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Categoría: Terror

Drama en la nieve

Lo que le voy a contar, es una historia real ocurrida hace muchos años en la región Alpina. El suceso fue motivo de muchos comentarios entre los vecinos y de primeras paginas en los periódicos del lugar.
Esta es la historia:
Dos jóvenes imprudentes y atrevidos, defectos y cualidades de la juventud, que desafían al peligro, si pensar en sus consecuencias.
Un día haciendo caso omiso al anuncio de la meteorología, y desoyendo todo consejo de prudencia se lanzaron alegremente a tan peligrosa aventura: desafiar a la montaña
Pero como los días pasaban y los jóvenes no regresaban, temiendo lo peor, se organizó un equipo de socorro, con personas experimentadas y conocedoras de la montaña para ir en su busca.
Prepararon el helicóptero de servicio, que serviría de una eficaz ayuda a los socorristas.
Volaba el helicóptero, por encima de la montaña, buscando cualquier indicio que pudiera dar señales de los desaparecidos.
De pronto el piloto observó una cabaña de madera, casi cubierta por la nieve, apenas si se veía un trozo de tejado. Enseguida comunicaron al equipo de tierra informándolo donde se encontraba, esta.
Estos consiguieron llegar hasta ella, y al penetrar, quedaron horrorizado ante el macabro descubrimiento: los jóvenes se encontraban muertos, uno con un balazo en el corazón tendido en el suelo y el otro, estaba sentado en la silla, tenia su cabeza apoyada sobre un brazo que estaba extendido sobre la mesa, y daba la impresión que dormía, todavía tenia en su mano el revolver con el que se supone que mató primero, a su amigo y después se suicido dándose un tiro en la cabeza.
El responsable del grupo dijo: ¡Que horror! ¿Pero que ha pasado aquí? -Registremos la cabaña, uno de los muchacho exclamó ¡Mirar lo que encontré un cuaderno, parece un diario!
El responsable se puso a ojearlo y dijo: pues si que parece un diario, vamos a ver lo que dice.
Y se puso a leerlo.
….."Salimos mi compañero Luis y yo, mi nombre es Ramón; con mucha ilusión y ganas de escalar la montaña, que hacia mucho tiempo que nos lo habíamos propuesto, el tiempo era magnifico el sol brillaba con alegría, produciendo en la nieve un panorama, maravilloso que nos invitaba a subir a la montaña, y no queriendo escuchar los consejos, del servicio de la "meteo" que anunciaba que
en pocas horas el tiempo cambiaria y que seria muy peligroso aventurarse ese día .
Nosotros no lo pensamos más y nos pusimos en marcha, al ver un sol tan generoso, que nos animaba a continuar. Al cabo de un cierto tiempo empezamos a ver unas tímidas nubes, que avanzaban hacia nosotros, y ni siquiera le dimos importancia y seguimos caminando, pero poco a poco iban apareciendo más nubes y cada vez mas amenazadoras, hasta que el cielo quedó bastante oscuro el sol había desaparecido, y empezó a nevar ligeramente, la caída de nieve fue aumentando, al tiempo que se levantaba un viento amenazando una tempestad.
Al final lo que tanto temíamos llegó: La tempestad, tan fuerte que apenas podíamos caminar, no se veía nada, estábamos muy asustados y arrepentidos de no haber sidos más prudente, y no haber escuchado los consejos que nos dieron las personas experimentadas y conocedoras de la montaña.

Marchábamos, sin rumbo fijo y sin saber a donde iríamos a parar, de pronto la suerte nos ayudó, a lo lejos descubrimos una cabaña que resultó ser un refugio, donde podían albergarse, los alpinistas que se encontrasen perdidos como era el caso nuestros.
Al llegar a la cabaña, encendimos un fuego, secamos nuestras ropas, hicimos un recuento de los víveres que llevábamos más algo que encontramos en el refugio, y empezamos a organizarnos, esperando a que llagara el socorro.
Pero los días iban pasando y nadie venia a buscarnos, y nosotros no podíamos pedir ayuda, estábamos completamente incomunicados.
Y así, un día y otro, y otro, hasta que nuestra moral veíamos como iba bajando de una forma alarmante.
Luis empezó ha encontrarse mal, poco a poco iba desmejorándose, comenzó a tener fiebre, y a delirar y yo sin poderle prestar ayuda, necesitábamos un médico que le atendiese, imposible de poder pedir ayuda, cada vez las esperanzas de que nos encontrasen eran más remotas.
Una de las veces. En pleno delirio, mí amigo me cogió de la solapa fuertemente que hasta llegó hacerme daño, y me dijo:

-Ramón se que me voy a morir, pero júrame que no me enterraras vivo .Ante
su insistencia desesperada, le respondí, afirmativamente.
-Que si Luis te lo prometo, pero tú no te vas a morir ni mucho menos, ten un poco de paciencia, que pronto estará aquí el socorro.

