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Ayuda bíblica a nuestros problemas.

Ayuda bíblica a nuestros problemas.

(Relato Religioso. 93)

La Biblia nos ayuda a evitar problemas. La Biblia afirma que sus consejos son inspirados y provechosos “para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas”. [2 carta del apóstol Pablo a Timoteo capítulo 3, versículo 16]. ¿Qué usted, amigo lector, piensa sobre esta afirmación que acabamos de mencionar, es verdad?. Veamos como la sabiduría de la Biblia ha ayudado a la gente a evitar que algunos de los peores problemas de la vida se agraven y como podemos cambiar nuestro rumbo por la vida y mejorar nuestra personalidad para llegar a ser más íntegros a Dios y por lo tanto, a ser mejores padres, o hijos, o amigos, o persona en general. Tratemos las siguientes situaciones y veamos como la Biblia a ayudado a la gente.

El abuso del alcohol. Diana, la señora que mencionamos en el primer relato de esta serie sobre la Biblia,  titulado “La Biblia sigue siendo útil!”, sintió que la ansiedad la estaba empujando a beber cada vez más. La Biblia no prohíbe el consumo moderado de bebidas alcohólicas, pero sí dice: “No llegues a estar entre los que beben vino en exceso”. [Proverbios 23:20]. El abuso del alcohol se asocia con problemas graves de salud, relaciones dañadas o rotas y millones de muertes prematuras todos los años. Si las personas siguieran los sabios consejos de la Biblia, podrían evitarse muchas de esas consecuencias. Diana hizo precisamente así y ahora dice: “Me di cuenta de que la bebida no calmaba mi ansiedad. Puse en prática el buen consejo de Filipense 4:6 y 7: “No se inquieten por cosa alguna, sino que,…, dense a conocer sus peticiones a Dios”. Todas las noches mis pensamientos iban a mil por hora, oraba a Jehová y le contaba cómo me sentía: mi rabia, mi dolor, mi desesperación…, y le pedía que me ayudara a ser más positiva. Al día siguiente, hacía todo lo posible por dejar atrás esos sentimientos negativos. Orar a Jehová me ayudaba a concentrarme en lo que tenía y no en lo que no tenía. Decidí no volver al alcohol nunca más porque valoraba mucho la paz que había encontrado y no estaba dispuesta a perderla”.

La inmoralidad sexual. Hay pocas cosas que más causen dolor y sufrimiento que la inmoralidad sexual. Sin embargo, los principios bíblicos pueden evitarnos todo ese dolor porque tratan algunas de las causas, como el coqueteo inapropiado o la pornografía. Un hombre joven llamado Samuel comenta: “Coquetear era tan fácil,… A veces, la otra persona ni siquiera me atraía, pero notaba que yo sí le gustaba y eso lo hacía divertido”. Al final, como le acusaban tanto de coquetear, incluso cuando no era su intención, Samuel decidió hacerlo a propósito, pero le remordía la conciencia. Ahora dice: “Coquetear es dañino, hace que te vuelvas egoísta”.  El leyó un artículo en el sitio de internet de los testigos de Jehová, jw punto org. También pensó en Proverbios 20:11, que dice: “Hasta por sus prácticas el muchacho se da a conocer en cuanto si su actividad es pura y recta”. ¿Cómo le ayudó este consejo?. Samuel se dio cuenta de que coquetear no era ni puro ni recto. El añade: “Aprendí que quien actúa así terminará siendo un mal esposo. Me puse a pensar en lo que sentiría mi futura esposa si me viera coquetear con otra mujer. Eso hizo que me diera cuenta de que no es un hábito inofensivo. Que coquetear sea fácil, no lo convierte en algo bueno”. Samuel cambió y eso lo ayudó a no caer en la inmoralidad.

Otra situación dificil fue la que vivió Antonio con la pornografía. Aunque amaba mucho a su esposa, vez tras vez caía en esta práctica. Reconoce que lo ayudó el principio de 1 Pedro 5:8 donde se lee: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”. Este versículo me ayudó a pensar en el origen de esas tentaciones. Tenía que lograr que mi mente asociara de manera automática esas imágenes sucias con un detestable originador. Ahora sé que solo Jehová puede ayudarme a ser sabio y a estar alerta para proteger mi mente, mi corazón y mi matrimonio.  Antonio recibió la ayuda que necesitaba y por fin logró dejar ese mal hábito. Gracias a eso, evitó problemas aún mayores.

