Es 10 de Noviembre: en el reloj de pared han dado las 9:15 PM: en la sala comedor hay 3 miembros de la familia Rodríguez Méndez. La madre, la señora Bertha de 42 años: una dedicada ama de casa los fines de semana pero es profesora de francés en una secundaria de la zona. Su marido, Álvaro se encuentra de viaje debido a una gira laboral en su puesto como gerente representante de Rotoplas. La mujer está cocinando la cena: mientras espera la segunda llamada telefónica de su marido que está en Tamaulipas y regresará el jueves. Sus hijos, Efraín y Brenda se encuentran con ella en la sala, que es una estancia cómoda. A pesar de que la vivienda es amplia de dos pisos con 5 cuartos, ubicada en Tula, Hidalgo.
Efraín, un joven castaño de estatura regular mira la televisión y observa una película estelar; aunque tiene 2 meses que les instalaron la plataforma de streaming. Prefiere la programación en televisión abierta y solamente en ocasiones ve Netflix y prime. Tiene 17 años. Su hermana Brenda escucha a Moenia en su iPad, se trata de la canción “ Déjame entrar” aunque a veces le presume a su hermano de sus amigos en Facebook, es una joven solitaria y apenas extrovertida. Tiene 15 años. Están absortos en sus actividades cuando suena el teléfono. Bertha responde, dejando hervir una avena licuada mientras toma la llamada.