Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Terror

Atrum ob Semper

Séame entendido que me llame a mí mismo Der Krieger, porque el blanco papel que tengo adelante no debe mancharse con el mío verdadero.
No querría, aun cuando pudiese, encerrar hoy en estas paginas el recuerdo de todos los años que he vivido sabiendo como comenzó esta miseria irremediable, pero no como terminara. Los hombres en general suelen ser viles gradualmente. Pero en mi caso toda bondad y sentimiento se desprendió en tan poco tiempo, de un solo golpe, como un flechazo.

El infortunio es vario. La desgracia es multiforme en el mundo, no recuerdo la belleza del arco iris, sus colores son tan variados y distintos, debe ser hermoso. ¡Cómo lo extraño!, Pero por ahora lo único que conozco es miseria, infortunio y oscuridad; y por desgracia creo que comienzo a gozar de ello.

Soy un hombre oriundo de alguna ciudad gigantesca en Inglaterra, o al menos eso creo; No lo recuerdo. Solo que durante un día entero de otoño, oscuro, sombrío y silencioso, en que las nubes se posaban grises y bajas en los cielos, había atravesado a caballo, solo, largamente un lúgubre paisaje, no muy lejos de lo que pudo haber sido mi hogar, y finalmente cuando la oscuridad de la noche se acercaba, me encontré con un hermoso animal de piel rojiza y larga cola, el animal mas hermoso que haya visto en mi vida, intente cazarlo, pero al disparar con mi escopeta... mi caballo se abalanzo y caí en la oscuridad... aquel animal me debió atacar por ofenderle.

Desperté en la oscuridad, las 6 paredes a mí alrededor deben indican que estoy muerto. Pero no es así, vivo, y estoy plenamente consciente de que lo estoy. No puedo mover mi cuerpo, pero veo, oigo, percibo, siento... no tengo idea de cuanto tiempo tengo aquí, pero por el olor, mi cuerpo está en avanzado estado de putrefacción.
Ha pasado un tiempo, no sé cuanto. No me he movido. Me he aburrido mucho por no hacer nada. Pero no puedo salir de aquí.
Algo suena. Me imaginaba que eran ellos, todos han entrado... se están dando un banquete con mi cuerpo putrefacto... hacen orificios en mi carne, entran, comen, salen del otro lado. Nunca pensé que los gusanos dieran un espectáculo tan grotesco.
La tierra se mueve, ¡qué extraño!, Parece que quieren sacarme de aquí.
Se ha desprendido la tapa de mi ataúd, ahora soy libre. Se llevan mi cuerpo para incinerarlo y sepultar alguien en el mismo sitio donde yo estaba, es curiosa la humanidad.
Lo que me tiene extrañado es... si se supone que al morir uno pasa a otro plano, ¿donde está la entrada? ¿Dónde está la luz, el túnel que tengo que atravesar para ir a mi destino? ¿Dónde están Dios o el demonio? ¿Dónde están los ángeles?
He vagado durante días -¿meses?- en el cementerio, he visto como la gente sepulta a sus muertos, que son muchos, he visto otros cuerpos salir de las tumbas como le sucedió al mío. Cielos ¡qué patética la humanidad!, No saben lo que es la muerte, les causa dolor, yo sé lo que es... y aquí sigo. Solo. Siempre lo he estado, creo que por eso nadie ha venido a llorar por mí.
Una viento de aire frió ha golpeado mi espalda, volteo y veo una sombra negra ahí, me habla en un lenguaje que no conozco... me indica que le siga.
Me ha traído a un cuarto, hay una persona acostada, durmiendo, pero no reconozco su rostro. Me dice que me recueste, que necesito descansar; Lo hago.

Me he despertado dando un brinco, mi respiración es muy agitada, estoy bañado sudor. Me incorporo voy a un estanque cercano por agua. Cojo un puñado de ella. Mis pies descalzos están helados, por él frió del suelo o por la temperatura de mi cuerpo, solo Dios sabe.
Apuradamente bebo el agua. Camino rumbo a un árbol. Lo miro y veo algo extraño, Al verlo de cerca, veo algo en él me ha dejado helado.
Una frase escrita con sangre, mi propia sangre.

Una frase que dice:

Te he dado otra oportunidad de vida, todavía no es tu turno, ¿estas preparado?.

Te esperaré.
La muerte.
Ese escrito me a dejado completamente adonizado, luego de cierto tiempo recupero la conciencia y el control completamente, necesito lavarme la cara, me dirijo hacia el estanque cercano de nuevo, mientras camino hacia él, reflexiono y me doy cuente que en verdad estuve muerto y no sé sí en realidad todavía los este, o talvez allá regresado a la vida.

