me dio alegria saber que has muerto... te amaba tanto y ahora ese amor se ha vuelto constante y libre, sin egoísmo... siento tu presencia por todos los lugares que caminamos juntos... en la pared de aquel restaurante... en la biblioteca nacional... en el parque sin árboles y sin uno solo piar de aves... extraños gustos, como si presagiaran su última morada... he revisado tus poemas y te he sentido tanto o mas que cuando estabas a mi lado... aunque mi amor por ti fue silencioso y lúdico, fue tan intenso y hermoso que cada vez que te recuerdo, empiezo a lagrimear... ahora que la segunda puerta se ha cerrado, es más notorio que la tercera puerta se hace más importante para mí... aquella que me lleva a conocer mi verdadera identidad... siento que no puse todo mi esfuerzo ni amor por hacerte feliz, pero cargaba aquella piedra de mis debilidades que mientras les daba atención, pesaba más y más como al cristo directo al cadalso... y ahora tengo aquella flor que de su aroma me lleva a la libertad... aquella libertad que RAM le hablaba a Tulsidas... aquella que nos da la conciencia de que todo es posible y nada lo es al mismo tiempo... atarnos a lo eterno y dejar que su aroma apague el tiempo y el mundo para mí... tengo que llegar... nací pata ello... y quien sabe si estés allí esperándome con una sonrisa y un libro en la mano...