Cuento la historia de dos animales que quisieron hablar con el creador del universo, ambos creían presentar fallas en su diseño y quisieron una explicación que justificara porque habían sido creados con alas y sin derecho a volar.
Estos animales eran el pingüino y el avestruz.
Mientras el pingüino se empeñó en preguntar porque no podía surcar el vuelo como las otras aves, el avestruz preguntaba como podía hacer para darle el mejor uso a sus patas, tan largas y con sólo dos dedos.
Hoy en día ambos animales todavía existen, el pingüino se caracteriza por su torpe andar, mientras que el avestruz se distingue por su veloz carrera.
La diferencia entre el pingüino y el avestruz radica, en que el primero se concentró en sus carencias, mientras el otro aceptando sus carencias, buscó sacar el mejor partido a lo que el creador le había otorgado.