Frío,sobrio y austero,el mes de febrero se presentaba tal vez como la mayoría de todos los años.
Ya llegaba el día a sus once de la mañana y por primera vez nos disponíamos a bajar del auntobús conducente a la entrada del primer edificio,un bloque austero pero que podía albergar multitud de gentes...
Y por fin,tras más de diez minutos de andaduras, alcanzamos el están que nos mimaría el resto del día. Pronto,posiblemente antes de la hora de su comienzo, la gente,ansiada por visitar la feria comenzaban a empujar y preguntar acerca de los carteles que adornaban la paredes. Nosotros,chavales de poco más de quince ridículos años quedábamos perplejos al ver la poca educación con que se nos trataba. Pero no fue eso lo impotante de aquel tiempo,no fue lo de fuera,se trata de ti,Cristina. Desde fuera se vería,sí, posiblemente diferente,pero yo sentía una inclinación visual que no concluía en las,quizás bellezas que paseaban frente al mostrador o incluso que yo atendía con esplendoroso fervor,terminaban,finalizaban en ti, en tu rosotro en la pulcritud con que servías tus miradas a los paseantes,simplemente eras perfecta. Te miraba, te sentía y sólo quería tenerte para siempre a mi lado.
Ya sé que tal vez tuve que decírtelo,pero no me atreví, a la vuelta de aquellos días todo cambio de pronto y el corazón, como si de un árbol de tratara se derrumbó,cayó y se tornó.
Pero un árbol que cae deja la huella en el camino y por eso,hoy te quiero querer para siempre...
Si realmente tienes 15 años, se ve que has leído bastante, y escribes muy, pero muy bien para tu edad. Ojalá sigas leyendo, y te vayas soltando, aunque eso es mucho pedir, estando en plena adolescencia. Felicitaciones.