Era una tarde naranja en el barrio.El sol lo teñia todo de ese color.Acababa de llegar al parque y a mis siete años le sobraban energias para dar vueltas al para mi inmenso parque.cuando ya había corrido un poco, entre los arboles aparecio un gigantesco perro.Sus dientes blancos,no sé teñian del naranja del Sol, pues lo ocultaban las ramas del arbol y le daban un color rojo a sus ojos que a mi edad le hicierón temblar, es más, aún tiemblo cuando lo recuerdo.Mi abuela que se encontraba detras mio me dijó:"No le tengas miedo" "Si le demuestras miedo peor va ser" lentamente comenze a respirar y mi corazón dejó de latir rapido, cerré los ojos y cuando los volví abrir el perro se había marchado.Mi abuela que estaba ya a mi lado me dijó:"Está es tal vez una de las únicas cosas que te puedo enseñar, la vida hijo,es como ese perro, si le temes, no vas a poder avanzar, pero si superas todos tu temores, vas a seguir avanzando" yo le sonrei y ella me tomó de la mano y me dijó:"Aún así, esos perros que te manda la vida, son advertencias que aveces Dios nos manda, porsi no nos damos cuanta de algunas cosas"¿Como que cosas abuela?"Po ejemplo, ya se está haciendo tarde y para una vieja como yo y un niño de tu edad este parque se puede poner peligroso, mejor vamos a la casa" Así, aprendí tal vez la leccìón más valiosa de mi vida,En un parque.De los labios de mi abuela.¿Aprendistes tambien?