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Categoría: Románticos

"Un deseo cumplido"...

Hace unos días tuve una satisfacción, que juro, la deseaba y necesitaba desde hace ya varios meses. El tiempo pasa y muchas veces nos aclara la visión sobre la vida y sobre las cosas de nuestro pasado. El tema al que hoy me refiero es una de las áreas más flacas del ser humano, en donde no hay muchas reglas, y en donde todo se magnifica ante el más mínimo detalle.

Soy Luciano, y este es mi caso..

Me sentí muy reconfortado de poder hacer lo que por mucho tiempo no lo hice, solo por pensar en como podía repercutir en la gente que me rodea. Claro, que tampoco nunca se tenían porque enterar. Cuando uno hace las cosas no tiene que pensar en si se van a enterar terceras personas, sino en si corresponde o no. Decidí que sí correspondía. Tampoco era nada malo. Sólo un reencuentro. Con la persona a la que más he querido y valorado en lo que llevo de vida.
Muchas fueron las miradas descimuladas en la calle, en la misa dominical, por parte de ambos, que demostraban interes y ganas de volver a saber sobre nuestras vidas.
Yo supe claramente desde el principio cuales eran mis límites, y que eran infranqueables, dado a que solo buscaba saber de su vida, y no quería reavivar las cenizas que ya habían quedado en el olvido, y menos interponerlas a su nueva relación, que sabía que existía.
Cuestión que las cosas se dieron por gravedad, y lo que parecía difícil de ser, fué. Un reencuentro dirigido con las mejores intensiones por parte de los dos, en donde prevalecía un gran nerviosismo sumado a las ánsias de saber todo lo ocurrido en nuestras vidas en los dos años de pérdida todal de contactos. Todos los temas eran interesantes, y se transformaban sin darnos cuenta, en motivos de cuestionamientos teñidos de celos.
Nunca me sentí tan comprendido y escuchado desde la época en que nos distanciamos, pero en ningún momento quice ni iba a permitir que este momento se transformara en otro no buscado.
El golpe fuerte lo pude sentir, cuando la charla se tornó más que entretenida, y en confianza, y tras un comentario despectivo que hago sobre unas personas que conocíamos de aquella época, ella responde retándome "no digas eso Juan"... () De la risa, pasamos a una situación nuevamente muy complicada. Yo parecía que me había tragado un carozo. Ella, mirada gacha, pedía perdón, a lo cual le dije que no pasaba nada y que restara importancia al furcio.
Rápidamente cambiamos de tema, aunque quedé como un boxeador cuando le pegan en los riñones, seguido de un gancho en la cara. Claro, era la realidad, no tenía por que molestarme.

Después de hablar sin parar como dos horas y medias, decidimos terminar la charla por motivos de horarios rutinarios preestablecidos (para ella), y para no causar ningún mal pensamiento por parte de terceras personas.

Todo terminó cuando la dejé en su casa, ya entrada la media noche, con una alegría triste, pero satisfecho por haber logrado lo que tandos meses anhelé...
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.51
  • Votos: 51
  • Envios: 2
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