El profeta cruzo el rió de las desilusiones y entro al poblado de la desesperanza recorrió sus calles esperando encontrar alguien que lo reconociera como el gran profeta que es pero con sorpresa vio que ni siquiera volteaban a verlo como si no estuviera en el poblado de la desesperanza empezó con curiosidad a ver los rostros de las gentes y de inmediato se percato que todos tenían la mirada perdida viéndolo todo pero sin atender a nada de lo que veían busco en los rostros de los niños y encontró la misma mirada.
Quiso llamar su atención poniéndose a dar un hermoso discurso en la plaza principal que por cierto es hermosa como todo lo que hay en el poblado de las desilusiones llena de árboles que dan una hermosa sombra cómodas y elegantes bancas sombreadas a su sombra y un quiosco de hermosos herrajes intrincados decora bellamente en su centro pero todos pasaban y ni siquiera volteaban a verlo menos se detuvieron haber que era lo que decía incluso intento llamar su atención poniéndose a reír a grandes carcajadas para ver si lograba conquistar aunque sea momentáneamente su atención y no logro hacer que alguien detuviera su paso a ver por que reía ese hombre a carcajadas sonoras.
Cansado y triste por no haber encontrado en ese hermoso lugar ni a una persona que escuchara su mensaje de alegría y gozo cruza de nuevo el rió de las desilusiones y sigue su camino en busca de un poblado donde su mensaje sea mejor recibido no importa cuan pobre y triste sea el poblado lo que importa es que su gente sea alegre y escuche su mensaje