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Categoría: Terror

EN UN HILO

En un rincon muy remomoto vivía una familia con sus tres hijos. El más pequeño solía jugar en una casita que había construido entre las ramas de un arbol. Todas las noches le decía a su mamá que en aquella casita jugaba con él un amigo llamado Juan. --Mami, mi amigo me contó que una mañana al despertar sus padres estaban sin vida. Toda la casa estaba regada, su padre yacía en el suelo con una botella de licor y su madre tendida en el piso abrazaba a aquel osito de peluche con el que Juan dormía.

Me cuenta Juan, que cada noche su padre llegaba ebrio, empujaba a su mamá y llegaba hasta su cuarto. El osito era el único que lo defendía de la furia de su papá. Hubo noches en que su padre le arrebataba al único amigo que tenía, el único que lo comprendía, pero Juan se interponía y recibía los golpes de su padre para defenderlo.

Cada día Juan se levantaba para ir a la escuela, pero en lugar de ir a la escuela se iba al bosque a jugar. Ya no jugaba pelota con sus amigos. Aquel bate que tantas veces fue con él al parque yacía guardado en el closet de su habitación. Me cuenta que era muy feliz con su osito. Jugaban a las escondidas, se bañaban en el río y de regreso ya su mamá tenía la comida preparada. Me dice que a su amigo le gustaba comer en el cuarto lo que él a escondidas le llevaba.

Una noche se dio cuenta que su osito podia hablar y podía escucharlo. Fue entonces que juntos lloraron por aquella forma cruel en que su padre lo maltrataba. El osito le dijo que su madre tenía culpa porque no hacía nada para que aquel hombre se fuera de la casa. Ella cada día le decía que su padre los quería, que nunca les faltaba el pan gracias a él. Juan se lo contó a su hermano mayor y éste le dijo que él tampoco podía soportar cómo su madre sólo lloraba ante aquella crueldad y que debía hacer algo por ella, su hermana y Juan.

Ya Juan no salía de su cuarto. Dice que pasaba horas hablando con su osito quien lo consolaba diciéndole que algún día alguien los ayudaría a salir de aquel problema. Su madre trataba de que saliera a jugar, que fuera a la escuela. Estaba muy preocupada porque Juan ya no comía. Sólo salía del cuarto a pedirle comida para su amigo. --Pero Juan .... es solo un muñeco. No lleves comida al cuarto se quedará tirada y se llenará de gusanos la habitación.-- Me cuenta que no era así, que su osito se la comía toda.

Esa noche se acostó y dice que tuvo un sueño. Soñó que su osito se peleó con su padre porque le estaba pegando a su mamá. Cuenta que vio la valentía de su amigo al enfrentarse a aquel hombre tambaleándose de ebriedad. Quería despertar, pero no podía. En el sueño vio como aquel hombre empujó a su mamá y ésta cayó al piso y no volvió a moverse. Soñaba que el oso se abalanzaba sobre aquel hombre y forcejeaban. Su padre recibió un golpe y cayó al suelo. Le parecía real lo que escuchaba. Quizo despertar, pero ya no escuchó más ruidos. Su pesadilla había terminado y siguió durmiendo tranquilo.

Esa mañana su hermana despertó antes que él y encontró a sus padres sin vida. Juan despertó por los gritos y los llantos y al bajarse de la cama tropezó con aquel viejo bate, alzó la vista y allí estaba su amigo el osito sonriéndole.

Mami .... Juan quiere saber si puede venir con su amigo a vivir con nosotros.

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No me gustan los cuentos de terror, pero un día pensé que no le había dedicado nada a Don Celedonio. Tal vez éste no le guste, pero lo hice con la mejor intención.
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.72
  • Votos: 92
  • Envios: 4
  • Lecturas: 1851
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Comentarios


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3 comentarios. Página 1 de 1
Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 17-04-2006 00:00:00

Querida María Eugenia: Me he quedado realmente impresionado al leer este cuento tan estupendo. Está cargado de suspense y el final te deja sin aliento. Me ha encantado. Pero ya no he podido controlar el temblor y la emoción de mi organismo al ver que estaba dedicado a Don Celedonio. Supongo que se trata de mí, es que el Don me ha dejado un tanto desconcertado. Sólo me queda que felicitarte y darte las gracias. Un fuerte abrazo.

Angela
invitado-Angela 14-04-2006 00:00:00

Mariugenia: Tu energía creativa la desarrollas de mil maneras. Sigue escribiendo cuentos así de cortitos e impactantes. Se leen con facilidad e impresionan.

Angel L. Blanco
invitado-Angel L. Blanco 08-04-2006 00:00:00

Un relato magnifico, el finalme encanto. un abrazo

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