Seleccionadas veces buscamos excusas a nuestras salidas, es como saltar del otro lado del borde y haber dejado atras lo demás...
Habremos resuelto innumerable veces, sin conservar por un minuto el dialogo de la conciencia, porque no nos interesa...

Es tan facil mentir, tan facil elegir otra respuesta ajena a la verdad...
Es tan facil tomar lo lijero y dejar la carga pesada, tan facil decir que no podemos, que no sabiamos, que no tenemos, que no somos asi...

Es tan facil decir las cosas que nos acomodan, las que sobrellevan y hacen fuerza en dejar sin problema el dilema más simple...

Y nunca nos importa más nada...

Dificilmente te encuentras con personas que sean honestas, humildes, sinceras, directas, porque tantas franquezas en un solo vaso aveces resulta hasta falso...
Aun asi, existen, y aunque son pocas, se sustentan en que lo que dicen reciben, y de eso resplandece todo su sentir...

Reconocer que somos imperfectos y que llevamos un nudo de complicados retos, exitos y fracasos, nos hacen alcanzar la constancia en que somos capaces de fallar y de ganar...
Es sin duda una forma de vivir, que delibera con las emociones que de la mano nos atrae el corazon, pero que sabe a fruta melon...

Aveces pedir excusas no basta con decirlo, tampoco con escribirlo, tampoco con pintarlo, o adjuntarlo a un ragalo precioso...
Pedir excusas se solidifica más alla de todas esas expreciones...
Pedir excusas se basa en sentirlo de verdad, se crece en creerlo de verdad, se florece en realmente haber descubierto que nos identificamos con el sentimiento que nos une a los demás...

Ampliamente el deseo más complicado en ver abierto el guardado rincon de secretos ocultos, define que si aun tenemos muchas cosas ocultas, es porque muchas excusas tenemos para esconderlas...
Cuando se abre paso a una limpieza espiritual, sacamos a flote los pequeños detalles y quitamos el polvo que mantenia sucio ese espacio...
Organizamos los pensamientos, los sentimientos, pero lo más increible es que empezamos a despejar la grandiosa oportunidad que se expande tan suave y tan simple, como el tener más de una razón, por la cual sonreir, porque ya no hay nada oculto que nos haga bajar la mirada...

Hay tantas oportunas ocaciones en que podemos comenzar de cero, siendo más sensatos, más abiertos, más sinceros, más francos...
Nunca es tarde...
La dicha de creer en nosotros, en saber amar y saber dejar pasar, confirman una y otra vez, que aun en medio de tanta basura y tanta contaminación...existe una flor esperando deslumbrarnos con su belleza natural, en la que no tiene que mentirnos, para hacernos ver, que es hermosa y vale la pena cultivarla...

Es obvio...todos, podemos equivocarnos, pero tambien podemos corregirnos...
Muy en el fondo sabemos muy bien, el momento justo y el lugar exacto, para comenzar a cambiar y permitirnos ser diferentes...


Que Dios te bendiga!!