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Categoría: Románticos

Como las gotas del río

Caminábamos lentamente como queriendo disfrutar nuestros últimos minutos juntos. Ese puente de cemento y barandas color verde seco me parecía eterno, y hasta tenia la impresión de que era mas ancho, (claro, ahora no éramos dos abrazados que lo ocupaban casi por completo).

Tadeo, arrojo el segundo paquete de cigarrillos vacío al río, y no le dije nada, su acto me daba a entender que “ya no me pertenecía”, que podía fumar mucho, sin que tenga derecho a reprochárselo, hasta en un acto de rebeldía, se había subido las mangas de la camisa por encima del codo, sabiendo que yo odiaba eso.

Vi el auto gris metalizado estacionado, ya faltaba poco. No sabía bien si me llevaría, o si debía regresar a pie a la casa de Laura. Mire su cara, su actitud, sin decirle nada, sabia, que el tampoco hablaría, solo me haría algún gesto, para que yo entiendiese.

Pasaban un tema lento en la FM, pensé si el asociaría esa canción con nuestra historia, o si estaría con su mente en otra cosa. Lo note nervioso. Manejo esas 20 cuadras a gran velocidad, frenaba bruscamente, estaba tenso.

Me dejó en lo de Laura, cerré la puerta y aceleró muy fuerte, sentí miedo de que le pasara algo. Nunca lo había notado así.

Tadeo era muy tranquilo, y de esas personas, que piensan cientos de veces una frase antes de hablar, le costaba expresar sus sentimientos, tenía el corazón bueno y sensible.
Era alto, delgado, de ojos verdes y mirada profunda. Caminaba como si apenas tocara el suelo, pero sus pasos eran firmes.

Que habrá pasado por mi cabeza ese día? Porque me comporte así?. Quisiera encontrarle una explicación, alguna justificación quizás, que me ayude a estar mas en paz ahora. No la encuentro. Creo que no hubo motivo alguno. Y lo extrañaba, todavía no podía creer que ya no lo vería más. Estaría soñando?.

Gabriel interrumpió mis pensamientos, y me situó en la realidad:
_ Esta noche salimos a cenar, tengo que decirte algo... Me gustaría que te pongas el vestido rojo ajustado que tanto me gusta, va a ser una noche especial...
_ Si, a que hora te parece?
_ A las 22 hs?
_Ok, faltan dos horas, te espero.

No dejaba de pensar en Tadeo, que estaría sintiendo?, que pensaría de mi?, me odiaría?, me seguiría amando a pesar de todo?, estaría triste?.
Que mal me sentía, quien era yo para provocarle una situación tan desagradable a alguien? Si yo lo quería!, si estábamos bien!, si el era una persona increíblemente buena, era atractivo, cualquier mujer hubiera querido estar en mi lugar. Entonces, por que? Interrogante que no se si algún día podré responderme.

Busque mi vestido rojo, y pensé en las medias negras de nylon, revolví el primer cajón del placard, sin encontrarlas, busque en el segundo cajón, en el tercero... y nada...
Encontré allí una carta, que seguía guardando, a pesar que me la había entregado hacia ya casi un año. No quise releerla, ya me había maquillado los ojos. Alcance a ver unos corazoncitos dibujados y solo apreté los dientes, y seguí buscando mis medias negras. Volví al primer cajón, y estaban ahí, encima de todas, como no las vi hoy?.

La cena estuvo romántica, Gabriel se parece mucho a Tadeo, tanto físicamente como en algunas actitudes, solo que sus ojos son celeste claros, y tiene bien marcados los abdominales, producto de haber ido al gimnasio. Es más espontáneo, de personalidad más impulsiva, y de esas personas que a cada instante te hace notar con hechos o palabras cuanto te quiere.

Saco un paquetito del bolsillo, y me lo dio.
_Que es?
_Abrilo...
_Y esto? Que significa?
_No te gustan?
_Si! Pero estoy sorprendida, que significan?
_Lo que pensas.
_Y cuando seria? Pronto?
_Cuando quieras. Deci un numero...
_Numero? A ver... el 6
_Me gusta...
_Deci vos otro numero...
_El dos...
_Tenemos el 6 y el 2! Y ahora?
_Nos casamos el 6 de Febrero del año que viene.

Quede muda, no pude seguir hablando después de eso. Si hacia solo dos meses que lo conocía!. Para Febrero faltaba poco! Preferí no decirle nada, solo nos pusimos los anillos, y seguimos mirándonos.

Ya en casa era imposible dormir. No podía dejar de pensar. Tadeo seguramente estaba despierto todavía, y eran las 3 am. Pensé en llamarlo por teléfono.
Encendí la luz del velador, digite el 42 240221. Llamaba. Y si atendía? Que le decía? No sabía por que lo estaba llamando, que le contaría? Que Gabriel se quiere casar? No! Eso no!, le podría contar que me habían entregado el examen y que lo aprobé, pero si el ya sabia de eso! Se lo había dicho esa tarde. Tadeo sabía todo sobre mí. Corte. No me anime, sentí miedo de que el me dijera que no me quería escuchar. Mejor así, entonces.

