Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Cómicos

El cerezo de la escuela

En mi colegio había nacido un cerezo. Era grande, y sus peras sabían genial. Pero ese naranjo estaba en una zona que causaba muchos problemas, porque daba muchos frutos gigantes que caían desde el árbol; mi profesora de matemáticas dijo que ese árbol era muy importante porque tenía una raíz cuadrada, y mi profesora de música decía que esa naranja era La mayor. Caundo nuestra profesora se nos puso a describir al árbol, que, naturalmente, era un pino, me vino a la cabeza que tenía hambre. Me comí todos los melocotones del melocotonero. Mi profesora decía que estaban en peligro de extinción. Por eso me los comía diciendo: me los puedo comer todos porque ya no existen. El árbol hechó raíces en mi patio, y vino un leñador. Nos dijo que no podía arrancarlo porque tenía una madera muy fina. Vino un cazador y lo único que consiguió fue matar tres tiros de un pájaro. Entonces vino un guardabosques, y nos dijo que podía guardar el árbol. Que se lo llevaba media hora al caribe de vacaciones, (viaje para un árbol, incluidos los insectos) con los gastos sin pagar. Así que aceptamos. A la media hora, estaba todo el colegio en el patio, con banderitas y confeti, esperando la llegada de nuestro árbol. De repente llegaron dos motos de la policia. Luego una limusina negra. Y salió el árbol, cogido por el guardabosques. Empezamos a gritar y a tirar confeti. El guardabosques lo plantó en el patio y se fué toda la tropa de polis. El guardabosques nos dijo que a cambio del viaje quería un billón quinientas cuatrocientas mil trillones de billones de millones centimos, un día en la escuela y un viaje al espacio. Le dijimos que sí, y se quedó un día en el cole cuidando del árbol. Cuando se fué, llamamos a un jardinero para que intentara cortar las raices con veneno. Al final, el árbol murió, aplastando a la profesora y a la jardinera con su caida. Ese era el único colegio de Villa comeburros, donde yo vivo. Y esa era la única profesora de M2, el metro cuadrado en el que yo estaba. Me fui a mi casa llorando y le dije a mi madre que no tenía colegio. Mis padres, pensando que estaba loco, me hecharon a la calle. Tras dias y dias y noches y noches y tardes y tardes de vagabundear, me encontré una especie de tira de carne asada, junto al fuego. Me la comí como un caníbal carnívoro. Al final, llegaron unos indígenas y me dijeron que donde estaba la anaconda venenosa que habían cocinado, así que escupí a la cara a aquellos dos toda la carne machacada de mi boca. Estos se enojaron, y me metieron en un camion. Desués de cinco semanas de viaje, llegamos a Matu-turistus-qu-pasun-pur-aqui, un pueblo caníbal donde mataban a los turistas que pasaban por ahí. Me metieron en una caldera con fuego, Y un tio con una fregona en la cabeza, cogio una cuchara y la acercó a mí. Removió la caldera y gritó algo. Después, los caníbales se dirigieron hacia mí. El fuego ardió más, y pegué un salto tan alto, que llege a Alaska con un socarrat en el culo. Me metí de cabeza en el agua polar. Una orca, que pasaba por allí, me confundió con un pinguino herido, y me cogió y me comió. Paso un día, y fui liberado en pleno mar junto mis unicas amigas en mi travesía por los intestinos: un par de mierdas más grandes que un elefante. Nadé hacia arriba, pero estaba a tres kilometros de la superficie. Cuando estaba en la barriga de la orca, me alimentaba de lo que caia. Así que de repente sentí ganas de expulsar un pedo, y así fui propulsado más rápido que un cohete hacia la superficie. Pegué un salto, tan tan grande, que volví a caer en la cazuela caliente. Me estaba escatarrando las posaderas , y pegué otro salto tan fuerte, que llegue a Villa comeburros; vi un peine en el suelo y me peiné. Fui a el colegio, como un cabrito, pegando saltos. Pegue un traspiés con una perra y fui a parar a mi patio. Ya no había arbol y ya se habia celebrado en entierro de mi profe. Bah, todo esto por un puñetero árbol...
Datos del Cuento
  • Autor: Alana
  • Código: 7188
  • Fecha: 16-02-2004
  • Categoría: Cómicos
  • Media: 5.59
  • Votos: 107
  • Envios: 8
  • Lecturas: 3731
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.191.84.32

1 comentarios. Página 1 de 1
Ava Gardner
invitado-Ava Gardner 06-11-2005 00:00:00

La idea del cuento esta bastante bien, lo de hacer reír con ideas absurdas puede que te haga sonreir unos segundos, pero te aconsejo que lo pulas un poco; pero vas por buen camino,. AVISO: este comentario no es un reproche.

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815