Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Sin Clasificar

Buscando esperanza...

Me siento delante de una hoja en blanco, trato de iniciar una conversación monóloga en la que me explique a mi misma cómo debo orientar mis pensamientos, como hacer ver la pantomima de gestos que se deshilacha por mi vida. Y empiezo poniendo ingenuamente la palabra gracias por seguir ahí, del ahí inevitablemente me distraigo en el pasado sabiendo que nadie estaba, nadie creía en mi. Al hablar de mi imperiosamente asomas tú al pensamiento y detrás como si de una comitiva desordenada de ideas se tratase van apareciendo otras personas...

Me centro, recurro a las palabras para volver a fijar ideas y prosigo con un... en realidad no sé qué decirte, no es que quiera callar por tener algo que ocultar más bien es todo lo contrario... es que... de repente se me viene a la mente una frase dicha con impotencia pensada como un imposible: ¿cómo se puede recoger en un cubo el agua derramada?, entristecida por tal verdad añado: no es posible. Al pronunciar esa última palabra mi mente se rebela, yo creía en imposibles, me digo en voz calmada, sorprendida, vencida en su humildad, yo creía en imposibles, realicé uno en mi vida porque no sabía que lo era y ahora... de nuevo me concentro en el papel, lo escrito se me desmaya en los ojos como simples letras que no tienen fuerza, que no tienen alma y trato de proseguir la redacción, ahora me parece un cuento, algo bien contado pero carente de sentimiento, lo borro todo, comienzo de nuevo, y de nuevo me surge como primera palabra un gracias ¿y después? ya no sé qué poner...

Si desato el pensamiento y comienzo a escribir una historia no termino, hay tanto por decir, hay muchas palabras expresadas pero tan poca esencia de verdad en ellas.

Finalmente, tras el gracias escribo: ojalá esté llegando tu tiempo de creerme y no tu tiempo de perdonarme, ojalá amigo. He puesto la palabra amigo como surgida por magia, no me he dado cuenta, recapacito, leo de nuevo, amigo... eso no lo va a entender en su medida, eso le va a parecer una vuelta atrás... no puedo ponerlo es que me tiembla la voz hasta al pronunciarlo.

Recogiendo entereza borro la última palabra y prosigo: tan solo quería decirte que yo nunca te mentí, nunca... en este espacio escribo su nombre... lo leo, lo vuelvo a leer, se pueden decir tantas palabras con un solo nombre, no puedo ponerlo en el escrito. De repente todo me suena falso, pero es todo verdad, ¿qué te pasa? me interrogo con enfado, no lo sé, es que me cuesta poner palabras, me digo con abatimiento. En lugar de su nombre pongo un signo conocido por ambos, entrañable, más humano, más cercano, más personal... continuo escribiendo: si alguna vez hubiera hecho algo indigno para ser vuestra amiga, yo misma me habría quitado el nombre... por favor no permitas que mi nombre se manche con mentiras, no lo merezco. Las palabras comienzan a ahogarme, en realidad no merezco ni tener que escribir todo esto, tengo una sensación extraña, quiero ya despedirme y hay tanto aún por decir, antes de despedirme añado un símil, una de esas historias de términos elevados que llevan verdades por dentro, luego termino el escrito con un abrazo, el deseo de una creencia, una palabra entregada...

Y así queda mi mensaje:

Gracias por seguir ahí, ojalá esté llegando tu tiempo de creerme y no tu tiempo de perdonarme, ojalá.
Tan solo quería decirte que yo nunca te mentí, nunca :) y si alguna vez hubiera hecho algo indigno para ser vuestra amiga, yo misma me habría quitado el nombre... por favor no permitas que mi nombre se manche con mentiras.

Decirte más es como tratar de coger con mis manos una bola de fuego para regalártela, no es imposible hacerlo, pero toda persona sensata sabe que es una locura hasta el pensar hacerlo, me quemaría y me dolería y nadie se merece que queme mi vida por él, pero tú aún no crees en mi lo suficiente para comprender que yo no soy capaz de semejante burrada solo para demostrar mi valor, solo para hacerte un regalo...

un abrazo, cree en mi, solo puedo darte mi palabra de buena persona, no tengo más.

-------------------------------------------------
Mi única locura... encontrar esperanza para enviártelo o dejarlo prendido como un broche de confianza aquí como otro cuento.
Datos del Cuento
  • Autor: :-)
  • Código: 12690
  • Fecha: 05-01-2005
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 6.06
  • Votos: 50
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1670
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.14.246.254

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815