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C. av. (continuacion)

son casi las tres de la madrugada, el lugar es un hotel fronterizo en Estados Unidos al este de Austin en Texas. el hotel en cuestion es un tugurio pues al Dueño James Stevens poco le importa ese lugar y si bien a la medianoche acepta a vagos y parejas con un pasado dudoso. es el año de 1958. en una habitacion la 502 se halla la luz del cuarto apagada y en una cama grande color blanco yace una mujer a edad madura pero de un fisico ardiente y contumaz; se llama Amalia Royer, de unos 31 años la cual acompaña a nuestro personaje y tras una masturbacion de casi cinco horas sigue en la cama suspirando por lo bajo, el fumando y mirando hacia la ventana. cuando de pronto el habla aunque algo contrariado al fin:

- Detesto estar inactivo. son casi las tres de la madrugada y no me ha llamdo Matos. vaya porqueria!- Matos es su jefe en cuestion. desde hace un año que trabaja para el; este primero es un delincuente ya veterano en las artes de estupefacientes y vinos adulterados; exporta y reparte Cocaina, Marihuana, etc. y vinos que si bien no embriagan llevan a un extasis. no es un negocio para un veterano de casi cuarenta años: es conocido en su region y paisano casi de Avandalos pero de distinta generacion. por eso, desde hace unas cinco semanas mando a sus complices a refugiarse en distintos lugares pues el piensa destinarles a una mision para transportar droga a Cuba y sus servidores de ese lugar, aun mas domesticados en el arte y mas aun la situacion de anarquismo en Cuba. por ello deben permanecer escondido mientras el piensa un metodo. pero eso exaspera a Avandalos. su compañera de alcoba lo mira al cabo de un segundo al oir su exclamacion agria y dice:

- ¿inactivo, dices? no creo lo mismo, darling. tal vez. por mi estaria bien que nos quedasemos aqui una eternidad.- dice la mujer, algo incorporada y con una sonrisa casi sacrilega para el momento.

- uff!- aspiro el cigarrillo. paenas habia odio lo que decia la mujer y ademas, preferia su soliloquio, costumbre comun desde adolescente por ser un chico solitario y muy huraño. ya se estaba consumando.- no se cuanto mas podria tardar el vejete. tampoco se para que me meti en este comercio. ah! ya lo recuerdo; para obligarme a dejar a mi parentela y mi "neighboor land" mas porque no tenia trabajo ni de levantacolillas. bah!

- descuida, nene: quizas el destino nos aspiraba a algo mas. bueno. pero ya lo ves que no. mirame a mi: yo antes de ser una meretriz como tu me llamas no era mas que una pelada que queria dedicarse a un negocio familiar y casarse con un tipo normal. ahora ya no puedo creer eso. lo ves?- replico Amalia, una mujer galante que se aclara era quien lo acompañaba puesto que era tambien parte del negocio meter a mujeres callejeras con Matos, la mayoria en los lupanares americanos lujosos y clasemedieros le conocian y permitian destinar "lo mejor para la clientela". aunque claro para el protagonista a veces le resultaba asfixiante trtar con muejres corrientes o muy del barrio bajo. hubiera preferido estar solo.siguio fumando. y al cabo de lo cual y tras sentir una nube de sopor en sus ojos dio la ultima bocanada y dijo:

- el tiempo es tan raro. ademas, no hablaba contigo, bruja.

- oh! yo solo decia. ahora que.- no pudo terminar la frase y volvio a dormir para tal vez continuar sus fantasias en el limbo de la mente.

- Zorra. realmente te aborrezco. - gruño y salio hacia la terraza que era casi futil pues era un hotel de una sola planta y con habitaciones cruzadas. miro hacia la calle atravesada por unos jovenzuelos en breve que salian tal vez de una fiesta o una parranda en algun bar cercano de mala muerte. ahi era muy comun el libre albedrio de jovenes y vagos en la calle a medianoche. se oian insultos, injurias, libaciones y gritos. Avandalos suspiro esta vez aliviado; ese ruido habia conseguido relajar la tension y exasperacion de hacia horas con esa mujer que ahora se encontraba durmiendo. pero ya no parecia molestarle. mas asi, sintio que debia dormir en la terraza y ahi se encontraba un sillon ancho y muy blando que era bueno si uno no queria dormir o queria reflexionar. sintio de nuevo la pesadez en los parpados: "ahh! este sueño me mata. es momento de dormir la mona" y apenas decirlo se sento y durmio. si. le esperaba una faena muy larga pues tal vez su jefe hablaria muy de mañana y debia guardar reposo, por ahora. (continuara)
Datos del Cuento
  • Autor: D miranda
  • Código: 20354
  • Fecha: 27-10-2008
  • Categoría: Policiacos
  • Media: 5.18
  • Votos: 92
  • Envios: 0
  • Lecturas: 5696
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