- No te metas con esa mujer, Porfirio, hazme caso y no te metas con ella. Lo único que vas a lograr es que el corazón se te despedace en gotas de sangre y pierdas la felicidad para siempre. Ya sabes que el camino más corto para encontrarse con la desgracia son los amores chasqueados. Mira, Porfirio, esa mujer se las sabe todas,es una arpía, mientras que tú todavía no sabes nada de estas cosas. Ligerito te va a echar de su lado, porque ya sea por una u otra razón correrás la misma suerte de los demás y muy pronto ya no serás nada más que un estorbo en su vida. Lo duro será para tí, Porfirio, porque tu propia vida será un embrollo cuando ya no la tengas a ella. Así no más será, tate seguro, y es por eso que te doy el consejo, Porfirio, no hagas tal de meterte con ella. Ya son muchos los que sufren por su culpa, sufren de amor, Porfirio. Esa mujer no necesita un hombre, lo que necesita es a un bruto que no tenga sentimientos, tal vez un norteamericano.

- Esa mujer no es mala, madre-

-¿ Que no es mala ? Ay, Porfirio...tú eres un muchacho feliz, bueno, inteligente y trabajador. No, no debes arruinar tu vida con esa mujer y mi deber es impedírtelo. Yo he dado mi vida por ti, por tu felicidad. Esa mujer no te merece, Porfirio, es una gata, una pantera, una hiena. Tú eres tan inocente todavía, tan cándido. Anda, Porfirio, anda y búscate otra chica más sencilla, más recatada, más estable y cariñosa. Tu debes enseñarle y no que ella te enseñe a ti. Después no me vengas con que no te lo advertí. Me siento tan sola y triste, Porfirio, qué pena sería, vas a llorar, te vas a desangrar, te lo suplico de una y mil maneras y por tu propio bien, no te metas con esa mujer, yo se las sé todas...¿ A dónde vas, Porfirio ?

- Fácil, mamacita. Voy a ver si puedo mandar a esta felicidad al puro carajo, antes que las desgracias me vayan impedir el conocerla.