Al llegar al estanque a lavarme la cara, veo la una imagen, una imagen a la que no puse mucha atención cuando bebí el agua, es la imagen de un hombre, un hombre que a sido tratado sumamente duro con los años, es la imagen de un hombre con barba gigantesca, un hombre que no se a rasurado en mucho tiempo, la imagen de un hombre con la cara ajada y sucia, desde siempre e sido muy cordial a si que decidí, no importa quien fuere, voltear a saludarlo.
Volteo para saludarle pero no hay absolutamente nadie, estoy completamente solo, de nuevo volteo hacia el estanque y veo la imagen de aquel hombre, ago ciertas muecas, que también son hechas por la imagen, ¡es imposible! Esa imagen soy yo, yo soy el hombre con la piel ajada, y barbada, pero que diablos a pasado, no lo creo, me toco la cara, palpo la barba, siento mi piel ajada, parece que he sido abandonado en el tiempo, en otra dimensión, en otra era, o en otra parte, no se en donde, solo se que he sido abandonado en la oscuridad, si, abandonado en la oscuridad, en esa miserable oscuridad que poco a poco hace que me acostumbre a ella.

Las facultades del espíritu se designa con la calificación de analíticas son en sí bien poco susceptibles de análisis. No puedo apreciarla mas que por sus resultados. Sé, sin embargo, que poseerla a sido para mí la mayor satisfacción en grado supremamente alto, constituyen, o, mas bien constituyeron mi mayor fuente de las más vivas satisfacciones, así como el hombre fornido disfruta de sus ejercicios, yo disfruto de mi capacidad analítica cuando debo poner las cosas en claro, esto es mi mayor goce.
Hallaba el placer en las ocasiones más triviales en las que podía poner mis talentos en juego, estudiar enigmas y jeroglíficos, desplegar soluciones con perspicacia única, que a ojos de otros se convierte en algo sobrenatural era hermoso, como si mi mente llegara a un estado de orgasmo total al descifrarlos.

No estoy loco, o tal vez lo este, si estoy loco no seria nada anormal, que otra reacción puede tener un hombre después de tantos sucesos, que aun para mi capacidad analítica son inexplicables, tanto terror, tanta soledad, tanta oscuridad... pero si estoy reflexionando en ello, aun uso mi capacidad analítica, aun razono y pienso... pero asta los locos lo hacen, este enigma me esta volviendo loco, no se si estas sandeces que estoy diciendo... solo las digo dentro de mi locura.

Locura, locura es un termino que designa desequilibrio mental, lo que sufro es desequilibrio en todo, mental y físico, ósea que a juicio de mi capacidad analítica estoy loco, pero locura también designa perdida del juicio, y aun juzgo lo que ago, o tal vez no es así, esto debe ser un sueño, un sueño vil y despiadado que a creado mi subconsciente, no debe faltar mucho para despertar, pero; eso también fue lo que pensé cuando estaba en el ataúd...

Tal vez mi capacidad psicoanalítica suele convertirse en locura.

Llevo horas aquí, siento hambre, siento frió, siento todo lo que podría sentir un preso o un esclavo, estoy demasiado confundido...

Talvez muera de nuevo... ¡no quiero!
Me suicidaría después de estar muerto si tuviera que estar de nuevo en un ataúd sin poder moverme, ver de nuevo como los gusanos engullen mi carne putrefacta sin poder hacer nada.

Que puede hacer un hombre ante tal furia del destino, siempre e sido un hombre bondadoso y bueno... escupo sobre mi propia cara, por ser tan estúpido. Tal vez si hubiera sido un hombre vil y malvado estaría en el infierno, no estaría viviendo esta miseria irremediable.
Pero eso no será mas así. Si sobrevivo seré un hombre tan vil y malvado que seré odiado por todos, y tal vez así, no quedare solo e incapaz, iré a las llamas más profundas del infierno, sufriré un poco, pero no será comparable con lo que e sufrido asta ahora, además en el infierno no estaré tan solo.

Pero por otra parte no sé si soy un fantasma que aun piensa que esta vivió, y un fantasma esta maldito de vivir por la eternidad asta el fin de los tiempos tras la oscuridad, completamente solo. Eso es algo que no quiero, la inmortalidad es lo más horrible que le puede suceder a un ser vivo, o a un fantasma. Debo averiguar si soy un mortal o un maldito fantasma.

Cojo una astilla de una rama que encuentro cerca y de forma masoquista la entierro en mi brazo, solo para saber si soy un mortal.
La alegría de ver brotar la sangre de mi brazo es como usar mi capacidad psicoanalítica para resolver un acertijo que para los ojos de los ignorantes parece imposible.

Pero y de que sirve ser un mortal o un inmortal, de igual forma, sufriré por siempre en la oscuridad eterna asta el fin de los tiempos... parece que hubiera sido maldecido con ella.

Ya no me importa él frió y el hambre que siento, sobreviviré. Sobreviviré para traer la maldad al mundo...

así casi desangrado y débil me desmaye y quede solo en ese bosque oscuro...


Continuara....
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.28
  • Votos: 43
  • Envios: 2
  • Lecturas: 3447
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.135.205.146

1 comentarios. Página 1 de 1
Chio
invitado-Chio 04-11-2003 00:00:00

Muy mala composición de fragmentos de obras de E.A. Poe. ¿ Cuál es la finalidad...?

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815