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Categoría: Terror

CAMBIO DE CUERPOS

Nooo de nuevo!. Realmente la angustia invadía cada sentido de Nahum. Los pasillos de los vestidores eran inmensamente largos, alumbrados a media luz y a lo largo se perdían en el infinito; Nahum sabia que no estaba solo aunque el no veía a nadie, alguien lo seguía velozmente por cada pasillo y el sabia que entre mas pasillos recorría, mas se perdía de la salida de aquel lugar sobrenatural. El corazón palpitaba con dolor en su pecho, sus sollozos eran cada vez mas asfixiantes, su cabello lleno de sudor le daba la sensación de estar completamente mojado y sus piernas no respondían a la desesperación de correr rápidamente. Nooo de nuevo!, logró tomar aire para luego despertar de un solo golpe.
Nahum permaneció sentado en su cama por varios minutos, tocando su pecho sentía el levantamiento de su corazón. Sentía pánico de morir en un lugar tan inmenso y tan solo, y el temor de sentirse siempre vigilado por alguien que no podía ver.
Ahí en su cama, Nahum sabia que la vida era difícil, no tenía familia y la soledad empezaba a convertirse en su peor psicosis.

Amanece para Nahum, su trabajo sin horario lo obliga a salir de casa. La compañía para la que trabaja es la Comisión de Electricidad y el viaje es a un pueblo lejano que necesita ser electrificado. Nahum es operador de grúa y muy temprano sale de casa, sube a la grúa y se dirige al campamento de aquel pueblo en donde dormirá por las siguientes 2 semanas.

Mientras va manejando, siente pesados sus ojos, pero para su fortuna ya esta llegando al pueblo. Ya es casi de noche pero logra llegar al pueblo con un poco de luz natural. Al llegar al campamento, donde otros trabajadores de la misma empresa se hospedan, busca el dormitorio que el ocuparía. Cuando llegó al cuarto, Nahum sentía que su angustia aumentaría al ver esas paredes de adobe escurridas por la lluvia, el piso era de tierra aplanada y una pequeña ventana al lado de la puerta, apenas si dejaría entrar poca luz durante el día.

Antes de que la noche cayera, Nahum dejó sus maletas y salió a conocer el pueblo, el cual apenas contaba con 14 casas. En su recorrido pasó por la casa que colindaba con la parte trasera de su curto, y le causó morbo echar un vistazo adentro de ese cuarto de una sola pieza, ya que la puerta se encontraba abierta y en las paredes el reflejo de luz de un quinqué.

Casi lograba mirar mas adentro cuando de la puerta entreabierta sale una anciana de aspecto espeluznante. Sus ojos marcaban manchas negras en las ojeras, las arrugas deformaban sus ojos hundidos y su nariz parecía golpeada en los extremos. Con un vestido largo y negro le pregunta- ¿ y tu quien eres?. Nahum con el susto y la vergüenza alcanzó a decir – Vengo a trabajar a este pueblo. Disculpe usted, permiso.
Nahum da la vuelta y la viejecilla logra decirle con su voz ahogadiza y ronca, - ¡ A si... ¡, y que vienes a hacer?. Nahum, que ya había avanzado unas cuatro pasos se da la media vuelta para contestarle y se colapsa al ver que la anciana estaba parado justo atrás de él. Tirando un paso temeroso hacia atrás le contesta, -solo a electrificar señora, permiso. Da la media vuelta y se retira veloz mente. Los primeros pasos sentía dejar las piernas y la espalda, no podía avanzar de miedo y recordando su sueño decidió trotar para alejarse lo mas posible y lograr dar la vuelta a la cuadra. Llegó a su dormitorio y se acostó buscando olvidar tan terrible sensación.

