frente a las adversidades...

Hay muchos autores que dan consejos de como triunfar en la vida. A mi parecer lo mas importante es "pase lo que pase nunca dejar que nuestra auto estima baje". Así nos equivoquemos, así nos deprimamos momentáneamente, así no veamos ninguna luz en el horizonte, así la mediocridad trate de pegársenos, no debemos dejar que el respeto al "yo" desaparezca.

En mi vida universitaria que estoy a puertas de terminar no he hecho mas que quejarme de la mediocridad, de la mala administración, de la falta de apoyo y estímulo hacia el alumnado. Siempre me repetía "Nos hacen la vida imposible ", "Nos quitan el valioso tiempo en tonterías". Somos expertos en utilizar las cosas negativas como excusa para dejar de luchar por nuestras metas.

En lo único que soñamos es pasar los exámenes, los años, la carrera y recibir el título, para olvidarnos de todas las injusticias, los malestares, lo que sufrimos para llegar a ser profesionales. Llegamos a tal punto que no nos interesa si realmente estamos aprendiendo, superándonos profesional y/o personalmente. Solo queremos terminar...

Si fracasamos culpamos a la situación, al entorno y nunca aceptamos nuestra responsabilidad. Es muy cierto que hoy en día muchas universidades tiene innumerables errores y poco o nada están haciendo por mejorar, es más algunas cada año van de mal en peor... Hay profesores que obligados dictan mas de 4 cursos a la vez, llegando cansados y desganados a clase, sintiendo la impotencia de no poder negarse, ni quejarse por no perder su puesto. Tomando en cuenta la infraestructura y el número de docentes, nuestra facultad debe de tener una capacidad para albergar 50 alumnos por año. Pero hoy en día ingresan mas de 120 alumnos. Las clases, en especial las prácticas son un caos. Por todo esto está perdiendo el gran prestigio que le ha costado ganar en décadas.

Es tan fácil de que el desgano, el hastío, la flojera se te peguen... para disipar nuestros temores y preocupaciones, optamos por el camino mas fácil, podemos centrar nuestras vidas en el ocio, trago, drogas, sexo sin control, juergas, etc. Cualquiera de estas cosas, por más inofensiva que parezca, se vuelve destructivo. No nos damos cuenta que es la peor elección, hacer todo eso me parece la mayor falta de respeto a nuestro yo interno, a nuestro espíritu o como quieran llamarlo. Es cierto que nos da satisfacción inmediata, pero es sumamente superficial y pasajera... al pasar la euforia nos hundimos mas y mas. En un ambiente como este, el auto estima se encuentra por los suelos, le tememos a los retos, no nos sentimos capaces de afrontar las diversas situaciones que se presentan, ni menos competir con alumnos o profesionales de otros países.

Reflexionando me he dado cuenta, que los mayores responsables de todo esto somos nosotros mismos, por dejar que la sombra de la negatividad tape la luz del optimismo, por dejar que nuestra actitud ganadora se apague. Si tan solo fuéramos lo suficientemente decididos, lograríamos cualquier cosa.

Imaginen que la llave para la felicidad, el triunfo se encuentran en lo alto de un gran edificio, pero solo podemos utilizar escaleras eléctricas que se mueven hacia abajo. En cada piso hay una llave que permite abrir la puerta del éxito, a la vez la entrada de la siguiente escalera. A medida que subimos la velocidad de ellas aumentan por lo que es mucho mas difícil ascender. Al llegar, nos invade una inmensa satisfacción, la confianza en nosotros mismos. Pero no todo es color de rosas, cada piso tiene una capacidad limitada y si es sobrepasada, somos empujados hacia la escalera por donde llegamos.

A los lados del camino también existen diversiones, juegos, bares, prostíbulos, etc. que son un poderoso imán que nos jala hacia abajo. ¿Por qué será que lo fácil es lo más atractivo, pero no lo más conveniente?, ¿Qué lo más agradable a nuestro paladar, no es lo mejor para nuestra salud?

En el mundo encontraremos básicamente cuatro tipos de personas o actitudes diferentes frente a la vida:

* Los que se sientan y critican acerca de cómo debería moverse la escalera para facilitar su tarea, fastidian a las personas emprendedoras, luchadoras que deciden caminar cuesta arriba, se lamentan que nunca han tenido suerte, ni triunfos en la vida, todo... por culpa de las adversidades.
* Los que se contentan con la cantidad de pisos que han conquistado, se duermen en sus laureles, olvidando que poco a poco serán empujados hacia abajo. Sueñan que el ayer fue mejor y hoy por culpa del entorno están cayendo.
* Los que se dedican al vicio, la diversión, creyendo ser los mas inteligentes, los más vivos, sólo disfrutan el momento, pero olvidan que al dejar de caminar pierden físico y carácter. Cuando quieren retomar su senda a medias, se les hace imposible por que su cuerpo ya no responde como antes, entonces son vencidos por los problemas, las responsabilidades y arrastrados hacia la miseria, la derrota.
Aquí también encontramos a las personas luchadoras que se desmoronaron por alguna desgracia y se mezclan con los vividores.
* Los que no se dejan influenciar por la gran cantidad de gente que se encuentra abajo, se abren paso dentro de la gran multitud. No prestan oído a los vividores, ni se permiten caer en vicios destructivos. Su única mira es el éxito, luchan, conquistan y disfrutan la felicidad de cada logro pero nunca olvidan que la misma llave con la que alcanzaron el éxito, abre el siguiente reto.
Si cometen algún error y caen, no se limitan a lamentarse como los otros, se dan cuenta que solo han bajado un piso y deciden volver emprender la caminata. Les cuesta mucho esfuerzo volver a conquistar el piso perdido, pero ganan experiencia y carácter.

Nunca olvidemos que las escaleras aumentan de velocidad conforme se sube, así estemos en la cima podemos caer con una facilidad impresionante... por eso nunca debemos ser confiados, ni jactarnos que conquistamos demasiado. Siempre seamos humildes y no dejemos de abrir las puertas hacia los retos ya que de hacerlo estaremos condenándonos a caer.

Por otro lado, el éxito no se consigue con quejas y lamentos, si no con el sudor y las lágrimas de nuestro ser. Por mas bajo que hayamos caído, siempre la escalera del éxito se encuentra desafiante frente a nosotros... muy pocos son los que han tenido las agallas suficientes para cambiar de actitud, dejar los vicios y retomar la subida. En un principio obviamente se sentirán débiles por todo el mal que le han causado a su cuerpo y el ocio que ha atrofiado sus músculos, mente, espíritu. Sufren mucho mas que la primera vez... pero al lograrlo obtienen una madurez inigualable, fortaleza de carácter y un físico envidiable.

Entonces aprenden a tomar las cosas negativas y las derrotas como algo enriquecedor, a las que se les puede sacar mucho provecho si tan solo abriéramos los ojos... Cuando somos jóvenes es cuando debemos esforzarnos al máximo por nuestro futuro, para no tener carencias ni lamentarnos el día en que nuestras fuerzas sean limitadas o no podamos valernos por nosotros mismos.


Kitsutani Hernan
09 / 10 / 00
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.62
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