Mi esposa me grita, mis hijos corren asustados ¿Qué me está pasando? Esta sensación extraña que siento muy dentro, lejos de alejarse con el tiempo, se intensifica cada vez más hasta dejarme casi sin aliento. ¿Estoy enfermo? No, una enfermedad te debilita, yo… yo me siento cada… cada vez mas y mas fuerte. El sentir como él, o “eso” se apodera de mí, no quiero que pase, no quiero perder mi voluntad, pero aun así, quiero… que pase. Es como si estuvieras siendo electrocutado y a la vez, absorbieras el poder de la misma electricidad que te esta hiriendo. ¿Esta acaso bien? No puede ser, esto está en contra de todo lo que e creído toda mi vida, de todo lo que aprendí y defendí. 

¿Uh? ¿Quién es él? El que entra en la casa, ¿lo conozco? Creo haberlo visto antes. Todo se ve en cámara lenta. Cada vez… más…más poder… pero a la vez, mas dolor. No me importa. No me importa el dolor si se necesita para ser tan… hm… pero… mi familia. ¿Qué hay de ellos? Tal vez se lastimen por eso, digo, el solo verlos ahí, el cómo me miran asustados, están llorando, quieren devuelta a su padre, a su esposo, a mí, que todo sea igual. Pero… jamás será igual todo, aun aunque eligiera rechazar este poder, no sé si podría, no sé si sería más fuerte que yo… o peor, que aun evadiéndolo, yo quisiera buscarlo, lo deseo, lo necesito. Tienes que ser fuerte por ellos, seguir adelante. Recuerdo el día, cuando yo era solo un adolescente, le dije a mi papá que no quería vivir, que tenía el corazón roto, que quería morir, y me iba a suicidar. Después del llanto de mi madre y el discurso del sacerdote, mi padre se acerco a mí, y con una voz de filósofo me dijo: la muerte es fácil, la vida es la que es complicada, si quieres morir yo no te detendré, pero debes saber que es la salida fácil, vivir solo los valientes pueden. Ahora dime ¿eres cobarde?

Tal vez debería de hacer algo, pero, ¿qué puedo hacer? No lo sé. Este hombre frente a mí, recitando palabras que antes tenían sentido para mí, ahora sé que no significan nada. ¿Cómo lo sé? El me lo dijo, “eso”, me lo dijo. Tal vez no debería creerle pero, aun así, siento que tiene razón. No importa, solo hazlo por tu familia, hazlo por ti, no puedes ser un cobarde. Pero no puedo. Siento que pierdo el control de mi mismo. Cuando cierro los ojos antes veía solo colores sin forma, o imágenes recientes, ahora solo lo veo a él, a “eso”. Antes sentía frio, calor y dolor, ahora no siento nada, ni siquiera cuando ese hombre me golpea con su libro y sigue recitando sus palabras. Dentro de ti, dentro de ti, solo busca dentro de ti.

–deja de preocuparte, de todos modos no hay nada que puedas hacer para evitarlo, está hecho y no hay nada mas ¿no estás feliz con lo que te he dado? ¿E? 
–no… yo… quiero seguir con mi voluntad, eso vale más que nada que me puedas dar, no importa que tan fuerte me hagas. 
–voluntad… que concepto más patético ¿para qué quieres voluntad? No hay nada que puedas hacer para detenerme, eres solo un humano como cualquier otro. 
–yo… por favor. Necesito a mi familia. 
–no ¿tu quieres poder cierto? Tu sabes que tengo razón, hay miles de millones de personas en el mundo, lo que yo te doy es único, serás mas grande que nadie, mas importante. 
–tal vez si, tal vez no, pero yo ya he tomado mi decisión: escojo a mi familia, a mí, una vida normal. 
– ¿eso crees? Tú no tienes ningún poder sobre mí, mientras yo, puedo controlarte a mi antojo, tu corazón y tu alma son casi totalmente de mi posesión, aun y cuando pudieras liberarte de mí, morirías. 
– ¿cuándo? Entonces… ¿puedo? 
–tú eres débil, no hay nada que puedas hacer, solo déjate llevar. Es el poder, o la muerte, tú decides. 
– ¡cállate! Yo… quiero vivir… no… puedo… debo…
– ¡vamos decide! 
– ¡Aléjate de mi mente!
Debo concentrarme, hacer lo posible. Solo concéntrate en ellos, los que te importan, por los cuales haces esto. Pero, ¿morir? No sé si me atreveré. Cierra los ojos y sácalo de ti.
Que… ¿Qué es eso? So… ¿soy yo? ¿Estoy muerto? 
–Por supuesto, pero hay peores cosas que la muerte. Tonto, no sabes en lo que te has metido. Yo soy Herensuge, también conocido como la serpiente de la maldad. Tu cuerpo iba a ser usado para abrir el portal para nuestro rey, creo que sabes de quien hablo. Aun así, no has logrado cambiar nada, hemos previsto todo, Thamuz, el embajador del infierno, ha terminado con su respectivo huésped. Nuestro rey vendrá pronto, se los llevara, a toda tu familia y a todo el mundo. Ahora me acompañaras a mi hogar, creo que tendré mucha diversión contigo mientras presencias, el fin del mundo.