Hoy miro por la ventana,
no entiendo muy bien que pasó,
un día estabas conmigo
y al otro día ya no.

Las lágrimas surcan mi rostro
acompañando a esta lluvia de abril,
quisiera volver a besarte
pero tú ya no estás aquí.

Recuerdo las noches contigo
y nunca las voy a olvidar,
tus ojos tan bellos y tiernos
parecían, estrellas, brillar.

Tus besos eran miel en mis labios,
tu voz, suave y dulce melodía,
siempre estabas a mi lado
cuando ya ni sonreír podía.

Ahora mi sonrisa
ya no será la de antes.
Porque no estás conmigo,
porque sin vos no soy nadie,
porque tu calor ya no me abriga,
y tus brazos ya no me protegen,
porque tus divertidas y tiernas palabras
acaban de callar por siempre.

Ahora estás allá arriba,
te acompañan el cielo y el sol,
y cuando el viento sopla aquí afuera
yo pienso más y más fuerte en vos.

La última rosa que me diste
se acaba de marchitar
de tanto extrañar el rocío
que tú le regalabas al despertar...

Te quiero tanto, pero tanto, tanto,
que sin vos ya no sé cómo vivir.
Es una noche del otoño más triste
y tan sólo quisiera morir.

Hoy mi más ansiado anhelo
Es besarte una vez más,
Tenerte entre mis brazos, no soltarte nunca,
sentir que ya no me abandonarás.

Sé que es un imposible,
que es algo loco, irreal,
que regreses a mí de nuevo
único e ideal.

Como agua entre mis manos,
como viento, arena o sal,
como notas de mi piano
te perdí y no te vi más.

Y ahora las luces se apagan
y yo comienzo a soñar,
te veo amor mío en mis sueños
y me niego a despertar.