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Categoría: Románticos

El sueño de Sócrates Hill.

El sol iluminaba el rostro moreno de Miriam. Prometía ser un buen día. Las lluvias habían cesado tras varias semanas y el lago Sócrates estaba a punto de desbordarse.
La joven mujer se recogió el pelo oscuro en un ligero moño y fue a las cuadras en busca de "Furia blanca", su yegua purasangre blanca como la nieve y que solamente se dejaba montar por ella.
_ ¡Vamos, pequeña! Hay que hacer ejercicio- le dijo al animal con suavidad.
Montó en ella y fue en dirección al lago donde el equino gustaba tanto de cabalgar.
Cuando llegaron cerca de las orillas del lago por el oeste donde se divisaba el ruinoso castillo de Sócrates Hill la yegua tiró a la mujer al suelo. Un lobo de ojos azules había asustado a "Furia blanca". A pesar de lo grande que era, la belleza de su pelo gris perla y su mirada azul fija en el cuerpo dolorido por la caída de Miriam no produjo ningún temor en la mujer y ese sentimiento le producía confusión.
_ ¡Blanco!- oyó gritar a un niño que corría hacia ellos-. No hace nada; no lo mate.
_ No pensaba- dijo Miriam todavía resentida de la caída-. Pero un lobo no es mascota para un niño.
_ No es un lobo cualquiera- y les dejó allí marchándose con el animal hacia el castillo.
Los días pasaron y Miriam no se quitaba de la cabeza lo ocurrido en los días anteriores. Por fin montó a "Furia blanca" y fue hacia el castillo. Se le hizo de noche y no pudo volver; por obligación se cobijó en el viejo castillo. Apenas había cogido el sueño cuando oyó un ruido de caballos. Parecía un ejercito. Tenía ante ella un grupo de hombres a caballo que cabalgaban como locos hacia ella. Ya se creía muerta cuando pasaron como fantasmas mientras su yegua seguía dormida como si no hubiese oído nada.
Quiso dormir y casi lo consiguió cuando volvió a ver la misma escena; pero esta vez se fijó hacia donde iban los locos jinetes. La escena representaba la lucha de tres hombres contra ese ejército. El más sobresaliente era alto y de pelo castaño y ojos verdes; después había otro hombre rubio de ojos almendrados y rostro afeminado. Para terminar estaba un hombre de pelo castaño claro y ojos claros, todos de aspecto medieval.
La escena era sangrienta siendo vencedores los tres hombres con ayuda del lobo blanco. El afeminado disparó una flecha a Miriam que calló redonda cerca de "Furia blanca" que seguía sin sentir nada.
El lago estaba cubierto de una espesa niebla.
Miriam seguía en el suelo dolorida, pero esta vez tenía un dolor cerca del cuello que antes no tenía. Cada vez que se tocaba el cuello el rostro del hombre del castillo que sobresalía sobre los otros tres aparecía en su mente.
Miriam buscó en dirección del castillo y no vio nada. Era como si nunca hubiese existido el castillo de Sócrates Hill.
Un año después, paseando por el lago como aquel día volvió a aparecer el lobo, pero no apareció el niño. La yegua no se asustó esa vez y Miriam pudo cabalgar hacia el castillo que había aparecido de nuevo ante su vista sin ninguna muestra de ruinas. Entró por el portón que se abrió sin que nadie lo habriese y vio al hombre con el que había soñado durante un año.
_ Bienvenida, Lady Rowanna- le saludó con una amplia sonrisa que su barba no escondía.
_ Me llamo Miriam, se.señor- tartamudeó. Era la primera vez que oía aquella voz dulce pero viril.
_ Perdona. Se me olvidaba que ya has perdido la memoria.
_ ¿Qué?
El joven de rostro afeminado apareció y aunque ella quiso apartarse para evitar un ataque, el joven puso su mano en la frente de Miriam y vio ella una escena de una mujer parecida a ella que caía muerta en la batalla que el año anterior había visto. Después se veía en el castillo siendo enterrada justo al lado de su casa y con un collar que había llevado desde siempre.
_ Vuelve a casa, mi amor. El año que viene tendrás las ideas más claras. Llévate a tu mascota- señalando al lobo-; era tu favorito.
Antes de irse la besó y entonces Miriam descubrió que aquel beso era algo muy real y conocido.
La mujer regresó confusa y acompañada de "Furia blanca" y "Blanco" hacia su casa deseando que no tardase el año siguiente en llegar.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.59
  • Votos: 94
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