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El hombre qué le alquilo la casa de su difunta madre 1

Una mujer recorre lo qué fue la casa de su madre qué lleva un año de muerta, entra a la qué fuera su habitación de soltera; abre su guardarropa qué le viene muchos recuerdos al tomar una falda de cuero qué no piensa dos veces al probarsela y ponersela tiene el zipper bajo, no escucha ni tampoco siente ni siquiera palpa qué ha llegado un hombre qué entro a la casa y la ve media vestida se voltea la mujer asustada. Le pregunta quién es usted y cómo entro en está casa que es de mi madre qué lleva un año de muerta, el hombre se presenta estrechandole la mano y le pregunta por cuánto es el alquiler de está casa, le muestra la mujer toda la casa de su difunta madre, le habla qué le parece el alquiler en efectivo de 500 dolares mensuales con todo y mobilario.



Firma el contrato de alquiler sonriendole el hombre, qué le habla le queda fascinante igualmente perfecto faldas de cuero con botas muy bellaante mis ojos, la mujer le sonrie muy agradecido por su halago y atinado sentido cómo gusto espero llevarnos muy bien, estare visitandolo diariamente para ver si está comodo y confortable con la misma casa de la qué fuera de mí difunta madre.



Trascurre cinco días, abre la puerta de la entrada principal la mujer qué viste por sugerencia del hombre qué le alquila la casa de su difunta madre, falda cuero azul muy entallada, ceñida, apretada, modeladora y ajustada con botas largas negrasde tacón alto con camisa de manga larga blanca, sube las escaleras llamandolo buenos días, encontrandolo en el estudio acostado en el piso meditando se le acerca de pie lo llama suavecito al agacharse la asusta al rosarle la mano en una cadeba bajandola por syu nalga y gluteos saltando algo molesta qué lo mira con unos ojos la mujer no le he dado la confianza ni tampoco tengo mucho tiempo de conocerlo y no soy de esas mujerzuelas qué usted acostumbra frecuentar y encontrarse hasta verse por lo qué puedo intuir de su actitud conmigo hace segundos qué llego y lo encuentro acostado en el piso meditando dizque meditando.



El hombre se para rápido al pedirle mil disculpas por el incidente qué le falte el respeto cómo provoque su molestia al respeto, le ofrece un poco de té chino para relajarse y cambiar de parecer acerca de lo ocurrido entre ellos al llegar ella a visitarlo en la mañana a la casa de su difunta madre qué murio hace un año. Continuara....      


Datos del Cuento
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 9.5
  • Votos: 2
  • Envios: 0
  • Lecturas: 6566
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