El día siguiente trabajó hasta tarde y al regresar, cuando pasaba por la casa de la anciana, miró lo que la noche anterior no pudo, la puerta de aquel cuarto completamente abierta mostraba la cama de la anciana y justamente al lado de esta, un ataúd de madera con la portezuela abierta. Al ver esto, Nahum apresuró el paso pero antes de que se pudiera alejar, salió la anciana y con su ahogado tono de voz le gritó, - Un favor joven! . – Nahum esperando ver la cara deforme de esa mujer voltea y apenas si la contempla agacha su mirada diciéndole, - ¿cómo dijo señora?. Y le contesta. – Dije que un favor joven!, de entre sus viejas ropas sacó su mano que ahora con la luz del día, miró llenas de artritis y puntos negros reflejo de su edad. En la mano le entregaba una carta y le dijo. – podrías mandar esto en el camión que recoge las correspondencias, es urgente que mandes mi carta. Entonces Nahum, mientras estiraba su mano para recibirla, levanta su mirada con cierto aire de valentía, la anciana que era menor de estatura no mostraba su cara por el velo que tapaba su cabeza, pero luego de que Nahum toma la carta, la anciana levanta su cara y Nahum descubre de su cara los ojos lechosos de aquella mujer, ojos sin forma, blancos por completo y sin visión aparente, Nahum jadea con miedo y con la carta en mano retrocede, mirando de nuevo el ataúd y con la voz temblando le dice a aquella mujer, si señora, me tengo que ir, da la media vuelta y esta vez corre apresurado a su cuarto. Al llegar, empieza a rodearlo un sentimiento de angustia, tira la carta sobre una pequeña mesa de madera y da vueltas de un lado al otro del cuarto, se toma los cabellos con fuerza y frunciendo sus mejillas empieza a gemir de miedo. – Por que......? por que a mi......?, quien es esa maldita vieja.....?, maldita, maldita, maldita sea......!, sudando de su estrés, enciende el quinqué toma la carta, la abre toscamente y en un papel de olor desagradable lee... Ahora si, ya voy por ti. Nahum con sus ojos más abiertos que nunca termina de leer el párrafo e inerte endurece cada músculo de su cuerpo, luego sus manos comenzaron a temblar y apretando su mandíbula grita, -¿Qué significa esto....?, ¿qué significa....?. Maldita vieja del demonio... en eso una sobra de flacazo pasa detrás de él; Nahum casi enloquecido da la media vuelta rápidamente y grita – Es a mi...?, maldita vieja pudrefacta...!, es a mi....?. Ya en pánico, empieza a llorar con gritos estremecedores y sus piernas ya débiles se hacen quebradizas por lo que se arrodilla con llantos retumbantes, su piel ya totalmente roja y las venas de su piel alzadas tomaron la figura de Nahum llena ya de histeria, de rodillas levantó su pecho y mirando a su alrededor el quinqué ya apagado la ventana abierta y la luz de la luna entrando por ésta. Cierra sus ojos pero entra en colapso cuando aun cerrados sus ojos sigue mirando el escalofriante escenario, los abre y ve lo mismo, los vuelve a cerrar y es como si nada tapara sus ojos por que sigue viendo en la oscuridad de ese cuarto. Nahum se levanta estrepitosamente y se arrincona a la pared, mira con ojos de locura cada lugar de ese cuarto y mira la carta, en el piso, la observa y como si el no hubiese abierto la carta, se veía cerrada, luego mira rápidamente a donde se encontraba el quinqué, corre hacia el tomando antes la carta, lo enciende y la mete al fuego. La carta se quemaba mientras Nahum incontrolablemente empieza a reír sarcásticamente, y entre el silencio de la noche escucha aproximarse unos pasos por lo que detiene rápidamente su risa y con sus sentidos atentos al sonido del caminar, sus ojos se ciñen con un rostro de miedo. Escucha que se detiene los pasos cerca de la puerta y Nahum piensa que alguien del pueblo lo había escuchado llorar, con miedo aproxima su mano al cerrojo de la puerta, lo quita y lentamente la abre, la luna iluminaba bien el lugar y conforme abría la puerta, pudo ver a un hombre vestido de traje negro con un sombrero del mismo color, sus bigotes no dejaban ver su boca y sus ojos redondos miraban fijamente a Nahum. Cuando logró abrir por completo la puerta, miró al señor a unos 7 metros de su puerta, y con coraje le preguntó- Quien es usted?, que quiere de mi...?. El hombre no dejaba de mirarlo fijamente, Nahum gritó mas fuerte y desesperado, quien es usted...?, Habla desgraciado...!, Y miró a sus ojos que inmediatamente se tornaron lechosos y aun pasmado Nahum el hombre empieza a caminar hacia él flexionando sus rodillas hacia atrás, curveando sus piernas en forma contraria a lo normal en forma similar a las patas de una gallina. Nahum se paraliza de cuerpo entero tratando de reaccionar y cerrar la puerta antes de que entrara al cuarto. Cuando casi ya en el suelo logra cerrar la puerta, Nahum se arrastra hacia la cama pero un fuerte dolor en su pecho le impide llegar, cayendo así totalmente al piso cerca de donde estaba el quinqué.