Me di vuelta, y trate de dormir. No podía. Pero creo que dormite, porque me sorprendió el timbre del teléfono.
_Que hora es? Las 4,20 am! Quien será? Seguramente alguien que se equivoco de número.
_Hola
_....
_Hola!
_...
_Hola!!! No me molestes por favor! Quien habla??
_Espera
_...
_Soy yo
_Que haces a esta hora?
_Te amo
_No!, no me digas así, sabes que me haces sentir peor de lo que me siento. Quiero que me odies!
_No
_Si
_No puedo
_Quisiera dormir, me pasaron muchas cosas hoy...
_Te amo, que duermas bien.
_...

Me quede pensando... Estaré haciendo las cosas bien? En unos meses me caso. Tengo que empezar a pensar en esa situación. Tadeo ya esta en mi pasado. Ahora debo mirar hacia delante. Ya con el tiempo el se olvidara de mi, y yo voy a tener mi mente solo en Gabriel. Eso me voy a proponer.

La boda estuvo hermosa, la iglesia muy bien decorada, muchos invitados, bailamos luego en la fiesta hasta pasadas las 7 am. Estaba feliz. Ya no me acordaba casi de Tadeo, ni el de mi seguramente. Ya tendría novia.

Ese año pasó rápido. De mañana trabajaba y por las tardes hacia algunos cursos en el “Instituto Rodríguez Peña”, iba al gimnasio con Laura, dos o tres veces a la semana.

Ese día había faltado el profesor de Semiologia, así que me retiraba antes del Instituto.
Me sorprendió alguien desde un auto blanco que me llamo por mi nombre. Me volví. Seria algún compañero. Era Tadeo.
_Subí, te llevo
_No, gracias, no puedo
_Por que?
_No Tadeo, ya no es igual, sabias que me case? No estaría bien que me llevaras.
_Te dejo en la esquina de tu casa. Quiero que hablemos.
_No.
_Te llamo en una hora, estarás sola no?
_Si

Acelero el auto blanco, pero no manejaba nervioso, hasta note en su cara cierta paz. Seguramente tendría alguna novia. Estaría feliz.

_Hola?
_Venite hasta el puente del río, estoy acá. Necesito que hablemos.

Cruce el río, imaginando que las personas que estaban allí, sabrían que me iba a encontrar con un hombre, que no era mi marido. Pero, no me importo.

Estaba mas lindo que nunca, con un color bronce de algún lugar del Caribe, le resaltaban los ojos verdes. Me miro dulcemente, me hizo una sonrisa.
Respire. Me di cuenta que no me haría ningún reproche.
_Estoy viviendo solo, no tengo novia todavía. No pude encontrar lo que había encontrado en vos.
_No te creo, te veo muy bien.
_Es que estoy feliz.
_Me alegro, se te nota en los ojos.
_Feliz de verte.
_Imagine algún reproche. Que me querías decir?
_Que te acepto así, siendo de otro. Que me gustaría verte de todas maneras.
_A ver si entiendo. Verme a escondidas?
_Si
_Para hablar de nuestras cosas?
_Si, además para hablar de nuestras cosas.
_Por que “además”?
_Porque tal vez vos sientas lo mismo que estoy sintiendo yo ahora, las mismas ganas de estar con vos.

Prepare la cena. En 15 minutos llegaría Gabriel de trabajar. Pensé en esa tarde en el río. La propuesta de Tadeo me sorprendió. Pero creo que no me desagrado. Aunque por que haría yo aquello si estaba muy bien con mi marido?. Si yo lo había dejado a Tadeo cuando me enamore de Gabriel! No tendría que tener ganas de volver con el! No tenía necesidad. Lo llamaría a Tadeo y le plantearía mi situación, le diría que no nos veamos más. Porque se que seria difícil verlo y poder contenerme. Así que mejor no verlo más.

Camine el mismo puente de barandas color verde seco, con pasos seguros, decididos. Estaba convencida de lo que iba a hacer.
Pude ver el auto blanco estacionado, Tadeo estaría cerca.
Lo mire, lo note feliz. Me gusto su perfume. No fumaba. Tenía las mangas de la camisa sin arremangar.
_Deje de fumar
_Que bien!
_Estas linda.
_Quería decirte lo que pensé este tiempo. Estoy tranquila, muy segura de la decisión que tome.
_Me gusta como te recogiste el pelo. Te noto feliz.
_Si, estoy feliz. Quiero decirte que pensé mucho y....
_No!!! No digas nada.

Había silencio. Solo se escuchaba la música del río. El sigue su rumbo. Las embravecidas olas que se formaban en la cascada, simulaban volver hacia atrás, pero luego, avanzaban. Algunas gotitas morían en el paredón de cemento gris. Algunas gotas se parece a mí.
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FIN
Datos del Cuento
  • Autor: S.d.
  • Código: 6788
  • Fecha: 27-01-2004
  • Categoría: Románticos
  • Media: 6.15
  • Votos: 59
  • Envios: 2
  • Lecturas: 1377
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
Raulo
invitado-Raulo 18-11-2006 00:00:00

Te felicito!! La verdad, es que no me suelen llegar los cuentos, pero el tuyo me llego muy profundo al corazon. Hiciste que entendiera ahora a las personas que tienen amantes. La vida es una sola y hay que vivirla intensamente no crees? Saludos! Raulo

LUCY-A
invitado-LUCY-A 27-01-2004 00:00:00

Precioso,no hay quien entienda Al corazón... Ni a la razón ... Ni al amor... Que dicifil... "muy dificil de entender". Un saludo

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