-¡Pero júramelo! insistía- .Te lo juro-le respondí.
Los días iban pasando, el socorro no llegaba y Luis, empeoraba de forma alarmante, hasta que una mañana, amaneció completamente rígido, había fallecido durante la noche.
Procedí a darle sepultura, con una pala que encontré en la cabaña, cavé una fosa y lo enterré, rezando una oración por su alma y puse una cruz sobre su tumba, con unas ramas que encontré.
Una gran tristeza y desolación se apoderó de mi, la situación ahora en la soledad, se complicó bastante resultando desesperada, había perdido toda esperanza de que me encontraran, moralmente me encontraba completamente deshecho.
Intentaba distraerme como podía, encontré un libro que alguien debió olvidar en la cabaña y me puse a leerlo.
Llegó la temida noche, me acosté pero no podía conciliar el sueño, pero al final ya de madrugada llegué a quedarme dormido.

Al día siguiente, cuando desperté, sentí un frío que me calaba los hueso, al abrir los ojos quedé completamente aterrado dando un grito de horror.
Sentado y apoyado en la mesa se encontraba mi compañero, completamente rígido, miraba hacia el infinito.
Completamente asustado, no llegaba a comprender lo que ocurría, pensé que había perdido la razón, me acerque a el y me convencí que no era una visión, producto de mi enferma imaginación.
Nuevamente lo enterré; no quiero ni puedo describir el día tan horrible que pasé, sin llegar a comprender lo que me ocurría, creí que me estaba volviendo loco.
Y el socorro que no llegaba, hasta que llegó la temida noche, y como la anterior me costó mucho dormir, pero tuve muchas pesadilla, la imagen de mi amigo haciéndome jurar de que no lo enterrara vivo se me aparecía continuamente, hasta que al fin quedé dormido.

Al día siguiente sentí un frío muy intenso, y de nuevo la horrible imagen del día anterior, mi amigo sentado con la misma mirada, esta vez estaba seguro que mis facultades mentales me estaban fallando.
Pues como no me quedaba más remedio, lo volví a enterrar, no voy a describir como pasé este día, que fue aún peor que el anterior, esta vez estaba convencido de que había perdido la razón.

Al terrible día le sucede la noche aún mas terrible, las mismas pesadilla la imagen de Luis esta vez acusadora, reprochándome de que lo había enterrado vivo, me dormí pero mi sueño duró poco, al despertar, sentí el terrible frío y de nuevo la escena de terror que me heló la sangre; de nuevo mi amigo estaba allí sentado en el mismo sitio……..

Y aquí queda interrumpido el relato que Ramón, se ve que no pudo terminar su cuaderno.
El responsable del equipo, dio cuentas a las autoridades, y estas hicieron lo necesario, para hacer la encuesta a fin de poder, poner en claro tal suceso.

Después de la intervención del comisario, juez y médico forense llegaron a la siguiente conclusión:

Ramón obsesionado (en su subconsciente) ante el terror de la duda de haber enterrado vivos su amigo. Por las noche se levantaba sonámbulo y desenterraba a su compañero, esa era la sensación de frió que sentía al despertarse .En un ataque de locura terminó metiéndole una bala en el corazón para asegurarse que verdaderamente estaba muerto, y que así no seria enterrado vivo, y después, el en su desesperación volvió el arma contra el dándose un tiro en la sien.
Y aquí se termina esta historia que si hubiéramos que sacar una enseñanza, es la prudencia cuando hay un peligro anunciado, sobre todo vaya este consejo a los jóvenes, que son los más temerarios.



Tomás Vera
Datos del Cuento
  • Autor: Tomas
  • Código: 14494
  • Fecha: 07-05-2005
  • Categoría: Terror
  • Media: 4.78
  • Votos: 72
  • Envios: 3
  • Lecturas: 3085
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
elultimopirata
invitado-elultimopirata 07-05-2005 00:00:00

Muy cierto Tomas, en la montaña más vale prevenir que lamentar, gran consejo, solo por eso te merces un peazo de 10. El cuento o relato la verdad es que engancha hasta el final, bien narrado. Un saludo, un montañero

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