No... de nuevo¡, Nahum esta en el pasillo de los vestidores, mira a todos lados y cualquier pasillo que mira, parece no tener fin, la pesadilla comienza. Nahum corre y sabe que mas se pierde en ese lugar, ahora no solo sabe que lo persiguen, si no que el hombre de piernas de animal, corre tras de él, mientras palpita rápidamente el corazón, Nahum no sabe si dejar de correr de una vez, Quiere afrontar su sueño, pero para ello busca el pasillo más iluminado, y entre mas avanza se da cuenta que todo es oscuro ya. Mira una regadera de los vestidores y se mete ahí para luego dejarse caer con su cuerpo hecho bola y tembloroso de lo que le va a pasar, conforme espera, escucha los pasos de nuevo y en sus oídos empieza a aturdirlo un sonido extremadamente grave, luego su cuerpo se paraliza y su piel se oprime como si fuese envuelto en una fuerza de gravedad sumamente pesada, y dispuesto a afrontar su realidad abre los ojos y con un grito extiende su cuerpo...

Mira boca arriba y se da cuenta que ya despertó, pero al mirar a su alrededor, se da cuenta inexplicablemente de que esta atrapado dentro del ataúd de madera que vio en la casa de la anciana. Esta vez, Nahum ya esta en un estado de psicosis, ya su expresión de la cara no denota nada, con su mano empieza a tocar la madera, y sin importarle lo reducido del espacio, empieza estrepitosamente a retorcerse para abrir el ataúd, ya su fuerza es muy poca y cuando logra darle una patada a al baúl, de entre las maderas pegadas se suelta un montón de tierra, fue ahí cuando se dio cuanta que se encontraba enterrado, Nahum se transforma en una fiera rasguñando sus espaldas y su cara, marcando se con sangre y golpeando la madera fuertemente. Cuando por fin logra estar boca arriba de nuevo, Nahum empieza a ver flacazos por toda la caja, risas confundidas con sonidos graves y agudos que aturdían sus oídos. Luego en lo que sentía su sangre correr por sus vestimentas, la caja empezó a vibrar fuertemente, el oxigeno ya se acababa, cuando se abrieron las tablas de la caja y toda la tierra que soportaba, cayó sobre Nahum ahogándolo y matándolo.

No... de nuevo!, Nahum esta en ese terrible pasillo sin luz y sin fin, quiso empezar su pesadilla y volver a correr, pero con un gran suspenso miró a su derecha, su cuerpo estaba en la regadera lleno de tierra y con un tono morado, sabía que ya había muerto. Pero pensó, tomar aire y despertar; de un grito ahogadizo y ronco, despertó y se sentó en la cama, su cuerpo diferente le causó sorpresa, lentamente sospechaba su realidad, mirando a su lado, el ataúd de madera tal cual lo vio por primera vez. Se levantó y mirando su rostro en un viejo espejo, contempló un rostro lleno de arrugas y sus ojos tornados lechosos y en el espejo un sobre cerrado idéntico al que le habían entregado.
Datos del Cuento
  • Autor: nioka
  • Código: 11367
  • Fecha: 20-10-2004
  • Categoría: Terror
  • Media: 6.02
  • Votos: 65
  • Envios: 4
  • Lecturas: 5551
  • Valoración:
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