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El caramelo de los deseos

A todos los niños les gustan los dulces, caramelos, tartas y golosinas de todo tipo. Pero había  una pastelería en un país muy lejano donde fabricaban unos caramelos especiales. Si, si...especiales.

 

Dicen quienes los habían probado que tienen un sabor único, tan bueno, que siempre acababan repitiendo. Sin embargo, los niños contaban que,además, cuando probaban uno de esos caramelos se hacía realidad un deseo.Simplemente uno, así que cuando se comen el "caramelo de los deseos" cierran los ojos, esbozan una sonrisa, y piensan,piensan y piensan cuál es su deseo. Era una pastelería muy famosa cuyo nombre real jamás llegué a saber,porque todo el mundo la conocía como " La Tarta de colores". Un dia, un niña llamada Glo,con la piel tan marrón como el chocolate, se acercó a la pastelería,se quedó mirando el escaparate plagado de golosinas, tartas y dulces de mil colores y se decidió a entrar. Pidió a la dueña una tarta de nata, chocolate, trufa y adornada con unas bolitas de colores.  La dueña, extrañada que no le pidiera uno de sus famosos caramelos de los deseos, le preguntó a Glo si no deseaba uno. La niña le dijo que no, que le apetecía comerse aquella tarta que había escogido. Al cabo de unos dias, Glo volvió a entrar en la pastelería y pidió otra tarta, de crema y nata,y adornada con unos muñecos con forma de animales. La dueña volvió a ofrecerle los caramelos de los deseos,pero Glo le dijo nuevamente que prefería comerse la tarta. Para la dueña era muy extraño que aquella niña no quisiera probar uno de sus caramelos de los deseos ya que eran muy famosos y todos los niños que entraban en su tienda se lo pedían. Glo volvió a entrar en la tienda a la semana siguiente y antes de que escogiera su tarta favorita, la dueña salió de su mostrador y le dijo a la pequeña " Glo, acompáñame, quiero enseñarte algo". La niña, extrañada, acompañó a la dueña de la pasteleria hasta el fondo de la tienda. La dueña cogió un manojo de llaves y tras mirar una tras una, al final escogió una llave muy pequeña. La encajó sobre la cerradura de la puerta y tiró de ella.  Glo no vió nada tras la puerta, pero la dueña alargó la mano y cogió de una estanteria muy alta un caramelo envuelto en un papel azul. Se lo mostró a Glo y le dijo " este caramelo lo hizo mi mamá hace muchos años. Me dijo que lo guardara y me lo comiera cuando quisera cumplir un deseo. El deseo más grande del mundo. Ya ves que soy viejecita y nunca me lo he comido porque nunca he tenido que desear nada, soy muy feliz con lo que tengo.Así que te lo regalo a tí porque sé que hay algo que deseas desde hace mucho tiempo". Glo miró alegremente a la dueña de la pasteleria, cogió el caramelo y dándole un beso en su mejilla le dijo "gracias". Pasaron muchos años y Glo, siendo ya una mujer, regresó al pueblo donde se encontraba la pastelería, acompañada por su hija. Pero no encontró la tienda. Buscó entre sus calles, pero no había rastro de aquella tienda ni de la dueña. Preguntó entre los vecinos del lugar y éstos le dijeron que la dueña hacía muchos años que había cerrado la pastelerií pero que aún vivía en una casa situada al final del camino. Glo, acompañada de su hija, se dirigió a la casa de la pastelera. Picó a la puerta, y le abrió una viejecita, muy mayor y encorvada por el peso de los años. Al verlas, les dijo " Pasa Glo, te estaba esperando". Glo estaba muy extrañada de aquel recibimiento pero no quiso preguntar. Tomó asiento en una de las sillas que le había ofrecido la pastelera y después de comer unos dulces con ella y su hija,le dijo " Pastelera, he venido para decirte que me comí el caramelo que me diste". La pastelera, sonriendo, le dijo " Lo sé". Tras charlar una largo rato, se despidieron y nunca más volvieron a verse. Por qué le dió el caramelo a Glo y no a otro niño es un misterio que nadie ha conseguido saber.Algunos dicen que en realidad la pastelera era una hada que lo sabía todo. Pero con los años se supo que la mamá de Glo había muerto cuando ella era muy pequeñita. Una mamá de color marrón chocolate como ella, y que la niña lloraba y lloraba, y siempre estaba triste porque no la veía. Dicen también que la pastelera de "el caramelo de los deseos" sabía que Glo lloraba porque no tenía a su mamá y, en secreto, elaboró un caramelo con una fórmula mágica y lo guardó hasta el dia que se lo dió a la niña. Al cabo de poco tiempo, vieron a Glo otra vez feliz, jugando con otros niños,cantando,saltando entre las piedras del rio y creciendo tan sana como un roble. Cuando los vecinos le preguntaron porque ahora era tan feliz ella les dijo " deseaba tener a mi mamá. Por eso me comí el caramelo de los deseos. Pero supongo que se habrá acabado el chocolate,porque ahora mi mamá es tan blanca como la nata".
Nunca supieron si se cumplió realmente el deseo de Glo. Pero yo creo que ella deseaba tanto tener una mamá otra vez, que le daba igual si era de color marrón chocolate,blanca como la nata, o de cualquier otro color del arco iris. Ella sólo quería una mamá que la quisiera.  

Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
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