Problemas tales como la preocupación excesiva, también la Biblia nos ayuda a enfrentarlo y resolverlo. A veces hay problemas en la vida que persisten, quizás durante años, es posible que echen raíces antes de que nos demos cuenta. ¿Cómo puede la Biblia ayudarnos a solucionar esos problemas que persisten y nos causan frustación?. Veamos el ejemplo de Rosi. Ella tenía una procupación  intensa y nos comenta: “Me obsesionaba con algunos problemas porque no dejaba de darles vueltas y de imaginarme siempre lo peor”. ¿Qué textos bíblicos la ayudaron?. Uno de ellos fue Mateo 6:34, “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad”. Rosi dice que esas palabras de Jesús la ayudaron a dejar de preocuparse por lo que quizás suceda al día siguiente. Y añade: “Ya tenía bastantes problemas” como para preocuparme por cosas que aún no habían sucedido y que posiblemente nunca sucederían. Otro texto que pudiera ayudarnos en estos casos es la cita de 1 Pedro 5:7 donde dice: “A la vez que echan sobre él [Dios] toda su inquietutd, porque él se interesa por ustedes”. También orar a Jehová Dios y contale nuestros problemas e inquietudes alivia nuestra preocupación. [1 Tesalonisenses 5:17].

La soledad. “Mi esposo me abandonó y me dejó sola con cuatro niños pequeños”, relata Cristina. El principio bíblico de Proverbios 17:17 le ayudó: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo y es un hermano nacido para cuando hay angustia”. Ella buscó apoyo de otros siervos de Dios y, ¿cómo le fue?. “Mis amigos me apoyaron de muchas maneras. Algunos nos llevaron comida y flores. Las tres veces que tuvimos que cambiarnos de casa, mis hijos y yo contábamos con la ayuda de un grupo grande de amigos . Además, alguien me ayudó a encontrar trabajo. Mis amigos siempre estuvieron a mi lado”. Poner en práctica los consejos de la Biblia nos ayuda a encontrar amigos comprensivos.

Hay problemas que por ahora no se pueden ni evitar ni resolver. Por ejemplo, la pérdida de un ser querido, y no le quede más remedio que buscar formas de como sobrellevar su dolor. ¿Puede ayudarnos la Biblia en estas circunstancias?. Diana, ya mencionada anteriormente, recuerda: “La muerte de mi hija, de solo 18 años, fue tan dolorosa que pensé que  no podría seguir viviendo. Nada volvería a ser igual”. A Diana le animó mucho el Salmo 94:19, donde el salmista cantó a Dios: “Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos dentro de mí, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma”. Ella agrega: “Le pedí a Jehová que me ayudara a encontrar alguna actividad que calmara mi dolor”. Diana se dedicó a trabajar de voluntaria en una obra que le produjo satisfacción. Con el tiempo, llegó a verse como los creyones de colores que usan los niños para pintar, hasta los que están rotos sirven para colorear. Ese también era su caso, aunque se sentía como esos creyones rotos, todavía podia ayudar a otros. Explica: “De repente me di cuenta de que, cuando yo consolaba a mis estudiantes de la Biblia con principios y razonamientos bíblicos, Jehová también me estaba consolando a mí”. Ella se hizo una lista de personajes bíblicos que pasaron por períodos de angustia y descubrió que “todos ellos fueron personas de oración”. También aprendió que “si no abres la Biblia, no obtendrás ninguna respuesta”. Pero la Biblia le ha enseñado algo más: A concentrarse en el futuro y no en el pasado. La anima mucho la esperanza que aparece en Hechos 24:15: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos”. ¿Realmente ella cree que Jehová resucitará a su hija?. Dejemos que ella responda: “Estoy segura de que veré a mi hija. Mi Padre celestial ya tiene apuntada en su ‘agenda’ la fecha de nuestro reencuentro. Puedo verme con ella en nuestro jardín con la misma claridad con la que recuerdo la ternura que sentí cuando la vi el día que nació”. Sí, la Biblia puede darnos consuelo y ayuda en los peores momentos de nuestra vida.

¿Puede ayudarnos Dios?. La respuesta de la Biblia es muy sencilla: “Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad. Ejecutará [o cumplirá] el deseo de los que le temen y oirá su clamor por ayuda y los salvará”. [Salmo 145:18 y 19]. Dios puede darnos fuerzas, sabiduría y paz en todo momento de nuestra vida. Si usted necesita alguna clase de ayuda hoy día, por favor, comuníquese con los testigos de Jehová de su localidad y ellos con mucho gusto le brindaran amablemente, consejo y consuelo necesario para su caso, basados en la Biblia..

Pero, ¿y si los problemas no se resuelven enseguida?. No piense que Dios se ha olvidado de usted. De hecho, cuando los problemas persisten, Jehová puede darnos las fuerzas y el valor que necesitamos para aguantar. [1 Corintios 10:13]. Además, la Biblia promete que llegará el día en el que todos nuestros problemas desaparecerán para siempre porque nos ofrece un futuro mejor sin lamentos ni sufrimientos, sin muerte ni dolor. Este tema “La Biblia y nuestro futuro” será el proximo relato religioso y final de esta serie sobre la ayuda que nos puede dar a cada uno de nosotros la Biblia, la Palabra de Dios.

 

 

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