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El águila y el escarabajo

~~«Que me matan; favor»: así clamaba
 una liebre infeliz, que se miraba
 en las garras de una Águila sangrienta.
 A las voces, según Esopo cuenta,
 acudió un compasivo Escarabajo;
 y viendo a la cuitada en tal trabajo,
 por libertarla de tan cruda muerte,
 lleno de horror, exclama de esta suerte:
«¡Oh reina de las aves escogida!
 ¿Por qué quitas la vida
 a este pobre animal, manso y cobarde?
 ¿No sería mejor hacer alarde
 de devorar a dañadoras fieras,
 o ya que resistencia hallar no quieras,
 cebar tus uñas y tu corvo pico
 en el frío cadáver de un borrico?»
Cuando el Escarabajo así decía,
 la Águila con desprecio se reía,
 y sin usar de más atenta frase,
 mata, trincha, devora, pilla y vase.
 El pequeño animal así burlado
 quiere verse vengado.
 En la ocasión primera
 vuela al nido del Águila altanera,
 halla solos los huevos, y arrastrando,
 uno por uno fuelos despeñando;
 mas como nada alcanza
 a dejar satisfecha una venganza,
 cuantos huevos ponía en adelante
 se los hizo tortilla en el instante.
 La reina de las aves sin consuelo,
 remontaba su vuelo,
 a Júpiter excelso humilde llega,
 expone su dolor, pídele, ruega
 remedie tanto mal; el dios propicio,
 por un incomparable beneficio,
 en su regazo hizo que pusiese
 el Águila sus huevos, y se fuese;
 que a la vuelta, colmada de consuelos,
 encontraría hermosos sus polluelos.
 Supo el Escarabajo el caso todo:
 astuto e ingenioso hace de modo
 que una bola fabrica diestramente
 de la materia en que continuamente
 trabajando se halla,
 cuyo nombre se sabe, aunque se calla,
 y que, según yo pienso,
 para los dioses no es muy buen incienso.
 Carga con ella, vuela, y atrevido
 pone su bola en el sagrado nido.
 Júpiter, que se vio con tal basura,
 al punto sacudió su vestidura,
 haciendo, al arrojar la albondiguilla,
 con la bola y los huevos su tortilla.
 Del trágico suceso noticiosa,
 arrepentida el Águila y llorosa
 aprendió esa lección a mucho precio:
 a nadie se le trate con desprecio,
 como al Escarabajo,
 porque al más miserable, vil y bajo,
 para tomar venganza, si se irrita,
 ¿le faltará siquiera una bolita?

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